Etarras fuera de banda
La expulsi¨®n de 5 presos, a la vez que moviliza al resto, muestra los l¨ªmites del debate en ETA
El diario Gara informaba ayer, por segunda vez en los ¨²ltimos ocho d¨ªas, de un escrito firmado por el colectivo de presos de ETA (EPPK) en el que anuncian que se disponen a iniciar una "renovada din¨¢mica de lucha contra la pol¨ªtica carcelaria" de los Gobiernos espa?ol y franc¨¦s que incluir¨¢ encierros y huelgas de hambre. No ser¨ªa la primera vez que una consigna de ese tipo lanzada por la direcci¨®n etarra o sus comisarios en las c¨¢rceles es desobedecida por la mayor¨ªa o una buena parte de los presos. Tal vez por ello, el escrito del colectivo incluye un anexo en el que se comunica la expulsi¨®n del mismo de cinco presos por haberse "situado fuera de la disciplina y el respaldo" del EPPK.
El m¨¢s conocido de los cinco, Valent¨ªn Lasarte, condenado por su participaci¨®n en los asesinatos de Gregorio Ord¨®?ez y Fernando M¨²gica, ya hab¨ªa sido expulsado por aceptar un puesto en el economato de la prisi¨®n. Ahora se remacha la medida porque, seg¨²n Interior, todos los expulsados tienen en com¨²n haber aceptado cumplir los requisitos legales para optar a los beneficios penitenciarios previstos en el C¨®digo Penal en caso de pron¨®stico favorable de reinserci¨®n.
Es significativo tanto que ETA lance a sus presos al primer plano de la movilizaci¨®n, como que tome la precauci¨®n de hacerlo con la advertencia impl¨ªcita de que no tolerar¨¢ disidencias. Por una parte, est¨¢ a punto de finalizar el debate planteado en el conjunto del mundo etarra, incluyendo su entorno pol¨ªtico, sobre la viabilidad o no de continuar la lucha armada. Por otra, no son s¨®lo esos cinco, sino unos 40, seg¨²n Interior, los presos que ya se han desmarcado de la direcci¨®n, especialmente desde la ruptura de la tregua de 2006. Y m¨¢s de la mitad de los 750 reclusos etarras estar¨ªan, seg¨²n la misma fuente, a favor de la posici¨®n defendida por Otegi, que, sin llegar a plantear la ruptura con ETA, habla de un proceso negociador sin violencia ni injerencias externas a los partidos que negociar¨ªan con el Estado.
Algo a lo que ETA misma ha respondido con otra ponencia (Mugarri) en la que se defiende expresamente la continuidad de la lucha armada en el marco de una "estrategia pol¨ªtico-militar" y se reserva para s¨ª el papel de interlocutor principal de la negociaci¨®n pol¨ªtica. Cada vez que han surgido divisiones internas en ese mundo, ETA ha tratado de superarlas mediante la acci¨®n. No est¨¢ descartado que, como ha advertido Rubalcaba, la banda ya tenga decidido un atentado espectacular o un secuestro para dar por cerrado el debate interno. Pero tambi¨¦n est¨¢ en la tradici¨®n etarra que el reagrupamiento de las bases se busque, en momentos de crisis, por la v¨ªa de los presos, principal foco de incondicionalidad de la comunidad abertzale.
Tras la manifestaci¨®n del s¨¢bado contra la dispersi¨®n, que cont¨® con la presencia de toda la gama soberanista, alguien ha decidido repetir el anuncio de las movilizaciones de los propios presos para suscitar la solidaridad con ellos; pero con el anexo de la amenaza a quien se salga de la fila.
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