70 a?os de Tropicana, el cabar¨¦ m¨¢s famoso de Cuba
Sobre sus pistas cantaron Nat King Cole y Celia Cruz
Hace 70 a?os, el 30 de diciembre de 1939, el cabar¨¦ Tropicana abr¨ªa sus puertas en La Habana mientras en Europa comenzaba la II Guerra Mundial. Desde el principio, el que se convertir¨ªa en el night-club m¨¢s famoso de Am¨¦rica conjur¨® a ritmo de tumbadoras y mulatas cada derrota ante los nazis, y esta coctelera fue batida a conciencia por a?os con una sopa de ron y lentejuelas que acab¨® marcando el car¨¢cter del lugar. Apurar cada noche hasta el ¨²ltimo baile y el ¨²ltimo sorbo fue la primera filosof¨ªa de Tropicana, un nombre tomado de una canci¨®n de Alfredo Brito que hablaba de mujeres y palmeras.
El primer espect¨¢culo del local fue Congo Pantera, una revista musical que hizo ¨¦poca, con bailarines del Ballet Ruso de Montecarlo, Rita Montaner, Bola de Nieve y el percusionista Chano Pozo como parte del elenco negro. Con el tiempo, de la mano de su segundo due?o, el guajiro Mart¨ªn Fox, lleg¨® al local la l¨®gica de las ruletas y el naipe, en una Habana donde campaban a sus anchas Meyer Lansky y otros mafiosos norteamericanos.
Fox tuvo el ojo de contratar al core¨®grafo Roderico Neyra, Rodney, tambi¨¦n llamado El Mago por su talento para crear espect¨¢culos que hicieron ¨¦poca y que algunos todav¨ªa recuerdan: Chinos en La Habana (1952), Europa A?o Cero (1953), Karabal¨ª (1955) o el premonitorio Rumbo al Waldorf con m¨²sica de Lecuona, quiz¨¢ el ¨²ltimo gran show de 1958, pusieron a Tropicana en el cielo del placer. Por idea de Fox, en los cincuenta se ampl¨ªa el local al aire libre, incluyendo pasarelas a¨¦reas que permiten a las bailarinas evolucionar entre las copas de los ¨¢rboles. Pasaron por all¨ª Nat King Cole, Carmen Miranda, Celia Cruz, Benny Mor¨¦... Una larga lista. Antes de triunfar Fidel Castro, el empresario lleg¨® a contratar un avi¨®n que daba viajes semanales a la ciudad de Miami. Suprimi¨® los asientos delanteros y mont¨® un escenario donde se mostraba a los turistas norteamericanos un extracto de Tropicana, y as¨ª calentaba motores. Los viajeros se hospedaban en el hotel Nacional y regresaban al d¨ªa siguiente, despu¨¦s de una noche de juego y baile, pero en 1959 lleg¨® el comandante y mand¨® parar.
Los casinos se esfumaron en el mismo avi¨®n que el dictador Fulgencio Batista, pero este cabar¨¦ sobrevivi¨®. "El colectivo Tropicana les presenta...". En este lugar m¨ªtico trabajan todav¨ªa hoy 300 bailarines y artistas y cada a?o es visitado por 150.000 personas que siguen llegando atra¨ªdas por el embrujo canalla y mulato de su pasado.
Babelia
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