C¨®digos de conducta, delitos sin freno
?Qu¨¦ es lo primero que tuvo que hacer Pau Gasol cuando acudi¨® al draft en 2001? Comprarse un traje. Incluso a los jugadores europeos les impacta las escrupulosas normas de conducta que impone la NBA. La patronal intenta controlarlo todo: el comportamiento dentro y fuera de la pista, la vestimenta, la relaci¨®n con la prensa, con los ¨¢rbitros, entrenadores, aficionados, la obligaci¨®n de participar en actos ben¨¦ficos y sociales... En la d¨¦cada de los 80, figuras como Larry Bird, Magic Johnson o Michael Jordan transmitieron una buena imagen de la Liga. Pero, sobre todo a partir de finales de los 90, los desmanes se sucedieron. La NBA endureci¨® las cl¨¢usulas punitivas en los contratos de los jugadores que respond¨ªan a delitos como drogadicci¨®n, reyertas y apuestas.
A las culturas urbanas que se tradujeron en una forma de vestir informal, el comisionado David Stern respondi¨® en 2005 con un c¨®digo de vestimenta; ante la inmadurez y falta de educaci¨®n de jugadores que renunciaron a concluir su etapa universitaria, elev¨® a 19 a?os la edad de acceso a la Liga. Mult¨® con 18.000 euros a LeBron James por no dar la mano a los jugadores de Orlando y no atender a la prensa tras ser eliminados los Cavaliers y este curso ha prohibido a los jugadores utilizar Twitter, Facebook y dispositivos telef¨®nicos desde 45 minutos antes de los partidos. Pero los esc¨¢ndalos no cesan, desde el protagonizado por el ¨¢rbitro que denunci¨® en 2007 el ama?o de partidos al de Gilbert Arenas.
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