Cuba pone a Obama en la lista negra

El Gobierno de Ra¨²l Castro ha puesto a Obama en la lista negra. No es una broma pesada: La Habana considera que, un a?o despu¨¦s de llegar a la Casa Blanca, el primer presidente afroamericano de EE UU ha demostrado ser tan "enemigo" de la revoluci¨®n como sus antecesores, por lo que el periodo de contemporizar con Washington ha terminado. Ayer, Cuba exigi¨® a Obama su "inmediata exclusi¨®n" de la lista de pa¨ªses terroristas y conden¨® la iniciativa "injusta y arbitraria" de someter a controles adicionales de seguridad a los viajeros cubanos.

El Gobierno cubano ya hab¨ªa convocado el martes al jefe de la Secci¨®n de Intereses de EE UU en La Habana, Jonathan Farrar, para protestar por la medida, que considera una "nueva acci¨®n hostil del Gobierno de Estados Unidos". A juicio de La Habana, la decisi¨®n norteamericana est¨¢ motivada por razones pol¨ªticas "y tiene como ¨²nico prop¨®sito justificar la pol¨ªtica de bloqueo que la comunidad internacional rechaza de manera un¨¢nime''.

Para Castro, el presidente se muestra tan 'enemigo' como sus antecesores

En la misma l¨ªnea, el ministerio de Relaciones Exteriores difundi¨® ayer una larga declaraci¨®n que critica a Obama por su actitud "arbitraria" y "manipuladora" al mantener a la isla en la lista de pa¨ªses terroristas. La canciller¨ªa cubana hace memoria: recuerda que fue el gobierno republicano de Ronald Reagan el que incluy¨® a Cuba en la lista de pa¨ªses terroristas, en 1982, "para tratar de desacreditar la imagen de la Revoluci¨®n". Desde entonces, dice, todos los presidentes norteamericanos, incluido Obama, han ratificado la calificaci¨®n, que conlleva la aplicaci¨®n de sanciones econ¨®micas, la prohibici¨®n de transferencia de tecnolog¨ªa y medidas restrictivas contra el pa¨ªs y sus ciudadanos.

La diplomacia de Ra¨²l Castro rechaza los argumentos de la administraci¨®n Obama, que arguye que la isla debe estar en la lista de marras porque en 2008 dio refugio a terroristas de ETA y a miembros de las guerrillas colombianas de las FARC y el ELN.

Seg¨²n el comunicado, la presencia en Cuba de varios "miembros de la organizaci¨®n vasca ETA que estaban en el exilio" se debi¨® a un acuerdo de 1984 con el Gobierno espa?ol, y este es un asunto bilateral sobre el cual EE UU no tiene "autoridad para inmiscuirse''. La Habana afirma que los etarras residentes en la isla "nunca han utilizado" el territorio cubano en las "actividades" de la organizaci¨®n "contra Espa?a ni contra ning¨²n otro pa¨ªs".

Por otro lado, asegura que es conocido y "respetado" internacionalmente el papel de Cuba como pa¨ªs facilitador en las conversaciones de paz en Colombia, por lo que considera una burla la acusaci¨®n de connivencia con las FARC y el ELN. Sobre la denuncia de que la isla "continua permitiendo que algunos fugitivos de EE UU vivan ilegalmente" en territorio cubano, la canciller¨ªa asegura que "jam¨¢s han encontrado amparo, ni residen terroristas de ning¨²n pa¨ªs". Cuba, eso s¨ª, "ha ofrecido leg¨ªtimamente protecci¨®n y asilo pol¨ªtico a algunos luchadores por los derechos civiles norteamericanos'', admite la nota oficial.

El Gobierno castrista asegura que, en cambio, en Estados Unidos s¨ª "residen impunemente'' delincuentes, "asesinos y terroristas" reclamados por la justicia cubana. Pone como ejemplo a los anticastristas Lu¨ªs Posada Carriles y Orlando Bosch, acusados del atentado contra un avi¨®n de Cubano de Aviaci¨®n en 1976, en el cual perdieron la vida 73 personas, quienes residen en Miami y est¨¢n en libertad. "Algunas de estas verdades no han podido ser desconocidas por esos mismos informes (...) que designan a Cuba como 'Estado patrocinador del terrorismo", sentencia el comunicado.

La decisi¨®n de incluir a Cuba en la lista de 14 pa¨ªses cuyos viajeros ser¨¢n sometidos a controles adicionales de seguridad ha sido la gota que ha desbordado el vaso de la paciencia de Ra¨²l Castro. Durante el primer semestre de la presidencia de Obama las tensiones entre ambos pa¨ªses se redujeron, pero recientemente los roces se han multiplicado. En diciembre, Castro inform¨® de la detenci¨®n de un ciudadano estadounidense acusado de repartir ordenadores y equipos satelitales por encargo de Estados Unidos para "promover la democracia en Cuba". "El enemigo est¨¢ tan activo como siempre (...) y no renuncia a destruir la revoluci¨®n y generar un cambio de nuestro r¨¦gimen'', dijo entonces. Obama estaba a punto de triunfar en la particular lista negra de Cuba.