C¨®mo cambiar nuestra realidad
Nos levantamos de buena ma?ana y mientras nos duchamos, a nuestro alrededor hay todo un mundo que se mueve. A la vez que nos enjabonamos, otras personas est¨¢n haciendo cosas, aparentemente independientes a nosotros. Cuando nos secamos el pelo, alguien est¨¢ corriendo porque llega tarde al trabajo, porque ayer sali¨® de fiesta. Otra persona quer¨ªa subirse a un taxi, pero alguien se le adelant¨®. Al salir de casa, pasamos por una cafeter¨ªa que a¨²n no ha abierto la m¨¢quina de caf¨¦ porque el encargado ha estado un rato discutiendo con su pareja por tel¨¦fono. Y salimos apresurados en busca de otra alternativa cuando escuchamos un frenazo de un taxi que no puede evitar atropellarnos.
S¨®lo si una de las cosas que suced¨ªan mientras est¨¢bamos en la ducha hubiera sido de otra manera, s¨®lo una, puede ser que el taxi hubiera pasado de largo sin atropellarnos. Incluso puede que ese taxi no hubiera pasado nunca. Pero siendo como es la vida, un conjunto de contingencias, de causas y efectos, de incidentes y accidentes, de circunstancias que dir¨ªa Ortega y Gasset, cabe preguntarse con qu¨¦ actitud queremos afrontar esta realidad universal: ?todo est¨¢ conectado!
"Formamos parte de un todo, pero nuestra primera decisi¨®n de cada d¨ªa debe ser con qu¨¦ actitud afrontamos la existencia"
EL TODO Y LAS PARTES
"Para crear una tarta de manzana, primero tienes que crear un universo" (Carl Sagan)
Cuenta David Jou, catedr¨¢tico de Fisiolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, que nuestra realidad, constituida fundamentalmente por ¨¢tomos, no existir¨ªa si los valores de las constantes f¨ªsicas, como la gravitaci¨®n, la masa del electr¨®n o la interacci¨®n nuclear d¨¦bil, por ejemplo, fueran ligeramente diferentes de lo que son. As¨ª es como podemos descubrir dos puntos de vista bien distintos: que la vida es un azar o que el universo y todo lo que existe en ¨¦l es como debe ser, o sea, que todo est¨¢ bien.
Ya no caben dudas de que en este mundo todo est¨¢ interconectado, todo est¨¢ en relaci¨®n con todo. As¨ª lo afirma Lynne McTaggart, periodista especializada en ciencia. "Toda la materia del universo est¨¢ conectada en el nivel subat¨®mico a trav¨¦s de una constante danza de intercambios cu¨¢nticos de energ¨ªa. En el m¨¢s b¨¢sico de los niveles, cada uno de nosotros es tambi¨¦n un paquete de energ¨ªa pulsante en constante interacci¨®n con ese mar de energ¨ªa".
Siendo as¨ª, lo que hacemos y lo que pensamos est¨¢ influyendo y a la vez es influido por el conjunto de la existencia. El todo nos afecta y cada uno de nosotros afecta a ese todo, llam¨¦mosle universo, sociedad, pa¨ªs, barrio, familia, relaciones y uno mismo. Eso nos debe hacer pensar si, entre el Yo y la circunstancia, existe alguna separaci¨®n.
LA ACTITUD EXISTENCIAL
"Lo que t¨² evitas sufrir, no lo hagas sufrir a otros" (Epicteto)
Aunque formamos parte de un todo, cada d¨ªa al levantarnos, no nos encontramos con ese todo, sino con sus partes, con peque?as proporciones de vida a las que decidimos prestar atenci¨®n. Esto significa que nos convertimos en el observador que da sentido de realidad a nuestras experiencias. ?sa es nuestra primera responsabilidad. ?sa es la primera decisi¨®n: ?con qu¨¦ actitud afrontamos la existencia?
Ante ese maremagno ca¨®tico de azares, muchas personas escogen el papel de v¨ªctima. Ya que el mundo est¨¢ lleno de suertes e infortunios, pues ?qu¨¦ le vamos a hacer! Entonces la vida se convierte en una barca que va seg¨²n sopla el viento y en constante amenaza de deriva. Los victimistas creen que lo que hagan o dejen de hacer no va a cambiar las cosas y que, lo que tenga que suceder, suceder¨¢, y por supuesto suceder¨¢ siempre lo peor. Ante esta evidencia inamovible, seg¨²n su punto de vista, no cabe otro remedio que la queja o la resignaci¨®n.
Otras personas, en cambio, deciden que la ¨²nica manera de sobrellevar tanta incertidumbre existencial es control¨¢ndolo todo. No hay mejor manera de quitar incertidumbre que despejar inc¨®gnitas, planificar al detalle y anticipar los movimientos ajenos para evitar sorpresas emocionales. Con tal que todo ocurra seg¨²n lo que tienen previsto, los controladores fuerzan las cosas, fuerzan al tiempo, se fuerzan a s¨ª mismas y fuerzan por desgracia a los dem¨¢s.
COCREANDO LA REALIDAD
"Maestro, ?cu¨¢l es el secreto de tu serenidad? Entregarme incondicionalmente a lo inevitable" (pensamiento estoico)
Por suerte nos queda, al menos, una tercera v¨ªa: la de hacernos uno con el todo. Es decir, conjugar eso que llamamos circunstancias con nuestra capacidad creadora. Es cierto que, lo observe o no, ah¨ª fuera existe un mundo de leyes f¨ªsicas y de fen¨®menos intangibles que capto a trav¨¦s de mis sentidos. Pero tambi¨¦n es cierto que quien ense?a a los sentidos es el observador, es ese Yo que decide y que piensa y siente sobre todo lo que le sucede. Por eso las cosas no son como son, sino como somos.
Dec¨ªa S¨¦neca que la sabidur¨ªa radica en saber distinguir correctamente d¨®nde podemos modelar la realidad para ajustarla a nuestros deseos, de donde debemos aceptar, con tranquilidad, lo inalterable, o sea, lo que es. Pero aceptar no debe confundirse con resignarse. Si algo nos hace creadores es la capacidad de transformar las cosas, no de soportarlas. Y no puede haber transformaci¨®n sin aceptaci¨®n previa. Quien m¨¢s, quien menos ha intentado, sin ¨¦xito cambiar la naturaleza de las cosas y a los dem¨¢s. Lo intentamos hasta que nos damos cuenta de que, para cocrear, partimos de lo que es y no de lo que deber¨ªa ser.
YO SOY MIS CIRCUNSTANCIAS
"El hombre no es hijo de las circunstancias. Las circunstancias son hijas del hombre"
(Benjamin Disraeli)
Cuando Ortega y Gasset acu?¨® su poderoso aforismo, a?adi¨®: "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo". A mi modo de ver, nuestro fil¨®sofo intuy¨® que las circunstancias no son algo que ocurre a pesar del individuo, sino una realidad relacional indivisible. No estamos en el mundo sino que el mundo est¨¢ en nosotros.
A menudo hago la siguiente pregunta: ?aceptas que est¨¢s viviendo la vida que has escogido vivir? Mucha gente cree que no porque algunas decisiones de su vida no las han tomado ellas. Ocurren hechos que sin duda condicionan nuestra vida, pero nunca la determinan. No podemos cambiar los hechos, pero s¨ª la manera en que nos relacionamos con ellos.
Si respondemos afirmativamente a la pregunta, eso nos hace responsables, que no culpables, que es otra historia. Yo soy mis circunstancias porque, de la relaci¨®n que establezco con ellas, nace una realidad. Y Yo ser¨¦ eso y no otra cosa. Lo bueno es que ma?ana puedo crearlo todo de otra manera. Eso s¨ª, si no lo creo, no lo veo.
Una nueva mirada
1. Pel¨ªculas
'?Y t¨², qu¨¦ sabes?'. Dirigida por Mark Vicente, William Arntz y Betsy Chasse
'Cadena de favores'. Dirigida por Mimi Leder.
'El curioso caso de Benjamin Button'. Dirigida por David Fincher
2. Libros
'El Campo'. Lynne McTaggart. Sirio.
'Reescribiendo el G¨¦nesis'. David Jou. Editorial Destino
'Meditaciones del Quijote'. Ortega y Gasset.
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