Lluvia de nuevos millonarios
Cada fin de a?o, los suizos corren a comprar una revista que se ha convertido en tradicional. Se trata de la publicaci¨®n econ¨®mica Bilan, que presenta su lista con las 300 mayores fortunas del pa¨ªs. El exclusivo club est¨¢ compuesto por financieros, industriales, deportistas de ¨¦lite y cantantes pop. Apellidos como Rothschild u Onassis se codean con Citro?n o Heineken.
A ellos se suman Tina Turner, Phil Collins o el suizo m¨¢s amado por sus compatriotas: Roger Federer. Reinando sobre todos un a?o m¨¢s est¨¢ el ya inevitable Ingvar Kamprad, patr¨®n de
Ikea, con una fortuna estimada en 22.000 millones de euros. Pero no vamos a detenernos en los mega-ricos, sino en sus colegas de rango inferior, quienes parecen llegar en masa al pa¨ªs alpino.
Ahora, los que llegan en masa a vivir al pa¨ªs son ricos "modestos"
Cada contribuyente negocia un monto fijo de impuestos: es el 'forfait' fiscal
Gracias a los nuevos residentes, se vive un nuevo 'boom' inmobiliario
La raz¨®n no tiene misterio. Y es que 2009 fue un a?o negro para Suiza, puesto que a la crisis financiera global se ha sumado aqu¨ª el fin de su legendario secreto bancario. La espinosa cuesti¨®n ha llevado a esta peque?a naci¨®n a enfrentarse a Estados Unidos y la Uni¨®n Europea. Para perder -casi- en toda la l¨ªnea.
Las nuevas normas de la OCDE obligan ahora a Suiza a colaborar con los pa¨ªses que lo pidan en caso de sospechas fundadas de evasi¨®n o fraude fiscal. Pero hay una excepci¨®n: esto no afecta a los residentes. La protecci¨®n de cuentas para ellos sigue tan blindada como en tiempos de la guerra fr¨ªa, siempre que ese dinero no haya sido ganado en Suiza.
Por ello Bilan destaca el flujo de ricos "modestos", provenientes mayormente de Francia o Alemania, quienes llegan a Suiza atra¨ªdos por el forfait fiscal. "Cada semana hay m¨¢s candidatos a la residencia", dice un abogado. Todos llegan a vivir en el pa¨ªs de Heidi aconsejados por sus banqueros. Aunque la gran novedad es que los reci¨¦n llegados no son oligarcas de Siberia, sino peque?os empresarios que han vendido su negocio o trabajadores que han recibido una herencia inesperada. "Es que la fiscalidad francesa es tan desfavorable a las peque?as fortunas que obliga al exilio fiscal", justifica el abogado.
?Pero qu¨¦ es el mencionado forfait fiscal? Es un trato negociado entre el residente extranjero y el cant¨®n donde vive. As¨ª, contribuyente y Estado se ponen de acuerdo sobre un monto fijo de impuestos anuales basado no en los ingresos de la persona, sino en su tren de vida. O sea: el residente paga en funci¨®n del valor de su vivienda y sus gastos. Una soluci¨®n adoptada ya por m¨¢s de 5.000 ricos llegados de otros horizontes menos "comprensivos" fiscalmente.
S¨®lo los contribuyentes extranjeros sometidos al forfait fiscal en el cant¨®n del Vaud han dejado en las arcas estatales 60 millones de euros en 2008. Al mismo tiempo, el negocio inmobiliario est¨¢ en pleno boom, pues "los nuevos residentes se arrancan propiedades con valores que oscilan entre 2 y 10 millones de euros", seg¨²n Bilan. A ello se suman listas de espera de hasta 500 ni?os en las muy exclusivas escuelas internacionales de Ginebra. A juzgar por estos datos, todo hace pensar que Charles Aznavour, Alain Prost o el Aga Khan tendr¨¢n cada vez m¨¢s nuevos vecinos.
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