Israel y EE UU se enzarzan por las ayudas financieras
El enviado de la Casa Blanca intenta presionar a Jerusal¨¦n
Afirmaba recientemente Rahm Emanuel, jefe del Gabinete de Barack Obama, que la Casa Blanca est¨¢ harta de israel¨ªes y palestinos. No ha logrado Washington que ambos bandos reanuden las negociaciones de paz. El presidente palestino, Mahmud Abbas, se niega a reunirse con el primer ministro hebreo, Benjam¨ªn Netanyahu, mientras la colonizaci¨®n de Cisjordania, que va viento en popa, no se frene en seco, tambi¨¦n en Jerusal¨¦n. Atizaba las llamas el viernes George Mitchell, el enviado de Obama a Oriente Pr¨®ximo, cuando bland¨ªa el arma de las ayudas financieras estadounidenses a Israel (unos 2.000 millones de euros anuales). Un asunto delicado porque desde hace dos d¨¦cadas -George Bush padre forz¨® entonces al jefe de Gobierno Isaac Shamir a acudir a la conferencia de paz de Madrid- EE UU no lo sacaba a relucir.
"Seg¨²n la ley, EE UU puede suspender su apoyo a las garant¨ªas de cr¨¦dito a Israel", declar¨® Mitchell. "No necesitamos usar esas garant¨ªas de cr¨¦dito", reaccionaba ayer desafiante el ministro de Hacienda, Yuval Steinitz, miembro de un Gobierno que tambi¨¦n ha lamentado que la Administraci¨®n de Bush hijo vendiera armamento a Arabia Saud¨ª, Egipto y Emiratos ?rabes, que erosiona una ventaja militar israel¨ª en todo caso abrumadora. Otro ministro del Likud, Gilad Erdan, opinaba que nadie cre¨ªa en la consistencia de la amenaza de Mitchell.
La congelaci¨®n de la colonizaci¨®n de Cisjordania ordenada por Netanyahu en noviembre es poco menos que una mascarada. El propio viceprimer ministro Benny Begin afirma que no existe tal frenazo. Un breve recorrido por Cisjordania es suficiente para constatarlo. Washington tampoco est¨¢ convencido, como parece dudar de la versi¨®n israel¨ª de que el par¨¦ntesis en las negociaciones se debe a la cerraz¨®n de Abbas.
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