Volqu¨¦monos
Una nueva cabronada de la Naturaleza -con may¨²scula siempre, cuando mata, como si nombr¨¢ramos a la majestuosa Parca- ha dejado un pa¨ªs devastado y a una comunidad internacional que se vuelca para enviarle ayuda. Devastar y volcarse son dos verbos en trance de devaluaci¨®n, a causa del uso y abuso. Pues no s¨®lo la madre tierra se sacude de vez en cuando para machacar a los m¨¢s parias entre sus ocupantes. El primer mundo tambi¨¦n ayuda, con sus invasiones, sus expolios, su echar una mano a los gobiernos corruptos y su necio y nulo entendimiento de las realidades locales. El mapamundi est¨¢ nimbado de chinchetas que se?alan los vertederos de la historia creados por la mano humana, y los esparadrapos que la misma mano ha permitido aplicar, en vano intento de contener la hemorragia.
As¨ª que las cat¨¢strofes de este a?o se inician con Hait¨ª, terremoto y vuelta al ruedo. Conozco Hait¨ª. Sus monta?as azul viol¨¢ceas, su paisaje seco y, sin embargo, dulce. Su olor a miseria, a fango podrido y a le?a quemada. Sus cuarterones enriquecidos con la corrupci¨®n y la explotaci¨®n de sus compatriotas. La dignidad de sus intelectuales asfixiados. Hait¨ª, tan cerca de Estados Unidos y de ?frica.
Abajo del r¨ªo Grande, fueron los primeros americanos en independizarse, los primeros en abolir la esclavitud. Hab¨ªan sido v¨ªctimas del colonialismo atroz de los franceses y luego, durante gran parte de su historia, lo fueron de los delirios de grandeza y de la crueldad de sus propios caudillos. De cuando en cuando, Estados Unidos mandaba a sus tropas a defender la democracia y afianzar a alg¨²n cacique.
La devastaci¨®n de Hait¨ª no viene del terremoto. Mucha mierda se ha volcado sobre la mitad occidental de la isla La Espa?ola, desde hace demasiados a?os.
Y eso no se arregla con pa?os calientes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.