"La Iglesia es una familia pero a veces los vecinos oyen las voces"
Monse?or Jos¨¦ Ignacio Munilla (San Sebasti¨¢n, 1961) exigi¨® ver el cuestionario por adelantado y pidi¨® eliminar las preguntas relacionadas con su antecesor, Juan Mar¨ªa Uriarte, el comunicado cr¨ªtico de los curas de la provincia y el futuro de los cinco seminaristas de Guip¨²zcoa, porque "es feo que lean en el peri¨®dico lo que voy a comunicarles personalmente", dijo para justificarse. Mide al mil¨ªmetro sus palabras, sobre todo tras la ¨²ltima pol¨¦mica que ha provocado al comparar la pobreza espiritual de Espa?a con la tragedia de Hait¨ª.
Pregunta. ?C¨®mo lleva el revuelo originado a cuenta de sus declaraciones sobre Hait¨ª?
Respuesta. Me qued¨¦ tristemente impactado al leer el titular "Munilla dice que hay males mayores que la tragedia de Hait¨ª", cuando resulta que en esa entrevista radiof¨®nica acababa de hacer mi mayor esfuerzo por estimular la solidaridad con los damnificados. De esta experiencia he extra¨ªdo una ense?anza: la pregunta teol¨®gica que se me formul¨® sobre c¨®mo entender la existencia de Dios cuando se produce una tragedia de esta magnitud es m¨¢s propia de Radio Mar¨ªa que de la cadena Ser. De todas formas, me parece indispensable recordar la necesidad de la buena voluntad para entendernos. ?C¨®mo iba un obispo a despreciar una situaci¨®n humana tan dram¨¢tica?
"Cuando se le pide a la Iglesia su ayuda para la paz, nos tiene dispuestos"
"Lo prudente es que un pastor no exprese su sensibilidad pol¨ªtica"
P. Se ha dicho: la Iglesia est¨¢ dividida; los sacerdotes no quieren a Munilla; el nuevo obispo va a dar un giro de 180 grados al trabajo pastoral de Uriarte... ?Qu¨¦ hay de cierto en todo esto?
R. Son tres afirmaciones con una notable dosis de exageraci¨®n. La situaci¨®n es menos dram¨¢tica de lo que se est¨¢ pintando. La Iglesia es una familia, y en las familias tambi¨¦n suele haber palabras. A veces, las voces las escuchan los vecinos, porque las paredes son muy finas. Pero en esta familia, la unidad est¨¢ asegurada por el Esp¨ªritu Santo.
P. Tambi¨¦n consta en la hemeroteca: "Munilla es reaccionario, conservador, antinacionalista".
R. M¨¢s de lo mismo. Las etiquetas son el recurso de quienes renuncian a un debate razonado. Encasillamos, y as¨ª nos sentimos dispensados de pensar por nosotros mismos. No recuerdo haber hecho nunca manifestaciones pol¨ªticas. Lo prudente es que un pastor no exprese sus sensibilidades pol¨ªticas, para no dificultar su labor de ser padre de todos.
P. ?Es cierto, como apuntan algunas voces, que usted imparte un catecismo obsoleto?
R. ?Obsoleto? El catecismo de adultos de la Iglesia cat¨®lica que explico todos los d¨ªas en Radio Mar¨ªa est¨¢ firmado por el Papa, respaldado por todos los obispos del orbe cat¨®lico, y fue aprobado en 1992. Es el catecismo del Concilio Vaticano II.
P. 131 presb¨ªteros firmaron y divulgaron un documento muy cr¨ªtico contra su persona.
R. Tambi¨¦n aqu¨ª caben matices. No pocos de ellos me han llamado o escrito para mostrarme su profundo disgusto porque su carta llegara a la prensa. Su intenci¨®n no era divulgarlo, sino manifestar su preocupaci¨®n ante la elecci¨®n de su nuevo obispo.
P. ?C¨®mo va a limar esas asperezas?
R. Obviamente, habr¨¢ que hacer un gran esfuerzo de comunicaci¨®n y escucha mutua. Tambi¨¦n soy consciente de que, para quitarse los prejuicios, adem¨¢s de di¨¢logo es necesario ponerse a trabajar. Pero por encima de todo, me parece imprescindible que oremos juntos.
P. ?Qu¨¦ criterios va a emplear para elegir a su equipo tras cesar los vicarios?
R. Por una parte, gradualidad, porque no es cuesti¨®n de hacerlo todo de un golpe; coherencia en el equipo, ya que es importante una unidad interna, que no quiere decir incapacidad para llegar a todas las sensibilidades; cercan¨ªa al terreno, y son falsos los comentarios difundidos sobre mi intenci¨®n de traer vicarios de otros lugares; diversidad de estados de vida, dado que me parece importante compaginar la presencia de sacerdotes, seglares y religiosos, y juventud, si es posible, ya que soy consciente de que lo principal es el esp¨ªritu joven.
P. ?Cu¨¢l ser¨¢ el perfil de su vicario general?
R. No se trata de realizar una especie de desfile de modelos para poder elegirlo, si se me permite la broma. Yo tampoco soy el obispo ideal. Y no ser¨ªa de recibo que pretendiese tener unos vicarios perfectos. Pondremos en marcha un proceso consultivo.
P. ?La consecuci¨®n de la paz en Euskadi es un terreno exclusivamente pol¨ªtico?
R. En absoluto. Necesita de unas bases morales muy importantes. La paz jam¨¢s se obtendr¨¢ sin conversiones, mientras no pasemos del t¨² pecador al yo pecador. La paz no se construye sobre un mero equilibrio de intereses, sino sobre la caridad.
P. ?Qu¨¦ piensa hacer usted con las v¨ªctimas del terrorismo?
R. Arroparlas moralmente todo lo que pueda.
P. ?Podr¨ªa aclarar cu¨¢l es la disposici¨®n de la Iglesia para mediar en un proceso de paz?
R. La contribuci¨®n principal que hace la Iglesia a la pacificaci¨®n es su trabajo pastoral cotidiano, llamando a la conversi¨®n, predicando el perd¨®n, la humildad... En ocasiones extraordinarias, cuando la sociedad pide a la Iglesia su intervenci¨®n, nos encuentra dispuestos. Pero eso no quiere decir que la Iglesia haya de ser necesaria en esas situaciones. Existen otros cauces v¨¢lidos.
P. ?Le ha sorprendido la acogida fr¨ªa de los nacionalistas?
R. Lo cierto es que s¨ª, porque aunque nunca hab¨ªa mantenido una relaci¨®n institucional con ellos cuando era sacerdote, mis relaciones personales han sido muy buenas. No en vano, Josu Jon Imaz [ex presidente del PNV] es natural de Zum¨¢rraga.
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