Pesadillas
Me gustar¨ªa constatar que ya no existen las dos Espa?as de las que hablaba Antonio Machado en la c¨¦lebre copla. La voluntad del optimismo parece fundamentada por este largo periodo de mayoritaria convivencia democr¨¢tica. Pero hay d¨ªas en que la realidad se levanta encabronada y zombi y te aplasta con una sarta de pesadillas. D¨ªas en que la opini¨®n conservadora, que no conservacionista, arremete contra un ecologista espa?ol, Juan L¨®pez de Uralde, que tuvo el coraje de encarnar la honra de la humanidad en la frustrante Cumbre del Clima. Un misterio: ?por qu¨¦ la derecha se desentiende de la causa ecol¨®gica e incluso se burla de ella con facunda ignorancia? Otra pesadilla espa?ola es el caso de los dos periodistas de la SER condenados a prisi¨®n e inhabilitaci¨®n profesional por un juez (sic) que reconoce que la informaci¨®n era contrastada, veraz y de inter¨¦s social. Tal vez el parad¨®jico magistrado entiende, de acuerdo con la tradici¨®n, que para el buen periodismo no hay mejor premio que unos grilletes y una temporada en galera. El terror¨ªfico remate es el anuncio de la sala de lo penal del Tribunal Supremo de que admite a tr¨¢mite una querella de Falange contra Baltasar Garz¨®n por haberse atrevido a investigar los cr¨ªmenes del fascismo espa?ol en la dictadura. ?A qu¨¦ tribunal puedes acudir cuando te han helado el coraz¨®n? Ahora entiendo lo que en realidad quiso decir el obispo Munilla cuando, preguntado por la tragedia de Hait¨ª, pidi¨® "llorar por nuestra situaci¨®n espiritual". ?l tambi¨¦n estaba pensando en el ecologista, los periodistas, Garz¨®n y Antonio Machado. Por cierto, la Aut¨®noma de Madrid prepara un homenaje p¨®stumo para que se le rehabilite como catedr¨¢tico. El poeta fue expulsado de la docencia dos a?os despu¨¦s de haber muerto en el exilio con la ¨²nica propiedad de un verso en el bolsillo: "Estos d¨ªas azules y este sol de la infancia". Que Dios nos perdone.
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