Compras comunales
La econom¨ªa es como es, muy resbaladiza. Y a los neoyorquinos, como al resto de los estadounidenses, con un 10% de paro, no les queda otra que adaptarse lo m¨¢s posible a la nueva realidad, donde los centavos se convierten en d¨®lares a base de ahorrar de aqu¨ª y de all¨¢. Se lo piensan m¨¢s a la hora de gastar y buscan nuevas alternativas para llenar la cesta de la compra.
La cadena de descuento Costco acaba de aterrizar en el popular barrio de Harlem, tras cinco a?os intentando instalarse en la preciada isla de Manhattan. All¨ª se venden botes de mayonesa tan grandes como la cabeza o paquetes de papel higi¨¦nico en lotes que no dejar¨ªan hueco para entrar en el cuarto de ba?o. Es todo un desaf¨ªo a la "vida apretada".
La empresa que m¨¢s ha crecido en la recesi¨®n es de alquiler de coches
Es la guerra por lo ultrabarato: el vino de la recesi¨®n, por 5 d¨®lares
Dos platos en un tres estrellas Michelin, por 30 d¨®lares
Hasta la propia Costco tuvo que "exprimir" su local para encajar. En espacios tan reducidos como en los que se vive en la ciudad de los rascacielos, muchos se preguntan si su modelo de negocio tendr¨¢ ¨¦xito. Pero en esta crisis lo que prima es el bajo precio y, sobre todo, la creatividad a la hora de definir la estrategia para salir de compras y repartirse los bloques de mercanc¨ªa para que quepan en casa.
Ya puestos a compartir y reducir costes, lo mejor es empezar alquilando un coche por horas, como los de Zipcar. Es, de hecho, la empresa que m¨¢s crecimiento est¨¢ teniendo durante la recesi¨®n. Esta guerra por lo ultrabarato, que convirti¨® en el pasado a Wal Mart en una corporaci¨®n sin compasi¨®n, es vista en pleno golpe de la crisis como uno de los salvadores del consumo.
Por menos de cinco d¨®lares se puede comprar ahora el "vino de la recesi¨®n" en una licorer¨ªa en el Upper West Side. Y por menos de 30 d¨®lares, degustar dos platos en uno de los restaurantes m¨¢s exclusivos de la Gran Manzana, con tres estrellas Michelin: es el conocido como men¨² democr¨¢tico, un placer inalcanzable para un ciudadano de clase media cuando la cosa est¨¢ boyante.
Pero sobre todo se nota en la vivienda. Como se suele decir, los periodos de dificultad econ¨®mica son tambi¨¦n una ventana de oportunidad para el que tiene efectivo bajo el colch¨®n, que con estos tipos de inter¨¦s rinde casi tanto como en el banco. No s¨®lo para poder comer a un precio asequible en un restaurante prohibitivo; tambi¨¦n para poder vivir en m¨¢s metros cuadrados.
El precio medio del alquiler en Manhattan cay¨® un 20% durante la crisis que hizo temblar a Wall Street, y en una proporci¨®n similar se abarat¨® el precio de compraventa de inmuebles. Lo que est¨¢ por ver es cu¨¢nto tiempo estar¨¢ abierta la venta. Las primas vuelven a subir como la espuma en el sector financiero, y eso marca el ritmo del gasto en la ciudad que nunca duerme.
Costco ya hace planes para cuando llegue el momento en el que el ciclo econ¨®mico cambie. Dice que no tiene intenci¨®n de subir precios para mejorar el margen de beneficios. Pero s¨ª que cambiar¨¢ el tama?o de los productos que vende, para as¨ª reducir costes. Quiz¨¢ los botes de mayonesa quepan en la estanter¨ªa en casa y ya no haya que almacenarlos en la ba?era.
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