La metamorfosis que falta

Como gallego que es, Juanma Roca, autor de este libro sobre los m¨¢steres m¨¢s preciados del planeta y las escuelas de negocios internacionales que los imparten, responde a la pregunta del t¨ªtulo con un depende. "?Har¨ªa un MBA? S¨ª. ?Es necesario para triunfar en el mundo de los negocios? Rotundamente no".

Bien es sabido que los altos directivos involucrados en la crisis financiera global que vivimos cursaron un master in business administration en las mejores escuelas de negocios del mundo, a excepci¨®n de Madoff, puntualiza el periodista. ?Son, por tanto, estas escuelas responsables de las malas pr¨¢cticas de sus antiguos alumnos y, por derivaci¨®n, de la recesi¨®n mundial? "Culpables no", dice Roca; pero s¨ª responsables de no haber hecho una reflexi¨®n autocr¨ªtica sobre c¨®mo han y est¨¢n formando a los directivos y qu¨¦ deber¨ªan cambiar, a tenor de las acusaciones de falta de ¨¦tica que se est¨¢n vertiendo sobre ellas, dado que todos los directivos implicados en esta crisis hab¨ªan pasado por sus aulas. Hay que fijarse en lo que estas instituciones deben aportar a la sociedad.

"?ste no es un libro contra las escuelas de negocios", advert¨ªa el autor en su presentaci¨®n, "sino un texto que quiere abrir un debate sobre los cambios que han de efectuar las escuelas para afrontar el futuro. Cambios en los que sus decanos tendr¨¢n mucho que decir". "Estamos en el momento de convertir el management en una profesi¨®n, una carrera en s¨ª misma". Y para refrendar sus impresiones de cambio pon¨ªa como ejemplo que actualmente tres de las siete instituciones de ense?anza de la gesti¨®n de negocios por excelencia (Harvard Business School, Chicago Booth School of Business y Kellogg School of Management) est¨¢n a la espera de elegir a sus decanos. Y probablemente ser¨¢n estos dirigentes quienes afronten el nuevo rumbo de los centros educativos, respondiendo as¨ª a los efectos de la crisis.

?Qu¨¦ hay que modificar en el funcionamiento de las escuelas si quieren seguir formando a los l¨ªderes del futuro? En su opini¨®n, desde las pruebas de acceso -"en el examen GMAT que realizan los candidatos lo que m¨¢s cuenta es una ecuaci¨®n no las capacidades espec¨ªficas del alumno", dec¨ªa el autor que trata este tema en un cap¨ªtulo de su libro al que ha denominado "Arist¨®teles fracasar¨ªa en el GMAT; Pit¨¢goras triunfar¨ªa"- hasta el m¨¦todo del caso, introducido por la Harvard Business School en 1924 y seguido a partir de ah¨ª como metodolog¨ªa por antonomasia por el resto de los centros. El m¨¦todo del caso est¨¢ muerto, proclama en otro de sus cap¨ªtulos; frente a ¨¦l surgen otros sistemas nuevos, como el de la simulaci¨®n. Por supuesto, sin olvidarse de reforzar sus clases de ¨¦tica empresarial.

Aunque el momento para la "revoluci¨®n" es el propicio, quiz¨¢s las escuelas de negocios internacionales lo dilaten, pues est¨¢n batiendo sus propios r¨¦cords en n¨²mero de alumnos matriculados, mientras el paro aumenta. "Tienen un negocio antic¨ªclico", argumenta el autor. Quiz¨¢s por ello algunas escuelas empiecen a reclutar candidatos casi sin experiencia profesional para cursar sus MBA de los que saldr¨¢n los directivos de las compa?¨ªas, "tirando hacia abajo sus exigencias para aprovechar el momento econ¨®mico que les es propicio".

Roca se fija sobre todo en las escuelas de negocios m¨¢s ilustres, fundamentalmente las norteamericanas. Aunque es consciente de que los grandes cerebros que est¨¢n surgiendo hoy en el mundo salen de las escuelas indias, que est¨¢n formando a los mejores ingenieros del globo.

?Y qu¨¦ hay de Espa?a? Nuestras escuelas son buenas, asegura Juanma Roca, y su mayor aportaci¨®n tiene que ver con la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa. "Est¨¢n haciendo cosas muy buenas en esas ¨¢reas", se?ala este periodista, doctor en Comunicaci¨®n y profesor de la materia, que suele dejar sentado que ¨¦l tambi¨¦n fue carne de m¨¢ster.