El Zaragoza no tiene remedio

Ni a las canicas gana el Zaragoza, que no pudo despachar al Xerez, colista y con diez por obra y gracia del ¨¢rbitro, que se invent¨® una tarjeta roja de a¨²pa. Las tablas finales, como mal menor.

Deteriorado por el traj¨ªn de directivos, t¨¦cnicos y poco f¨²tbol de las ¨²ltimas fechas, el Zaragoza se ha remozado abundantemente en invierno. Y, como le apremian las urgencias, todos salieron de inicio: Jarosik se desenvolvi¨® sin apuros, poco exigido ante la simplona arremetida adversaria; Eliseu se desat¨® las piernas y ense?¨® una velocidad punta atenazadora que hace presagiar un Zaragoza con cohetes por las bandas si Pennant decide perseguir la pelota y no fantasmas, y Chupete Suazo, que tiene un pecho desorbitado y quiz¨¢ alg¨²n kilo de m¨¢s, aport¨® alternativas sugerentes. Se mueve con criterio, baja balones con facilidad y combina con precisi¨®n. Pero tiene la cadera oxidada para buscar el marco rival. Una carencia a resolver, escaso como anda el Zaragoza de punter¨ªa. Lo celebr¨® el Xerez, equipo destemplado que s¨®lo asust¨® una vez a Carrizo con un testarazo desviado de Bermejo.

Suficiente tiene el Xerez con lo suyo, inmerso en un proceso concursal, en una operaci¨®n de compraventa y con Poyatos como t¨¦cnico provisional. El ¨¢rbitro, sin embargo, entendi¨® un juego peligroso de V¨ªctor S¨¢nchez como una agresi¨®n y revent¨® el plan azulino, el de abrigar la defensa y considerar el ataque como algo hom¨¦rico. Llegaron entonces los disparos de Ponzio, Suazo y Ander. Menos afinados que el libre directo de Eliseu, que estamp¨® el bal¨®n en un poste. Pero el Xerez soport¨® el arre¨®n, se encasquill¨® de nuevo el Zaragoza -tiros de Ponzio, Ander, Jarosik y uno ¨²ltimo a puerta vac¨ªa de Jorge L¨®pez- y los dos equipos fumaron la pipa de la paz.