Un hospital barcelon¨¦s prueba un robot para diagnosticar a pacientes

Dentro de unos a?os, deambular por los pasillos de un hospital ser¨¢ de todo menos aburrido. Adem¨¢s del continuo ajetreo de camillas, enfermeras y visitantes, uno podr¨¢ cruzarse con robots de m¨¢s de metro y medio de altura y una pantalla por cabeza donde se perfilar¨¢ la cara sonriente de un doctor saludando a sus colegas al pasar.

En realidad, ese m¨¦dico se encontrar¨¢ a cientos de kil¨®metros de distancia, tal vez en el sal¨®n de su casa, lo cual no le impedir¨¢ acudir virtualmente a la pr¨®xima intervenci¨®n quir¨²rgica de p¨¢ncreas o visitar a sus pacientes. Esto ya es realidad en m¨¢s de 350 hospitales en el mundo, la mayor¨ªa en Estados Unidos, que utilizan el RP-7, un robot m¨®vil inal¨¢mbrico de la compa?¨ªa americana InTouch Health. El hospital de Vall d'Hebron de Barcelona es el primero espa?ol en probarlo para presenciar en directo operaciones de cirug¨ªa pedi¨¢trica realizadas en el Johns Hopkins de Baltimore (EE UU) o permitir a doctores en Buenos Aires asistir virtualmente a intervenciones del centro catal¨¢n.

Basta un port¨¢til con webcam conectado a Internet (v¨ªa Wi-Fi o 3G) para manejar remotamente el RP-7. El m¨¦dico visualiza en su ordenador lo que retransmiten dos c¨¢maras de alta definici¨®n del robot, una de ellas con objetivo de gran angular. Con el rat¨®n o un joystick controla las escapadas del RP-7 por pasillos y habitaciones en el hospital de destino.

El robot, de 1,65 metros de altura y 100 kilos de peso, capaz de girar 360 grados en segundos, muestra en su pantalla el rostro del doctor captado por la webcam del port¨¢til. Un altavoz comunica a ambos lados. El resultado es una especie de androide humanizado (o doctor robotizado) sorprendentemente efectivo.

"La calidad de la imagen es extraordinaria, aprecias la pupila de un paciente a la perfecci¨®n o un l¨ªquido caer gota a gota. Lo ves todo", explica Vicen? Mart¨ªnez, director de procesos quir¨²rgicos del hospital.

El centro se conecta hasta cuatro veces al mes desde hace dos a?os con el RP-7 del Johns Hopkins para presenciar intervenciones poco habituales. El robot del hospital catal¨¢n facilita a otros pa¨ªses asistir a operaciones de Vall d'Hebron.

Robot para lugares remotos

El objetivo para 2010 es todav¨ªa m¨¢s ambicioso. Un robot de este tipo permitir¨ªa a hospitales de escasos recursos en peque?as localidades contar virtualmente con la presencia de especialistas. Con el n¨²mero de facultativos cayendo a?o a a?o, la soluci¨®n apunta a la telemedicina. "Muchos centros no cuentan con un hepat¨®logo o un neum¨®logo. En lugar de trasladarnos all¨ª, podemos ayudar desde aqu¨ª con el robot", dice Mart¨ªnez.

El RP-7 es aplicable a cualquier ¨¢rea m¨¦dica, desde ginecolog¨ªa a traumatolog¨ªa. Tambi¨¦n a varias tareas, como presenciar intervenciones, diagnosticar a pacientes o pasar consulta. Las pruebas de este a?o servir¨¢n para medir los beneficios de esta t¨¦cnica: reducir la mortalidad, minimizar el tiempo de estancia en el hospital, recortar gastos al eliminar traslados de especialistas...

Los 160.000 euros que cuesta el aparato no parecen ser un obst¨¢culo para el despliegue en otros hospitales. "Lo m¨¢s complejo es poner de acuerdo a todas las partes, administraci¨®n, doctores, hospitales...", explica Joan Comes, responsable de rob¨®tica de Palex Medical, distribuidora del RP-7. "Basta con una conexi¨®n a Internet para transportar a un especialista a cualquier parte del mundo. Ese potencial debe aprovecharse".