"Ha sido insufrible", reconoce Quique
Quique Flores quer¨ªa aprovechar la ola de cari?o y resultados y evitar que el Atl¨¦tico naufragara y terminase partido por la mitad. No fue posible. No hubo forma. El mejor equipo de enero, seg¨²n las estad¨ªsticas, dio la de arena. "Hemos vuelto a tener una sucesi¨®n de errores y firmado un encuentro realmente malo. No lo hemos sabido leer... Ni cambiando el dibujo del 4-2-3-1 al 4-4-2 en l¨ªnea o en rombo hemos respondido, las cosas como son... Lo mejor es el marcador porque lo dem¨¢s ha sido insufrible", dijo el t¨¦cnico rojiblanco con el ce?o fruncido.
"Lo mejor, el resultado; para qu¨¦ nos vamos a enga?ar", coincidi¨® con ¨¦l De Gea. "Es normal que Quique o los aficionados se cabreen", a?adi¨®. "Despu¨¦s de lo que hemos hecho...", se sincer¨® Reyes. Valera se manifest¨® en la misma l¨ªnea. Nadie m¨¢s habl¨®.
Antes de volver "a pegarse un tiro en el pie" y regalar un gol al Celta como tanto se tem¨ªa Quique, el Atl¨¦tico mostr¨® su lado m¨¢s solidario. La obra social del club, en sinton¨ªa con la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional al Desarrollo (AECID), la Cruz Roja y Entreculturas, que promueve la educaci¨®n universal y gratuita, recaudaron fondos bajo el lema Juntos por Hait¨ª. Un centenar de voluntarios apel¨® al terrible terremoto que sacudi¨® al pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica para sacudir las conciencias y llenar las huchas que hac¨ªan tintinear. Algunas las portaban jugadores del Atl¨¦tico B, del C y del juvenil. Antes del partido, la embajadora de Hait¨ª en Espa?a, Yolette Azor-Charles, agradeci¨® a trav¨¦s de los videomarcadores la ayuda que est¨¢ recibiendo el pa¨ªs caribe?o.
Tambi¨¦n fue una noche especial para Pern¨ªa. El lateral hispano-argentino, que aguant¨® una hora en la que qued¨® patente su falta de rodaje, volvi¨® a disputar un encuentro tras el accidente de tr¨¢fico que casi le cost¨® la vida en julio de 2009 en una noche lluviosa. La ovaci¨®n fue atronadora. Otro ejemplo m¨¢s de que la grada hab¨ªa enterrado el hacha de guerra. De lo contrario, no se explica que casi 45.000 creyentes acudieran en masa al estadio y se mordieran la lengua m¨¢s de lo debido mientras su escuadra volv¨ªa a hacer de las suyas. Al final, no pudieron m¨¢s y, pito va, pito viene, terminaron despotricando: "?Atleti, ¨¦chale huevos!".
Eusebio, el preparador del Celta, resumi¨®: "Hemos impuesto nuestra forma de ver el f¨²tbol y deber¨ªamos habernos ido con al menos un gol de ventaja, pero ah¨ª estaba De Gea".
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