"Soy de m¨¢s ayuda viva que en la tumba"
La periodista congole?a est¨¢ amenazada de muerte en su pa¨ªs
Envuelta en un vestido africano multicolor y con las u?as pintadas de lila, Caddy Adzuba llama la atenci¨®n entre los comensales del Boca¨ªto. Ella es el punto m¨¢s alegre del local, aunque probablemente tenga la historia m¨¢s triste de todos. Hemos elegido esta taberna de Chueca (Madrid) porque Adzuba quiere comida espa?ola, aunque luego, ante la carta, se corta, esquiva las recomendaciones y tira por lo que le resulta familiar: sopa, tortilla y pescado, en este caso, pesca¨ªto frito.
A sus 28 a?os, esta periodista de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo est¨¢ amenazada de muerte. Necesita un visado para ponerse a salvo y ausentarse un tiempo de su pa¨ªs. "Soy de m¨¢s ayuda viva que en la tumba", dice Adzuba, que ha sido reconocida con los premios de periodismo Julio Anguita Parrado y por El Club de las 25.
Boca¨ªto. Madrid
- Dos consom¨¦s: 7,20 euros.
- Tortilla de champi?¨®n: 8,70.
- Fritura malague?a: 36,90.
- Tres copas de blanco: 8,40.
- Pan y aceitunas: 3,80.
Total (con IVA): 69,55 euros.
La periodista congole?a est¨¢ amenazada de muerte en su pa¨ªs
La mayor de ocho hermanos, creci¨® en un barrio acomodado de Bukavu (Congo). "Tuve una buena infancia. Si pudiera, volver¨ªa. Viv¨ªamos en una buena zona, muy limpia. Me gustaba la vida". En 1994, cuando ten¨ªa trece a?os, empezaron a llegar refugiados tutsis huyendo de las masacres de Ruanda. "Les llev¨¢bamos comida, ropa...", explica Caddy, que come poco porque habla mucho y en un perfecto franc¨¦s. Dos a?os m¨¢s tarde, cosas de la vida, era ella la refugiada. "Estall¨® la guerra y huimos. Asesinaron a mucha gente. Me perd¨ª de mis padres y continu¨¦ la marcha sola. Vi a mujeres dar a luz en la calle, a ni?os enfermos... Cuando logr¨¦ volver con mi familia el reencuentro fue muy dram¨¢tico, todos quer¨ªan tocarme. Esa noche dorm¨ª en la cama de mis padres. Hab¨ªan saqueado la casa y los militares nos robaron el coche, pero al menos ten¨ªamos techo. Comenzamos de cero, como todos. Poco despu¨¦s estall¨® de nuevo la guerra, que nunca ha parado, pero esta vez nos quedamos. Fue horrible, mataban por nada. Y entonces decid¨ª hacer algo por los derechos humanos".
Adzuba se inscribi¨® en Derecho y se plant¨® en la radio nacional a pedir trabajo. "Consegu¨ª testimonios de mujeres que hab¨ªan sufrido violencia sexual, mutilaciones y torturas genitales terribles, pero no me dejaban contarlo. S¨®lo pod¨ªa cubrir las visitas oficiales y me fui", dice la periodista, que acaba con los calamares de la fuente.
Desde entonces, Adzuba ha trabajado para la ONG Search For Common Ground y en la radio de Naciones Unidas. Con otras periodistas congole?as cre¨® el grupo Mujeres de los Medios, que denuncia la impunidad de la violencia contra las mujeres en su pa¨ªs. A algunos no les gusta que lo hagan. Desde 2006 han sido asesinados tres periodistas congole?os de una bala en la cabeza. "No se ha investigado, pero sabemos que son los hombres del poder, que quieren callarnos". Tras el entierro del ¨²ltimo de ellos, en agosto, un grupo de militares la amenazaron de muerte al llegar a casa. Luego recibi¨® un SMS: "Hab¨¦is adoptado malos h¨¢bitos meti¨¦ndoos en lo que no os importa (...). Vais a morir para cerraros la boca".
Adzuba tiene miedo: "He empezado a ver las cosas de otro modo. No quiero morir por nada. Mi objetivo ahora es movilizar a la sociedad civil internacional. Todos los d¨ªas se habla de Irak pero en Congo han muerto tres millones de personas en 14 a?os de guerra. Quinientas mil mujeres han sido agredidas. ?Y eso qui¨¦n lo sabe? Nadie. Mi idea es volver cuando se olviden un poco de m¨ª, pero para eso necesito un visado. ?T¨² sabes c¨®mo puedo obtener uno?".
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