"Acepto el enfado y el calent¨®n"
Aunque ahora sea la mano derecha de M¨ªchel en el Getafe, Juan Eduardo Esn¨¢ider (Mar del Plata, Argentina; 36 a?os) sigue yendo de cara, sin esconderse ante nada ni nadie, igual de expresivo que cuando intimidaba a los defensas m¨¢s persuasivos y se inventaba goles imposibles. "Era lo que mejor se me daba, lo ¨²nico que sab¨ªa hacer, le ten¨ªa fobia a los estudios as¨ª que o me hac¨ªa futbolista o boxeador, a lo que tambi¨¦n me dediqu¨¦ hasta los 15 a?os", dice, tan directo y cercano como siempre, antes de la visita de ma?ana del Atl¨¦tico, otro de los equipos por los que desfil¨® con permiso del Madrid, el Zaragoza, el Espanyol, el Juventus... ?ste es un resumen de sus 20 a?os de servicio, de sus 74 goles y sus nueve expulsiones en la Liga, en definitiva, de su forma de entender la vida:
- El genio: "No me enfadaba a veces, me enfadaba todo el d¨ªa". "Claro que ten¨ªa prontos muy malos, pero mis reacciones nunca fueron estudiadas, no las hac¨ªa con maldad ni para meter ciza?a. Eran instintivas. Ahora soy m¨¢s maduro, controlo mejor mi car¨¢cter, aunque el d¨ªa de Zaragoza me expulsaron porque me enoj¨¦ con Marcelino y su ayudante por una tonter¨ªa. Los jugadores dicen que los gestos de mi cara delatan mi estado de ¨¢nimo; saben cu¨¢ndo voy en broma y cu¨¢ndo no".
- El mejor gol: "Quer¨ªa celebrar solo el de la Recopa". "Fue muy emotivo, no quer¨ªa que se me acercaran el resto de compa?eros porque ante el Arsenal disputamos la final m¨¢s importante de nuestras vidas [el Zaragoza gan¨® 2-1] y porque est¨¦ticamente me gust¨®. Nunca fui de hacer demasiados goles, tuve muy pocas veces en mi carrera el instinto de ser un goleador-goleador".
- La belleza como principio: "Fallaba muchos goles por hacer algo de m¨¢s".
"Hay que ser m¨¢s simple y efectivo. Aunque no sea bonito, aunque sea feo, un gol es un gol. Cosa que yo no hac¨ªa. Me entreten¨ªa much¨ªsimo... Disfrutaba haciendo ese tipo de jugadas tan preciosas, pero ahora me doy cuenta de que no eran productivas. As¨ª lo habl¨¦ por ejemplo con Miku; se gusta mucho a la hora de definir. Como se recreaba en el entrenamiento de antes de esta charla, le par¨¦ y le aconsej¨¦, sin recriminarle nada, que debe terminar antes las jugadas".
- El manejo del vestuario: "La comunicaci¨®n es poder". "Hay que estar muy cerca de los jugadores, sin tratar de ser uno m¨¢s de ellos, porque no lo somos, pero conviene ser humano. Acepto el enfado y el calent¨®n siempre que luego te escuchen. Mi car¨¢cter me ayuda a entender muchas situaciones, como cuando Soldado protesta por algo al ¨¢rbitro. ?Me pongo en su piel! A veces entraba en alg¨²n partido dici¨¦ndome 'hoy no voy a protestar', pasaban 20 minutos y no tocaba la pelota. Pensaba m¨¢s en no protestar que en jugar. Y claro, as¨ª no jugaba".
- Los ¨ªdolos: "Me enamor¨¦ de Careca". "Ten¨ªa 5 a?os cuando fue el boom de Kempes, el que m¨¢s me marc¨® en la infancia. Me gustaba su estilo, su forma de trabajar los partidos. Despu¨¦s descubr¨ª a Careca, un delantero brasile?o que jugaba en el N¨¢poles con Maradona. Era fant¨¢stico, me fascinaba su facilidad de girar, de controlar el bal¨®n, no era el t¨ªpico nueve de pelear y chocar. Fue el que m¨¢s me marc¨®, intent¨¦ jugar muy parecido a ¨¦l, aunque indudablemente Van Basten tambi¨¦n fue una referencia importante: muy elegante, muy buen pie, remataba muy bien de cabeza, cosa que a m¨ª nunca se me dio muy bien...".
- La relaci¨®n con M¨ªchel: "Procuro no incordiarle". "Trato de ser la persona en la que se apoye, ya sea en una duda o simplemente para hablar o desahogarse. Tambi¨¦n procuro ver circunstancias distintas de un partido, doy mi opini¨®n en los entretiempos o no, aunque depende porque pocas veces tenemos diferencias. Miguel y yo tenemos una muy buena relaci¨®n, pero no es lo mismo ser amigo que trabajar juntos, as¨ª que procuro ubicarme, hablar en los momentos apropiados, no molestarle porque a fin de cuentas es el entrenador principal y el que decide. Ahora que me veo en este lado, el d¨ªa que lo sea prestar¨¦ mucha m¨¢s atenci¨®n al segundo de lo que cre¨ªa".
- El Getafe: "No tenemos techo". "El equipo est¨¢ encarrilado, estamos mucho m¨¢s asentados y compactos, al principio ¨¦ramos m¨¢s irregulares. Plantearlo m¨¢s defensivo no le servir¨ªa, no sabr¨ªamos. Por eso armamos un equipo ofensivo. De la otra forma no lo veo; tenemos jugadores con buen pie, r¨¢pidos, con los que en diversos casos podemos replegarnos y jugar a la contra o mantener el bal¨®n... Ser¨ªa absurdo renunciar a lo que tenemos".
- Los malos momentos: "Me equivoqu¨¦ mucho pero fui el primero en reconocerlo". "A veces la gente me recuerda el penalti que fall¨¦ contra el Ajax, en cuartos de la Champions de 1996-97 con el Atl¨¦tico, para quedar simp¨¢ticos... ?Ya me rompe las bolas! El que m¨¢s sufri¨® con el penalti fui yo, que estuve dos d¨ªas enteros llorando. Me tuve que ir por eso del Atl¨¦tico. Bueno, por lo que le dije a [Radomir] Antic cuando me cambi¨®. Como entrenador no tengo nada que decirle, te pod¨ªa gustar m¨¢s o menos pero yo no era nadie para discutirle, pero otra cosa era el trato. ?Qu¨¦ le dije? Cosas irreproducibles...".
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