Centro de masajes, pero no de cuello
La polic¨ªa detiene a un matrimonio acusado de regentar un burdel en la calle de Vel¨¢zquez en el que trabajan mujeres chinas
El negocio est¨¢ situado en la calle de Vel¨¢zquez, muy cerca de la milla de oro de Ortega y Gasset. Parece una cosa, pero ha resultado ser otra. La Brigada X de Extranjer¨ªa del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa detuvo ayer a un matrimonio que, presuntamente, regenta un burdel en el que trabajaban mujeres asi¨¢ticas sin la documentaci¨®n en regla. El delito que se imputa a la pareja, un espa?ol de 59 a?os y una mujer de origen chino de 42, es el de explotaci¨®n laboral.
En el portal de al lado hay una joyer¨ªa de lujo protegida con pivotes de hierro y en el mismo edificio, pero una planta m¨¢s arriba, se ubica la peluquer¨ªa Ruphert abierta desde hace tres meses. "Uy, no sab¨ªamos nada", dice el c¨¦lebre peluquero, que insiste en que ¨¦l peina "a estrellas y mujeres divinas" y no conoce el caso.
Una mujer de rasgos orientales elige a la muchacha adecuada para el trabajo
Pero la historia se desarrolla dos metros m¨¢s abajo. All¨ª, ayer mismo, segu¨ªan ejerciendo la prostituci¨®n varias mujeres. El centro de masajes, al que deja acceder una se?ora de mediana edad que palmea el culo del visitante nada m¨¢s traspasar el umbral, consta de tres dormitorios con colchones antiguos de matrimonio bastante desvencijados y unas mesillas con preservativos. Ninguna camilla a la vista, ninguna s¨¢bana. Por los pasillos, sin embargo, hay dibujos de un cuerpo humano y un croquis de sus zonas de "relax".
Varias mujeres de unos 25 a?os salen de los dormitorios y revolotean alrededor del extra?o. Pero es la mujer madura, tambi¨¦n de rasgos orientales, quien elige a la muchacha adecuada para el trabajo.
La chica encargada del masaje, con una especie de camis¨®n muy corto, se?ala la cama y pone cara extra?a cuando se le interpela por un masaje en el cuello. Pregunta a la se?ora de mediana edad y ambas convienen en que la que sabe dar esa clase masajes est¨¢ ocupada y lo mejor ser¨¢ que el cliente espere o se vaya. La sala de espera tiene cristaleras y unos sof¨¢s verdes. All¨ª tambi¨¦n hay esquemas de cu¨¢les son las zonas relajantes. Finalmente, el visitante se va.
"A algunos les ha tenido que pasar que van a que les den un masaje normal y se deben quedar alucinados", comenta una fuente policial. Porque la apariencia exterior del lugar es bastante equ¨ªvoca. Unas cristaleras a la altura de las pantorrillas del viandante enmarcan un tabl¨®n con los precios de los masajes. Los trabajos tienen nombres sugerentes en chino y tambi¨¦n se recomienda probar el t¨¦ medicinal de este pa¨ªs para relajarse mucho. Incluso en la puerta exterior, junto a las de abogados y empresas con apellidos en ingl¨¦s, figura la placa met¨¢lica del lugar.
El portero, que ocupa un peque?o chisc¨®n cercano al "centro de masajes", desconoc¨ªa la intervenci¨®n policial. Pero, seg¨²n los agentes, las sospechas partieron de una denuncia de alguien que insinu¨® que all¨ª podr¨ªan estar trabajando en condiciones ilegales. Ante el continuo trasiego de gente, explica la polic¨ªa, se inici¨® una investigaci¨®n que concluy¨® que el comercio estaba abierto desde la ma?ana hasta la madrugada. Sin embargo, el cartel del negocio dice que cierra a las diez de la noche. Ninguno de los vecinos del inmueble dice saber nada de las actividades en el centro de masajes.
La pareja detenida, que ya ha sido puesta en libertad, tiene antecedentes por hechos iguales en los a?os 2007 y 2009. Las mujeres sin documentaci¨®n fueron trasladadas a comisar¨ªa. En total fueron cuatro las trabajadoras sin documentaci¨®n. En la operaci¨®n tambi¨¦n particip¨® la Inspecci¨®n de Trabajo del Gobierno regional.
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