?Hay alguien en el Consell?
Que el Ayuntamiento de Torrevieja nombre a Francisco Camps hijo adoptivo en un pleno celebrado al despuntar el alba para evitar las protestas de quienes no est¨¢n de acuerdo es todo un s¨ªntoma. Que el presidente del Consell apenas pise Valencia porque prefiere estar viajando de Madrid a Bruselas y de Bruselas a Nueva York es otro s¨ªntoma. Que al pleno del Consell falte el jefe del Ejecutivo y dos de sus vicepresidentes da que pensar. Y que el sector tur¨ªstico -y no s¨®lo, tambi¨¦n muchos alcaldes del PP- se sienta abandonado en Fitur porque Francisco Camps sufra urticaria ante los medios de comunicaci¨®n y a su vicepresidente econ¨®mico se le suba el ego a la parra es para preocuparse.
Hace un a?o ninguna de estas cosas hubiera sucedido. Torrevieja habr¨ªa celebrado el pleno con toda la parafernalia de la que es capaz su alcalde. Camps se pasear¨ªa por la Comunidad Valenciana en olor de multitudes y el vicepresidente econ¨®mico, Gerardo Camps, por muy echado para adelante que sea en esta vida, se lo hubiera pensado dos veces antes de dejar plantados a los empresarios tur¨ªsticos. Pero hace un a?o estall¨® G¨¹rtel y ya nada es como entonces.
De hecho, nada es como hace apenas cuatro meses. De entonces ac¨¢, la valoraci¨®n ciudadana del presidente de la Generalitat se ha derrumbado, el PP cae en todas las encuestas conocidas por primera vez en quince a?os, pese a la crisis econ¨®mica y pese a Zapatero. Los esfuerzos del vicepresidente tercero Juan Cotino agitando las emociones sirven para bien poco y el trabajo m¨¢s racional del consejero-portavoz, Rafael Blasco, tampoco luce demasiado.
Los sondeos que manejan populares y socialistas, con independencia de los puntos que seg¨²n unos u otros habr¨ªa perdido el PP en la Comunidad Valenciana, coinciden en detectar la p¨¦rdida de apoyos electorales en las clases urbanas que, mayoritariamente, se van a la abstenci¨®n. Tambi¨¦n destaca que el PSPV apenas capitaliza el desgaste del PP arrastrado por Camps. Los socialistas suben entre uno o dos puntos, lo que dice bastante de la falta de proyecto y de discurso del partido que lidera Jorge Alarte. ?Qu¨¦ sucede, entonces, con esos electores que se declaran abstencionistas? Algunos observadores opinan que podr¨ªan acabar en el partido de Rosa D¨ªez si logra encontrar unos candidatos suficientemente atractivos. El pluralismo democr¨¢tico, tan marchito por la izquierda, podr¨ªa enriquecerse por el centro.
A Camps hace tiempo que le empezaron a crecer los enanos. Rajoy muestra su predilecci¨®n por el presidente murciano a la hora de tratar la cuesti¨®n del agua. Ya no manda en G¨¦nova. Y su autoridad se resquebraja a ojos vista en su propio gobierno. Escogi¨® la figura del Don Tancredo para as¨ª delegar funciones de gobierno en sus consejeros. Y as¨ª le ha ido. No hay una pol¨ªtica reconocible que no sea la del victimismo y la de su escapismo viajero, ora Abu Dhabi ora Nueva York. El caso es poner tierra de por medio entre ¨¦l y los problemas. As¨ª se le sube a las barbas cualquiera que aparente algo de personalidad pol¨ªtica. Un representante de la sociedad civil valenciana le sentenci¨® con dos palabras: "Es un blando". ?Hay alguien en el Consell?
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