Esto no es un cuento chino
Aprender mandar¨ªn se pone de moda ante el avance de la econom¨ªa asi¨¢tica
China acaba de desplazar a Jap¨®n como segunda econom¨ªa mundial. "Con m¨¢s de 1.300 millones de habitantes, no hay que ser un gur¨² para darse cuenta del gran futuro que le espera a este pa¨ªs. Y de las oportunidades laborales y de negocio que tendr¨¢n aquellas personas que estudien su lengua", se?ala Jos¨¦ Ami¨¢n, gerente de la academia de mandar¨ªn Macma, creada hace cuatro a?os y que hoy cuenta con 980 alumnos, casi el doble que el a?o pasado y el triple que el anterior, asegura.
El estudio de la lengua china se ha puesto de moda en Espa?a como el que m¨¢s. De hecho, en la Escuela Oficial de Idiomas de Madrid, donde cursan mandar¨ªn 300 alumnos anualmente, las solicitudes de matr¨ªcula han llegado este a?o a 1.200. Y eso que se trata de un idioma complicado, cuyo plan de estudios se prolonga durante ocho a?os.
Como la demanda no deja de crecer, cada vez m¨¢s centros de estudios y academias se apuntan a su ense?anza. Por ejemplo, el centro ling¨¹¨ªstico Enforex empez¨® a impartir chino el pasado curso en sus aulas de Madrid y el Centro de Estudios Adams lo ha hecho ¨¦ste, seg¨²n informan ambas compa?¨ªas. El director de la academia de Enforex, Kamal Sirra, mantiene que se tardan unos cuatro o cinco a?os en llegar a escribir y leer esta lengua en su nivel inicial.
Silvia del Pozo es una directiva en paro que ha aprovechado esta situaci¨®n para aprender mandar¨ªn. "Quiero hacer un proyecto empresarial en China. Intento reorientarme profesionalmente y, despu¨¦s de trabajar en Endesa y Cemex, lo que me interesa es participar en el accionariado de una compa?¨ªa que desarrolle proyectos en China, que es el futuro", afirma. Su objetivo es aprender en 12 meses 500 caracteres del idioma, precisamente lo m¨¢s complejo, pues para entenderse bien en mandar¨ªn hay que memorizar unos 2.000 o 3.000 signos.
Para Del Pozo, que estudia diariamente a trav¨¦s de Internet y da una clase presencial de una hora a la semana con un profesor chino de Macma, el mandar¨ªn va a ser una gran ventaja competitiva en el mundo laboral, "hay que pensar que China tiene un mercado local tan potente que podemos hacer negocios all¨ª. Adem¨¢s, en unos cinco a?os, muchas empresas chinas se habr¨¢n implantado en Europa y necesitar¨¢n gente que hable su idioma", se?ala.
Jos¨¦ Manuel Gil es un empresario que ha decidido estudiar mandar¨ªn, pero m¨¢s por sus hijos que por ¨¦l mismo, seg¨²n declara. "Llevamos dos a?os dando clases particulares en familia y aprender los signos es la mayor dificultad, puesto que la gram¨¢tica, al no tener verbos, es m¨¢s sencilla que la nuestra. Tambi¨¦n la pronunciaci¨®n es dif¨ªcil", dice.
Su caso, seg¨²n Ami¨¢n, es el m¨¢s habitual. De hecho, su academia naci¨® para ense?ar chino a los hijos de ejecutivos de multinacionales con visi¨®n de futuro. Macma no tiene aulas propias, imparte clases en colegios, empresas como Telef¨®nica o Grupo Santander
y en casas. Tiene 30 profesores chinos y cobra entre 30 y 40 euros por hora. En la Escuela Oficial de Idiomas las cuatro horas y media semanales que se dan al mes salen por 100 euros sea el idioma que sea y en Enforex el trimestre cuesta 330 euros (tres horas semanales). -
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