Las protestas contra el cementerio nuclear se ceban en la Generalitat
Los socios del PSC espolean la marcha y redoblan la presi¨®n sobre Montilla
Bajo las pancartas a favor del almac¨¦n de residuos nucleares que hab¨ªan colgado de madrugada manos municipales, unos 2.500 manifestantes cargaron ayer en Asc¨® (Ribera d'Ebre) contra esa infraestructura afinando sus miras hacia un mismo blanco: la Generalitat, a la que exigieron que fuerce al Consistorio a rechazar la candidatura para acoger el llamado almac¨¦n temporal centralizado (ATC), que debe formalizarse en el pleno municipal del pr¨®ximo martes. Los l¨ªderes de Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa-Esquerra Unida (ICV), Joan Puigcerc¨®s y Joan Herrera, apoyaron las protestas para afinar el tiro de los manifestantes y cargarle toda la culpa al PSC.
"El presidente Montilla debe pronunciarse y tomar las riendas del asunto", coincidieron para dejar claro que las cr¨ªticas lanzadas al tripartito, integrado por sus propias formaciones, son perdigones dirigidos en exclusiva al presidente, el socialista Jos¨¦ Montilla.
Los manifestantes desconf¨ªan de ERC e ICV, y les acusan de "buscar la foto"
As¨ª lo asumieron los manifestantes, que tambi¨¦n silbaron contra CiU por su indefinida amenaza de expedientar al alcalde de Asc¨®, el convergente Rafael Vidal, si propone el pueblo como sede del ATC gracias al voto decisivo de un concejal socialista. La marcha, integrada por ciudadanos de pr¨¢cticamente todas las comarcas de Tarragona, apenas reuni¨® a una veintena de residentes en Asc¨®. La mayor¨ªa del pueblo, de 1.600 habitantes censados pero con alrededor de un millar de residentes, ote¨® la manifestaci¨®n desde las azoteas y ventanas de sus viviendas. Resulta complejo interpretar si las cabezas se medio asomaban en los balcones en muestra de apoyo, rechazo o temor a que el territorio criminalice al municipio que pretende aunar el principal mayor polo nuclear de la Europa meridional. La marcha dej¨® claro que no se acusa a un pueblo al que nadie ha consultado, sino a los l¨ªderes pol¨ªticos que refrendaron en el Parlament una moci¨®n en contra de acoger el ATC que, al parecer, se redact¨® en papel mojado. Del "Asc¨®, Catalu?a dice no" las consignas evolucionaron hasta el "todos somos Asc¨®", coreado entre aplausos.
"Nadie ha preguntado al pueblo, este Ayuntamiento no tiene legitimidad para pedir el ATC en nombre del municipio", subray¨® el portavoz de la Coordinadora Anticementerio Nuclear (CANC), Sergi Saladi¨¦. El Consejo Comarcal de la Ribera d'Ebre, integrado por cuatro miembros de ERC y seis del PSC, decidi¨® encerrarse ayer en la sede del consejo en se?al de protesta. "Montilla debe ejercer de presidente y no de ministro de Industria", dijo el portavoz de la CANC para dejar claro a qui¨¦n se le reclaman explicaciones.
Pero el PSC sigue con su silencio a la espera del almuerzo que los tres l¨ªderes del partido suelen compartir todos los lunes. Ayer, el viceprimer secretario del partido, Miquel Iceta, no hizo ninguna referencia a la pol¨¦mica en el blog que actualiza todos los domingos.
"La Generalitat tiene que hacer todo lo posible para evitar que el ATC venga a Catalu?a", dijo Joan Herrera antes de empezar la marcha, como si ICV, el partido que dirige, no formara parte del Ejecutivo. "El Gobierno catal¨¢n y su presidente tienen que posicionarse", advirti¨® Puigcerc¨®s, como si el tripartito no fuera con ¨¦l. "Este mi¨¦rcoles le preguntar¨¦ sobre el asunto al presidente en el Parlament para que quede constancia", a?adi¨®. De esa necesidad de quedar constancia sin aparente compromiso brotaron los abucheos y el escepticismo hacia el escenario pol¨ªtico de la marcha. Los manifestantes se quejaron de que los l¨ªderes y sus s¨¦quitos echaran a correr cuando la manifestaci¨®n empez¨® para situarse en primera fila, al calor de los focos. Las quejas se repitieron luego cuando retrasaron ese arranque de la marcha para atender a los medios de comunicaci¨®n. "Todos buscan la foto", se lamentaba lejos de la clac Jaume Bosch, de 34 a?os, llegado desde Reus. ?Servir¨¢ de algo su viaje para acudir a la protesta? "Depende", se encogi¨® de hombros Bosch. "Los ciudadanos de a pie tampoco podemos hacer mucho m¨¢s".
M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 37
"Si el almac¨¦n viene, nos vamos"
El trajinar de cervezas, refrescos y bolsas de patatas sobre la mesa no casa con la decepci¨®n de los Serrano, familia que reposa en un bar del cansancio acumulado tras una ma?ana de protestas y tantas semanas de discusiones vecinales. "Que lo instalen aqu¨ª si quieren, pero nosotros nos iremos. Los siete", asegura Elena Ter¨¢n, c¨¢ntabra de 51 a?os, que tiene cinco hijos y se mud¨® a Asc¨® tras casarse con su marido hace tres d¨¦cadas. En el local la acompa?an sus hijas, Claudia y Elena Serrano, que ya se ven m¨¢s fuera de Asc¨® que dentro. "Si este almac¨¦n viene, los Serrano nos vamos", explica entre bufidos Elena, de 21 a?os, que lleva un altavoz m¨¢s grande que su cabeza a trav¨¦s del cual no ha cesado de gritar durante la manifestaci¨®n.
Asc¨® es un pueblo agradecido a la industria nuclear, que le ha dado la poblaci¨®n y el dinero que nunca tuvo. Los dos reactores aportan riqueza y empleos a un viejo municipio de agricultores que ya apenas cultivan nada. Pero en este contexto tambi¨¦n hay vecinos contrarios a acoger el almac¨¦n de residuos nucleares (ATC), aunque prefieren optar por el anonimato silencioso. "Somos como los topos, nos escondemos bajo el suelo", dice un anciano tambi¨¦n contrario a la acogida del ATC. Los Serrano se oponen y no se esconden, aunque prefieren irse sin dejarse retratar en familia. "Ya nos hab¨¦is fotografiado antes", se excusa la hija.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Comarcas
- Cementerios nucleares
- Ribera d'Ebre
- Comunidades aut¨®nomas
- Administraci¨®n comarcal
- Instalaciones residuos
- Protestas sociales
- Orden p¨²blico
- Ayuntamientos
- Provincia Tarragona
- Seguridad ciudadana
- Catalu?a
- Malestar social
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Energ¨ªa nuclear
- Administraci¨®n local
- Problemas sociales
- Espa?a
- Equipamiento urbano
- Administraci¨®n p¨²blica
- Urbanismo
- Justicia
- Sociedad
- Energ¨ªa