El Atl¨¦tico consigue empeorar

Era dif¨ªcil que el Atl¨¦tico empeorara. Imposible, casi. Pues lo ha logrado. Lo hizo ayer, en Getafe, donde ejecut¨® otro partido lacrim¨®geno, incapaz como fue de crear una sola ocasi¨®n digna de recibir ese calificativo. Sin alardes, el Getafe fue superior al Atl¨¦tico de principio a fin. No firmaron una victoria m¨¢s contundente los de M¨ªchel porque no lo necesitaron, poco o nada amenazada su defensa, apenas exigido en la zona de creaci¨®n, sinti¨¦ndose en el para¨ªso cada vez que alguno de sus extremos alcanzaba el bal¨®n en una u otra banda. As¨ª naci¨® el gol, claro, en una jugada de tiral¨ªneas, perfecta en su elaboraci¨®n y demoledora en su ejecuci¨®n.

Porque vio Soldado la arrancada por la derecha de Pedro Le¨®n (?o era M¨ªchel?; ah, no, que ¨¦ste andaba en el banquillo vestido de etiqueta) y le entreg¨® el bal¨®n para que el extremo, emulando a su entrenador, mandara el centro, raso, largo, por detr¨¢s de todos los defensas, que llegaban reculando, perdida de vista la pelota y, de paso, el norte. Pedro Le¨®n dibuj¨® un pase que era una maravilla y al palo m¨¢s lejano lleg¨® como un tiro Manu del Moral, un siglo antes que Valera, para marcar con la izquierda. El gol hac¨ªa justicia a la insistencia del Getafe, por mucho que su f¨²tbol fuera m¨¢s gris¨¢ceo de lo habitual, temeroso como se mostr¨® a ratos, algo cohibido a la hora de lanzarse con todo al ataque por aquello de que entre las escas¨ªsimas virtudes del Atl¨¦tico, que alguna debe tener, est¨¢ su legendaria afici¨®n al contragolpe. Un contrataque logr¨® enhebrar ayer.

Emul¨® Pedro Le¨®n a M¨ªchel y su centro, perfecto, lo mand¨® a la red Manu del Moral

Por si no tuviera suficiente, el Atl¨¦t de Assun?ao

La culpa de que el Atl¨¦tico perdiera fue del Atl¨¦tico. En exclusiva. La culpa de que lo hiciera por un solo gol fue de De Gea. Decidi¨® Quique dar continuidad en la porter¨ªa al chaval, de 19 a?os, sacrificando a Asenjo, de 21, una decisi¨®n que habr¨¢ dejado a ¨¦ste hecho unos zorros. Pero el rendimiento del canterano en la Copa convenci¨® al t¨¦cnico. Y ayer volvi¨® a ser el mejor de su equipo, asunto menor dada la derrota y el nivel mostrado por el resto. Sac¨® un disparo de Rafa, otro de Manu, aqu¨¦l de Soldado, el zurdazo de Torres, un cabezazo picado de Soldado que era gol o gol... No es que el Getafe arrollara a su rival, ni falta que le hizo. Pero toc¨® y toc¨®, empujando, aproxim¨¢ndose al ¨¢rea del Atl¨¦tico por una banda y por otra, grandes como se mostraron Pedro Le¨®n y Manu. El Atl¨¦tico, en cambio, fue incapaz de asomarse al ataque, m¨¢s que nada porque, de nuevo, tuvo alergia al bal¨®n. Pl¨¢cida tarde vivi¨® el Getafe y m¨¢s pl¨¢cida a¨²n cuando, en el ecuador de la segunda parte, Assun?ao arriesg¨® m¨¢s de la cuenta en el c¨ªrculo central, entr¨® a Casquero y vio la segunda amarilla. Una tarjeta, la amarilla, que hab¨ªa visto Soldado en el primer acto por una tremenda entrada al propio Assun?ao que mereci¨® ser juzgada con otro color.

Pero esa acci¨®n no pas¨® de anecd¨®tica. Con ventaja en el marcador, y ante 10 rivales, el Getafe toc¨® y toc¨®, asunto donde se maneja con sorprendente habilidad, superior a la de muchos otros equipos de mayor fuste. El Atl¨¦tico, entre ellos. Corr¨ªa de ac¨¢ para all¨¢ el Atl¨¦tico, sin encontrar jam¨¢s a Forl¨¢n, busc¨¢ndose el Kun la vida en solitario. Y pese a su inferioridad num¨¦rica, se supon¨ªa que el equipo rojiblanco estaba capacitado para quemar todas sus naves y, llegado el tramo final, morir en el ¨¢rea de Getafe.

En la propia muri¨®. La desesperaci¨®n, que ha anulado la imaginaci¨®n de los jugadores, anul¨® tambi¨¦n su condici¨®n f¨ªsica, por mucho que Tiago intentara poner orden en el centro del campo. Bald¨ªo asunto. El Getafe sigui¨® tocando, y tocando, con un excelente gusto, todo lo contrario que este Atl¨¦tico capaz, ayer, de jugar peor que lo habitual, lo que no deja de ser un milagro.