Las Administraciones se culpan entre s¨ª de no vigilar a El Rafita
El asesino de Sandra Palo ha sido detenido por tercera vez desde junio
El Rafita subi¨® ayer los escalones de tres en tres, a la carrera. Frente al juzgado de guardia, en una esquina, le esperaba la familia, adultos y ni?os, con las puertas del BMW azul y de la furgoneta blanca abiertas. "?Rafa, vamos, Rafa!", gritaba una se?ora mayor, con el pelo muy recogido. Rafael Garc¨ªa Fern¨¢ndez, de 21 a?os, corr¨ªa con su chalequito de cuadros color pastel, los vaqueros, el pelo claro muy corto y un pendiente en la oreja. Ayer pas¨® el d¨ªa en el juzgado por intentar supuestamente robar un coche de madrugada con otros amigos, uno de ellos posiblemente su hermano.
Pero El Rafita, que ayer corr¨ªa hacia el BMW azul buscando con los ojos unas c¨¢maras de televisi¨®n que no encontr¨®, es famoso por otro asunto. Es uno de los cuatro condenados por violar, atropellar, prender fuego y matar a la menor Sandra Palo en 2003 con otros tres chicos. ?l, que entonces ten¨ªa 14 a?os, est¨¢ en la calle. Al ¨²nico mayor de edad, El Malaguita, le cayeron 64 a?os de c¨¢rcel. El Rafita pas¨® cuatro a?os de condena en el centro de menores Renasco, de Carabanchel.
"?Dejadle en paz!", grita uno de los familiares que le espera en el juzgado
Rafael Garc¨ªa sube las escaleras de tres en tres y se mete en el BMW azul
Cuando abandon¨® el centro, en 2007, el juez decret¨® tres a?os de libertad vigilada que acabar¨¢n el pr¨®ximo junio. En este tiempo, El Rafita ha vivido en varios pisos tutelados de Andaluc¨ªa. El ¨²ltimo en V¨¦lez-M¨¢laga, donde se ech¨® un amigo con el que sal¨ªa a pescar y jugaba a la consola y que ayer no quer¨ªa ni o¨ªr hablar de ¨¦l. "Hace meses que no hablamos, desde que se fue a Madrid", explica ¨¦ste.
El Rafita vive en Madrid desde hace meses. Donde nadie parece controlarle. La Consejer¨ªa de Justicia e Instituciones Penitenciarias se acusaron ayer mutuamente de no vigilarle.
"?Dejadle en paz, dejadle en paz!", grita uno de los hombres que le est¨¢ esperando a la ¨²nica periodista presente, mientras ¨¦l, subido en el asiento trasero del BMW, saca la cabeza por la ventanilla para pedir que arranquen de una vez. "?A Alcorc¨®n, nos vamos a Alcorc¨®n!, ?no?", chilla otro. En Alcorc¨®n vive la familia de El Rafita y de otro de los detenidos, Eduardo, que tiene los mismos apellidos, pero en orden inverso, unos padres con id¨¦nticos nombres -Paco y Manuela- y 24 a?os de edad. Podr¨ªa tratarse de su hermano.
Es la ¨²ltima casa de los Garc¨ªa Fern¨¢ndez, originarios del poblado de chabolas de Las Mimbreras. De all¨ª fueron realojados, en 1999, a un bloque de viviendas protegidas de Legan¨¦s, donde ¨¦l y sus hermanos eran conocidos como la banda del chupete. Acumularon m¨¢s de 700 denuncias. Los vecinos convocaron una decena de manifestaciones para pedir que les echaran del barrio.
El Rafita, que se niega a soltar una palabra, ha engordado su historial delictivo en los ¨²ltimos meses. En junio fue detenido por llevarse un port¨¢til del apartamento de una vecina en Benalm¨¢dena (M¨¢laga). Un d¨ªa antes de Nochebuena, le detuvieron de nuevo en Alcorc¨®n por otro robo. Ayer, seg¨²n la polic¨ªa, iba bien equipado para su ¨²ltima fechor¨ªa. Un testigo avis¨® al 091. En la calle de los Clarinetes (Latina) cuatro hombres intentaban robar un coche a la una y media de la madrugada. Uno intentaba forzar el volante con una sierra de 35 cent¨ªmetros iluminado con una linterna. En las manos y los bolsillos, m¨¢s herramientas: guantes, destornillador, alicates y tenazas. Le acompa?aban Mart¨ªn, Jonatan y Eduardo, todos veintea?eros y espa?oles. Los cuatro con m¨²ltiples antecedentes por delitos contra el patrimonio, seg¨²n una portavoz de la Jefatura Superior de Polic¨ªa. Eduardo, el que es posible que sea su hermano, acumula 18 detenciones policiales y otras cinco de la Guardia Civil.
"?Ah¨ª, est¨¢n ah¨ª!". Los vecinos gritaban desde sus casas para guiar a los polic¨ªas. Los cuatro amigos salieron corriendo. Pero les pillaron. Ninguno quiso declarar en la comisar¨ªa. Pasaron a disposici¨®n judicial.
Mientras El Rafita llegaba ayer por la ma?ana a la plaza de Castilla, un polic¨ªa llam¨® a Mar¨ªa del Mar Berm¨²dez, la madre de Sandra Palo. "Lo hemos detenido otra vez", le dijo. "Todo esto me supera, es un sinvivir", confesaba anoche la mujer. Dice que le volver¨¢ a denunciar por quebrantar la libertad vigilada. "Se r¨ªe de m¨ª en mi cara", lamenta. Desde que muri¨® su hija, su familia hace campa?a para cambiar la Ley del Menor.
El Rafita sigue legalmente en libertad vigilada hasta junio, pero nadie le controla. La Consejer¨ªa de Justicia remiti¨® en noviembre un auto del Juzgado de Menores a Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio de Interior, para que pase sus ¨²ltimos meses de libertad vigilada en el centro penitenciario de inserci¨®n social Victoria Kent, la antigua c¨¢rcel de Yeser¨ªas. "Ya no depende de la Comunidad de Madrid", aseguraba ayer una portavoz.
Instituciones Penitenciarias rechaz¨® el encargo tras consultar a la Abogac¨ªa del Estado. Enviaron una carta al Gobierno regional en la que explicaban que ellos no ten¨ªan competencias para asumir las medidas dictadas mientras El Rafita era menor, seg¨²n una portavoz de Instituciones, que asegura que no a¨²n no han recibido ni la respuesta ni el expediente del chico. Tampoco ellos le vigilan.
Los coches se largan del juzgado al filo de las siete de la tarde. "?A Alcorc¨®n, v¨¢monos ya!". Rafa vuelve a casa.
Historial
- Rafael Garc¨ªa Fern¨¢ndez fue condenado en 2003 a cuatro a?os en un centro de menores de Carabanchel por participar en la brutal muerte de Sandra Palo. El Rafita ten¨ªa 14 a?os.
- En 2007, un juez decret¨® tres a?os de libertad vigilada para ¨¦l. Pas¨® por varios pisos tutelados en Andaluc¨ªa. Hace unos meses se traslad¨® a Madrid, donde naci¨® y donde vive su familia.
- El pasado junio fue detenido por el robo de un port¨¢til en Benalm¨¢dena (M¨¢laga) en el piso de una vecina. En diciembre cometi¨®
otro robo en Alcorc¨®n.
- La madrugada del domingo fue detenido en el distrito de Latina por intentar robar un coche de madrugada con otros tres hombres, uno de ellos supuestamente su hermano.
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