?Un bailecito con Abba?

Incluso el m¨¢s optimista de los fans del grupo Abba acaba aceptando a estas alturas que el cuarteto sueco no volver¨¢ a reunirse en un escenario, a pesar de las multimillonarias ofertas que siguen tentando el codiciado revival. Pero quiz¨¢ pueda suplir esos anhelos con la posibilidad, desde ayer real, de subirse al escenario con los mism¨ªsimos Frida, Agnetha, Bj?rn y Benny para cantar y bailar al son de Mamma Mia!, Dancing Queen o Super Trouper.

Las nuevas tecnolog¨ªas digitales son las responsables. Cualquier nost¨¢lgico de la banda que propuls¨® su nombre tras conquistar el Festival de Eurovisi¨®n (1974) tiene la oportunidad de acompa?ar como int¨¦rprete a los Abba virtuales, gracias a un holograma en tres dimensiones que se ha erigido en la gran atracci¨®n de una muestra en Londres consagrada al grupo n¨®rdico. La exposici¨®n, titulada Abbaworld, brinda tambi¨¦n la posibilidad de infiltrar la propia imagen en la portada de uno de los discos que protagonizaron un fen¨®meno mundial de ventas, la friolera de 400 millones de copias. O de sumergirse en la historia del grupo a trav¨¦s de la veintena de salas que recrean en el palacio de exposiciones de Earls Court los escenarios en los que se estrenaron o los estudios donde grabaron sus canciones, adem¨¢s del despliegue genuino del vestuario que lucieron en escena.

Bj?rn Ulvaeus y Anni-Frid Lyngstad acudieron a la capital brit¨¢nica para auspiciar ese parque tem¨¢tico de la nostalgia, que ambiciona una gira mundial para acabar recalando como exposici¨®n permanente en Estocolmo. El objetivo pasa por mantener viva una franquicia que ha procurado en la ¨²ltima d¨¦cada m¨¢s de 40 millones de espectadores al musical Mamma Mia!, con unas ganancias que superan los 1.400 millones de euros.