Aires renovados para los sacerdotes de Horus

Descienden en las sombras enarbolando las insignias sagradas. Su silenciosa y p¨¦trea marcha dura ya 2.150 a?os. Son los 31 sacerdotes portaestandartes que flanquean la escalinata interna que se usaba durante las procesiones para bajar del tejado del templo de Horus en Edf¨², uno de los monumentos fara¨®nicos mejor conservados. Los artistas egipcios grabaron en bajorrelieve en las dos paredes, casi a tama?o natural, las enigm¨¢ticas figuras, que presentan extra?as variaciones compositivas, cuando Cleopatra a¨²n era una ni?a. Dos espa?oles, la profesora del Departamento de Dibujo de la Universidad de Granada Asunci¨®n J¨®dar (Lorca, 1955) y el catedr¨¢tico del Departamento de Expresi¨®n Pl¨¢stica del mismo centro Ricardo Mar¨ªn (Valencia, 1955), sucumbieron hace cuatro a?os al hechizo de los portainsignias. Se han dedicado desde entonces a estudiarlos, dibujarlos y reinterpretarlos, incluyendo el color, hasta crear obras que unen a su inter¨¦s documental el de creaciones art¨ªsticas nuevas.

Si la aventura intelectual y pl¨¢stica de J¨®dar y Mar¨ªn es ins¨®lita -?qu¨¦ momia les habr¨¢ picado?, se pregunta uno- y sus dibujos singulares, m¨¢s asombroso resulta el destino de ¨¦stos: cien de ellos van a exhibirse nada menos que en el Museo Egipcio de El Cairo, el sagrario de las antig¨¹edades fara¨®nicas, en una iniciativa verdaderamente hist¨®rica, de mostrar ah¨ª, al lado de las m¨¢s altas creaciones de los viejos egipcios, arte contempor¨¢neo.

Bocetos y dibujos

El proyecto Los dibujos del tiempo, impresiones del templo de Edf¨², un conjunto de apuntes, bocetos y dibujos a partir de las figuras de los sacerdotes portainsignias, se inaugura el 8 de febrero. Se exhibir¨¢ en los espacios correspondientes a la etapa tard¨ªa y ptolemaica -la de los relieves-. Luego se ver¨¢n en Granada.

?C¨®mo fue el flechazo con los sacerdotes del templo de Horus?: "Lo de la escalera es algo muy especial", dice J¨®dar. "Normalmente es una zona que no se visita porque est¨¢ bastante oscura. Los portaestandartes, que enarbolan las insignias de los nomos, las provincias egipcias, parecen invitarte a bajar con ellos; es un juego muy bello y misterioso. Lo m¨¢s curioso es que aun respondiendo al mismo canon est¨¦tico, cada uno parece tener una expresi¨®n diferente". Despu¨¦s de observar, fotografiar y dibujar concienzudamente del natural las figuras y especialmente sus cabezas, los profesores est¨¢n convencidos de que los sacerdotes son distintos, pero no por torpeza de los artesanos, como ha sugerido el gran estudioso del templo de Edf¨² Dieter Kurth. ?Voluntad retrat¨ªstica acaso? "Kurth, con el que habl¨¦, me record¨® que en la ¨¦poca de los Ptolomeos los retratos no exist¨ªan", responde J¨®dar. "Pero yo creo que son retratos. Al dibujarlos compruebas lo que ya dice el ojo al verlos".

El hecho extraordinario de que los dibujos lleguen al Museo Egipcio tiene para la investigadora una ¨²nica explicaci¨®n: "Es la magia de los sacerdotes".