Ninguna Administraci¨®n control¨® a diez j¨®venes delincuentes con graves delitos
Instituciones Penitenciarias asume ahora la tutela de la libertad vigilada
Rafael Fern¨¢ndez, El Rafita, condenado cuando era menor por el asesinato de la joven Sandra Palo, no ha tenido guardi¨¢n que controle si cumple sus medidas de libertad vigilada. No ha sido el ¨²nico. La Comunidad de Madrid ha remitido desde abril al centro de inserci¨®n social Victoria Kent, dependiente de Instituciones Penitenciarias (Ministerio del Interior), otros nueve casos m¨¢s de j¨®venes ya mayores de edad que, siendo menores, cometieron delitos graves para que controlara su libertad vigilada. Cumplieron internamiento por agresiones sexuales, asesinatos, homicidios o robos con violencia y armas, entre otros delitos. Les quedaba la otra parte de su condena: meses o a?os de libertad vigilada. Nadie la ha controlado.
Instituciones Penitenciarias dice que no le explicaron qu¨¦ hacer
La medida de libertad vigilada s¨®lo existe en la Ley del Menor
La Comunidad asegur¨® ayer que, seg¨²n las providencias judiciales, no les corresponde controlarles. Instituciones Penitenciarias replica que no sab¨ªa c¨®mo actuar con estos chicos con libertad vigilada y que la Comunidad nunca le explic¨® c¨®mo hacerlo, a pesar de que el primer caso es de hace nueve meses. Adem¨¢s, reclamaba una traducci¨®n de la medida de libertad vigilada, recogida en la Ley del Menor, a la normativa que rige a los adultos condenados. La reaparici¨®n de El Rafita precipit¨® una reuni¨®n ayer entre las dos Administraciones. Acordaron que Instituciones Penitenciarias asuma el control de la libertad vigilada en todos los casos.La primera notificaci¨®n es del 3 de abril de 2009. Le sigue el auto judicial de El Rafita, de noviembre. El resto se realizaron entre diciembre y el pasado lunes, 25 de enero. Los escritos se refieren a 10 condenados en total que cometieron graves delitos cuando eran menores y que se han hecho adultos internos en centros o cuando ya estaban en libertad vigilada.
Son agresores sexuales, asesinos, homicidas o ladrones que robaron con fuerza y armas, seg¨²n datos facilitados por la Comunidad. Ninguna de las dos administraciones ha seguido su evoluci¨®n, tal como admiten Instituciones Penitenciarias (Ministerio del Interior) y la Comunidad. Eso quiere decir que el primero de los 10 delincuentes (incluido El Rafita) vive desde hace nueve meses en un limbo burocr¨¢tico cuya consecuencia es que nadie sigue sus pasos.
Instituciones Penitenciarias ha mantenido esta semana que el primer caso de libertad vigilada para un delincuente juvenil que le remiti¨® la Comunidad fue el de Rafael Fern¨¢ndez, El Rafita. Ayer, una portavoz de la instituci¨®n asegur¨® que no sab¨ªan c¨®mo actuar con estos chavales que cumpl¨ªan el r¨¦gimen de libertad vigilada. Argumentan que nunca se les hab¨ªa explicado c¨®mo hacerlo y que les faltaban datos.
En casos como el de El Rafita, Instituciones Penitenciarias ni siquiera ten¨ªa el expediente, que a¨²n obra en manos de la Comunidad, por lo que desconoc¨ªa las medidas que se le hab¨ªan impuesto para hacer seguimiento, seg¨²n la portavoz del organismo. Pero el argumento principal por el que no hab¨ªan asumido este tipo de casos, seg¨²n Instituciones Penitenciarias, es la dificultad de trasladar el concepto de libertad vigilada (s¨®lo existe en la Ley del Menor) a las normativas que rigen para los adultos.
Por ejemplo, un mayor de edad en libertad condicional s¨®lo tiene que firmar en el juzgado y no delinquir para evitar la prisi¨®n. En libertad vigilada, la detenci¨®n no supone la reclusi¨®n autom¨¢tica. El Rafita ha pisado tres veces la comisar¨ªa desde el pasado junio por tres delitos menores. El ¨²ltimo episodio ocurri¨® el pasado domingo, cuando fue detenido junto con otros tres hombres por intentar robar un todoterreno en Carabanchel. Los vecinos sorprendieron a los supuestos ladrones.
La libertad vigilada tiene normalmente un cariz educativo y obliga a controlar la evoluci¨®n del condenado. La Comunidad de Madrid fue la Administraci¨®n que asumi¨® en primer lugar el programa que el juez estableci¨® a El Rafita, en junio 2007, cuando qued¨® libre a los 17 a?os. Control¨® los distintos lugares d¨®nde deb¨ªa vivir (pas¨® dos a?os en Andaluc¨ªa porque el juez le mand¨® abandonar Madrid) y los cursos que ten¨ªa que seguir.
En los ¨²ltimos meses, la ¨²nica medida que le ha ordenado cumplir el juez ha sido una similar a la de los adultos en libertad condicional: firmar dos veces al mes en el juzgado (de menores, en su caso), seg¨²n trascendi¨® ayer tras la reuni¨®n entre Instituciones Penitenciarias, la Comunidad y distintos organismos judiciales.
Madrid solicit¨® en septiembre traspasar el expediente de Rafael Fern¨¢ndez, que ahora tiene 21 a?os, a Instituciones Penitenciarias despu¨¦s de que se fugara de Andaluc¨ªa. Una televisi¨®n lo hab¨ªa grabado. Ya no se sent¨ªa an¨®nimo y seguro. Regres¨® a Alcorc¨®n, donde reside con su familia en un piso social.
Marcharse de Andaluc¨ªa o no conseguir trabajo supon¨ªan un quebrantamiento de la libertad vigilada. El fiscal reclam¨® que le quitaran estas obligaciones al Rafita, porque no las cumpl¨ªa. El juez rechaz¨® esa petici¨®n y , en un auto confuso, abri¨® la puerta a que lo controlara Instituciones Penitenciarias. Este organismo consider¨® que le faltaban datos para poder asumirlo. Hasta ayer.
Cr¨®nica de un abandono
- El Rafita fue condenado en 2003 a cuatro a?os de internamiento y otros tres de libertad vigilada por el asesinato
de Sandra Palo. Ten¨ªa 14 a?os.
- En 2007, Rafael Fern¨¢ndez acab¨®, al filo de los 18 a?os, su internamiento en un centro de menores de Carabanchel. Sali¨® a la calle y la Comunidad de Madrid asumi¨® el control de su libertad vigilada.
- El juez le impuso varias medidas, como el cambio de residencia o su inserci¨®n sociolaboral. El Rafita fue trasladado a Andaluc¨ªa.
- El pasado junio, fue detenido por robar un ordenador port¨¢til en M¨¢laga. Una televisi¨®n lo localiz¨® y su imagen volvi¨® a difundirse. Fern¨¢ndez se fug¨® y volvi¨® a Madrid.
- En septiembre, la Comunidad pidi¨® el traslado de su expediente a Instituciones Penitenciarias. Un auto judicial de noviembre abr¨ªa esa posibilidad. Pero las administraciones desatendieron su control.
El traspaso no se hizo efectivo hasta ayer.
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