Larsson, ?h¨¦roe o villano?
Posiblemente, Stieg Larsson, el autor de la trilog¨ªa Millennium, muri¨® sin sospechar que sus novelas se vender¨ªan a niveles de fen¨®meno social. Es m¨¢s improbable todav¨ªa que imaginara que, una vez lograda la haza?a, todos los que le rodeaban conformar¨ªan una cuarta entrega repleta de terrores menos ficticios que los que ¨¦l describi¨®.
El nuevo cap¨ªtulo de esta historia ha llegado de la mano de un antiguo jefe, Anders Hellberg, que ha manifestado sus dudas acerca de la autor¨ªa de Millennium, porque Larsson, en su opini¨®n, utilizaba siempre un lenguaje muy pobre, ordenaba incorrectamente las palabras, constru¨ªa con demasiada simpleza sus frases y exhib¨ªa una sintaxis "completamente enloquecida". Con pr¨®ximos como ¨¦ste no se necesitan enemigos.
Hellberg ha causado un terremoto en Suecia, donde Larsson se ha convertido en un h¨¦roe nacional a t¨ªtulo p¨®stumo; y ello a pesar de haber mostrado al mundo el lado m¨¢s violento y s¨®rdido de la sociedad de ese pa¨ªs.
La realidad, en este caso, no supera la ficci¨®n, pero sin duda la completa. Al mundo novelado de antiguos nazis, ricos sin escr¨²pulos, matones, violadores y asesinos en serie le han seguido el mundo real de las disputas familiares por la herencia, que se calcula supera los 13 millones de euros s¨®lo por los derechos literarios, las hip¨®tesis m¨¢s fantasiosas sobre su repentina muerte, los art¨ªculos de su ex colega y supuesto amigo, Kurdo Baksi, afirmando rotundo la escasa calidad period¨ªstica de Larsson y, ahora, la pu?alada trapera de Hellberg.
Seg¨²n este antiguo jefe, la autora de los libros es la pareja de Larsson, Eva Gabrielsson, la viuda desheredada por no haber contra¨ªdo matrimonio con el escritor y periodista tras 32 a?os de convivencia (otro mito ca¨ªdo de la igualitaria Suecia). Gabrielsson niega la mayor, aunque a?ade algo que muchos sospechaban: editaba a Larsson en profundidad, corrigiendo su escritura, pero tambi¨¦n proponiendo cambios de contenido. El misterio, en fin, entre tanta miseria humana, contin¨²a. Un peque?o desaf¨ªo para su ¨¢lter ego en las novelas, el reportero Mikael Bomsviskt y la hacker justiciera Lisbeth Salander.
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