S¨®lo hay piqueta para casas pobres
Una vivienda centenaria de pescadores en Lanzarote, a punto de ser derribada mientras decenas de hoteles de lujo ilegales siguen en pie
La casa donde viv¨ªa desde hace tres generaciones la familia de Santiago Medina C¨¢ceres, carpintero jubilado de 73 a?os de edad, tiene los d¨ªas contados. Se trata de una morada de pescadores de m¨¢s de 100 a?os de antig¨¹edad situada en la costa de Berrugo (Yaiza), al sur de Lanzarote, en una zona entre Papagayo y Playa Blanca. Esa casa es un basti¨®n para los ciudadanos que llevan a?os defendiendo otro modelo tur¨ªstico para Lanzarote. Ser¨¢ historia en cuesti¨®n de d¨ªas, mientras decenas de hoteles ilegales siguen funcionando.
La casa ha sido ya desalojada por un auto dictado por la jueza Mar¨ªa Dolores Garc¨ªa Ben¨ªtez, del Juzgado n¨²mero 2 de Arrecife, que obliga a la ejecuci¨®n provisional de una sentencia que exige la entrega de la casa a la Junta de Compensaci¨®n de un plan urban¨ªstico. En el auto figura la autorizaci¨®n expresa a la comisi¨®n judicial a que recabe el auxilio de la fuerza p¨²blica, si hubiera oposici¨®n.
La juez obliga a ejecutar de forma inmediata una sentencia recurrida
En la isla hay 37 construcciones con ¨®rdenes de derribo sin ejecutar
En esta casa ha vivido la misma familia desde el tatarabuelo de Santiago Medina. Como otras construcciones tradicionales de la costa de Canarias, la propiedad nunca figur¨® en ning¨²n registro. Seg¨²n explican fuentes de la defensa de los Medina, en 1986 unos empresarios registraron el terreno fraudulentamente. Posteriormente, lo vendieron a los promotores del plan llamado Castillo del ?guila, y a su alrededor la casa vio crecer apartamentos, hoteles, comercios y un puerto deportivo.
S¨®lo la casa, ejemplo de la arquitectura popular canaria, con 400 metros de inmueble en un solar de m¨¢s de ochocientos metros, recuerda c¨®mo fue aquel lugar. Hoy est¨¢ retirada de la orilla por las diversas edificaciones. El centro comercial ni siquiera estaba contemplado en el proyecto inicial de la Marina Rubic¨®n, ambos construidos en terreno ganado al mar. Al centro comercial se opuso la Direcci¨®n de Costas, pero nunca lleg¨® a actuar, seg¨²n afirma Pedro Hern¨¢ndez, portavoz del grupo ecologista El Guincho.
Ahora, la juez decide que la propiedad debe pasar a la Junta de Compensaci¨®n del plan urban¨ªstico. Y el derribo es inminente. La decisi¨®n es llamativa en una isla en la que hay sin ejecutar al menos 37 sentencias firmes desde hace tiempo que declaran ilegales las licencias de numerosos hoteles. Esas sentencias son firmes, pero los hoteles siguen en funcionamiento en esa misma costa sur de Lanzarote (seg¨²n datos de la p¨¢gina web del propio Cabildo de Lanzarote, legalidadurbanistica.org).
La sentencia contra la familia Medina no es firme, ya que est¨¢ recurrida ante la Audiencia Provincial de Las Palmas. Sin embargo, a su casa le quedan horas. Seg¨²n piensan los propietarios, una vez desalojados el derribo ser¨¢ inminente, como ya sucedi¨® en otros lugares de Lanzarote; "En T¨ªas [otro municipio] no esperaron a que se viera el recurso, y luego result¨® que se anul¨® la licencia del campo de golf".
La jueza ha declinado hacer declaraciones a EL PA?S. Seg¨²n la informaci¨®n recabada ante el Juzgado de Arrecife por el gabinete de prensa del Tribunal de Justicia de Canarias, el auto de ejecuci¨®n provisional no se trata de un desahucio t¨¦cnicamente, sino que se da posesi¨®n a su propietario seg¨²n el art¨ªculo 41 de la Ley Hipotecaria.
Santiago Medina, el m¨¢s peque?o de una familia de diez hermanos, de los que s¨®lo quedan vivos seis propietarios del inmueble, dice que han decidido sacar sus enseres y no estar cuando llegue el agente judicial acompa?ado de la fuerza publica, "porque ya somos muy mayores y tenemos muchos achaques, y ni el coraz¨®n, ni el az¨²car nos permite aguantar m¨¢s este avasallar". En torno a este caso se articul¨®, hace aproximadamente diez a?os, por primera vez un movimiento popular para frenar la presi¨®n urban¨ªstica sobre la isla.
"Son muchos a?os de batalla", a?ade Medina, "pero estoy orgulloso y agradecido porque gracias a esta lucha, los vecinos de la isla se manifestaron masivamente y se consigui¨® que el Cabildo y la Fundaci¨®n C¨¦sar Manrique recurrieran a la Justicia para poner freno a la terrible especulaci¨®n del litoral que hay en Lanzarote".
De la casa de los Medina hasta hoy cuelga una pancarta con un lema: "Si luchamos podemos perder, si no lo hacemos estamos perdidos", una expresi¨®n que se ha hecho popular m¨¢s all¨¢ de la isla.
Entre los vecinos relevantes que apoyan est¨¢ causa se encuentra el Premio Nobel de Literatura, Jos¨¦ Saramago. "Los turistas son como abejas, pero pican", suele decir Saramago. En varias conferencias p¨²blicas en la isla ha reclamado dignidad y que se cumplan las sentencias, sin buscar estratagemas para transigir con la especulaci¨®n.
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