Para bajar la factura de la salud, gaste en prevenir
Promover el bienestar para evitar enfermedades futuras, la nueva f¨®rmula de ahorro en un sistema saturado - El beneficio es claro, pero a largo plazo, lo que choca con los apuros presupuestarios
Estar enfermo es inc¨®modo, desagradable y triste. Pero tambi¨¦n caro. No s¨®lo en bienestar f¨ªsico y psicol¨®gico. Tambi¨¦n econ¨®micamente. Una persona enferma va m¨¢s veces al m¨¦dico, toma m¨¢s medicinas y coge m¨¢s bajas laborales. Muchos de estos costes son ineludibles. Otros se podr¨ªan evitar, o, al menos, reducir. El gasto asociado a la obesidad en Espa?a supera los 2,5 millones de euros anuales, por ejemplo. El del tratamiento de las enfermedades directamente atribuibles al tabaco asciende a 7.700 millones cada a?o, seg¨²n las cuentas del Ministerio de Sanidad. Enfermedades coronarias, epoc, c¨¢ncer de pulm¨®n... Unas cuentas que, adem¨¢s, van engordando cada a?o a paso ligero. Sin embargo, rebajar ese c¨¢lculo no es tan dif¨ªcil. Sobre todo con ciertas patolog¨ªas. El bienestar y la prevenci¨®n pueden ahorrar en la factura de la salud.
Las patolog¨ªas que provoca el tabaco cuestan unos 7.700 millones anuales
Pol¨ªticas primarias, como evitar la exposici¨®n al humo, son lo m¨¢s ¨²til
Una propuesta con gran potencial es promover los trayectos a pie
Para mentalizar, Andaluc¨ªa dar¨¢ una 'factura en la sombra' al paciente
Los Gobiernos tienen las arcas vac¨ªas y la atenci¨®n consume mucho
"Ese auge del bienestar supone un riesgo. No todo vale", advierte un m¨¦dico
La pr¨®xima ley de salud p¨²blica girar¨¢ en torno a la prevenci¨®n
Todas las normas futuras tendr¨¢n un estudio de impacto sanitario
?ste es un argumento cada vez m¨¢s considerado por los expertos para aligerar la carga del hipersaturado sistema sanitario. El conocido refr¨¢n de m¨¢s vale prevenir que curar cobra un nuevo sentido. Invertir ahora en programas de bienestar puede reportar en un futuro un beneficio doble: la disminuci¨®n de enfermedades y el ahorro econ¨®mico.
Para Ildefonso Hern¨¢ndez, director general de Salud P¨²blica, el mayor argumento de la prevenci¨®n es humano. "Es mucho mejor estar bien que mal", dice con una sonrisa. "Dicho esto, hay un margen amplio en el que la prevenci¨®n evita costes econ¨®micos, humanos y laborales". Y pone un ejemplo: "Pol¨ªticas de prevenci¨®n de la obesidad, movilidad urbana, pol¨ªticas para que los j¨®venes vayan caminando a la escuela, por ejemplo, tienen un enorme potencial. Hacen el entorno m¨¢s agradable, reducen emisiones y tambi¨¦n el riesgo de obesidad".
Ahorrar significa evitar un gasto o consumo mayor. Y con los n¨²meros sobre la mesa, los expertos ven claramente d¨®nde se puede meter la tijera. La obesidad, bautizada por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) como la pandemia silenciosa, tiene un alt¨ªsimo coste social. Una persona con obesidad moderada vive una media de tres a?os menos que una persona sana, y un obeso m¨®rbido una media de 10 a?os menos. Pero no s¨®lo eso. El coste econ¨®mico es alt¨ªsimo. El gasto m¨¦dico de atender a un obeso es un 36% mayor que el de una persona que no lo es. Un estudio realizado por la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Obesidad calcula que los gastos provocados por esta patolog¨ªa superan los 2.500 millones de euros cada a?o. Unas cifras similares a las de otros pa¨ªses de Europa pero que, observando los datos de Estados Unidos -donde esta enfermedad cuesta al sistema sanitario 61.000 millones de euros, casi el 10% del coste en atenci¨®n m¨¦dica en el pa¨ªs-, asustan. Y es que la obesidad se va expandiendo en Espa?a. El 17% de la poblaci¨®n adulta y el 13,9% de los ni?os del pa¨ªs son obesos, seg¨²n el Centro de Investigaci¨®n Biom¨¦dica en Red sobre Obesidad y Nutrici¨®n. Espa?a, aunque no llega a los 75 millones de obesos de EE UU, est¨¢ entre los primeros puestos europeos en sobrepeso infantil.
Una patolog¨ªa que suele ir de la mano de otras. Como la diabetes. Ambas constituyen el primer factor de riesgo cardiovascular de crecimiento progresivo, e implican un 45% de la asistencia tanto en atenci¨®n primaria como en especializada, seg¨²n datos de la Sociedad Espa?ola de Medicina Interna. La obesidad puede causar adem¨¢s osteoartritis o enfermedades cardiovasculares. "Todo lo que se invierta en campa?as publicitarias para promover h¨¢bitos m¨¢s saludables, en educaci¨®n para llevar una mejor dieta y concienciar del problema, es ¨²til", apunta Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Send¨ªn, presidente de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial.
La prevenci¨®n con campa?as de concienciaci¨®n es ¨²til, pero el director general de Salud P¨²blica apunta que lo verdaderamente eficaz, la mejor herramienta, es evitar que aparezca la enfermedad. Es decir, las pol¨ªticas primarias. Por ejemplo impedir que los ni?os abusen de comidas ricas en grasas -algo que pretende Sanidad erradicando de las m¨¢quinas expendedoras de bebida y comida de los colegios todos los productos insanos- o la exposici¨®n de los ciudadanos al humo del tabaco. Es hacia ese camino, precisamente, donde se dirige la reforma de la ley antitabaco, que prohibir¨¢ fumar en todos los lugares p¨²blicos de ocio. Todos, excepto los que est¨¢n al aire libre. "Es lo m¨¢s rentable. La detecci¨®n precoz de un c¨¢ncer de pulm¨®n no sirve de nada, pero s¨ª es ¨²til la prevenci¨®n primaria, impedir la exposici¨®n al humo, que evita un gran porcentaje de estos c¨¢nceres", asegura Hern¨¢ndez.
Y es que algunas de las patolog¨ªas que m¨¢s incrementan la factura de la salud son aquellas causadas por el tabaquismo. Las enfermedades coronarias, la enfermedad obstructiva cr¨®nica (epoc), los c¨¢nceres de boca o pulm¨®n... Patolog¨ªas que, adem¨¢s, son f¨¢cilmente reducibles. La diferencia est¨¢ en el fumar o no fumar. Estar expuesto al humo de los cigarrillos o no estarlo. "Actualmente el tabaco causa m¨¢s del 15% del gasto sanitario. Los fumadores generan un 25% m¨¢s de gasto sanitario a lo largo de su vida que los no fumadores. Incluso teniendo en cuenta que viven menos a?os, de promedio 14 a?os menos", sostiene Rodrigo C¨®rdoba, vicepresidente del Comit¨¦ Nacional para la Prevenci¨®n del Tabaquismo.
A Espa?a le sale caro el tabaquismo. Un informe reciente del Ministerio de Sanidad revelaba que el tabaco cuesta 50.000 vidas al a?o y 7.700 millones a la sanidad p¨²blica. Un dato que fundamenta para la ministra Trinidad Jim¨¦nez el endurecimiento de la ley actual. Y es que, con los datos provocados por el tabaco en la mano, no s¨®lo importa el ahorro en vidas humanas, tambi¨¦n el enorme coste econ¨®mico que le acompa?a.
Dejar de fumar, sostiene adem¨¢s C¨®rdoba, reduce "de forma significativa" el gasto sanitario. "Aunque no es f¨¢cil dejarlo, resulta mucho menos complicado que controlar la contaminaci¨®n o prevenir la obesidad, algo que depende de numerosos factores", sostiene. Pero no s¨®lo en obesidad o en tabaquismo se puede ahorrar. Uno de los mecanismos preventivos por excelencia, las vacunas, se han demostrado altamente rentables. "Las inmunizaciones han significado un antes y un despu¨¦s en materia de prevenci¨®n y bienestar. Gracias a ellas y a mecanismos de higienizaci¨®n y eliminaci¨®n de la pobreza se ha conseguido duplicar la calidad de vida", afirma Jos¨¦ Manuel Freire, de la Escuela Nacional de Salud P¨²blica. La vacuna contra la varicela, la de la polio, la de la meningitis... F¨®rmulas preventivas que, al estar ya comprobadas y presupuestadas, son m¨¢s f¨¢ciles de aplicar. Y por las que todos los pa¨ªses desarrollados apuestan.
Porque el problema fundamental es que, aunque los expertos apuntan a que la prevenci¨®n y el bienestar son la clave, lograr un ahorro inmediato a trav¨¦s de pol¨ªticas de ese tipo es dif¨ªcil. Para conseguir una rebaja hay que tener visi¨®n de futuro. "El problema actual es que tenemos a los Gobiernos con las arcas exhaustas. ?C¨®mo se a?aden programas preventivos que no tienen beneficios evidentes a corto plazo? Es dif¨ªcil", sostiene Manel Peiro, vicedecano acad¨¦mico del ¨¢rea de gesti¨®n sanitaria de la escuela de negocios ESADE. "Se hacen cosas, pero no con la intensidad con la que se podr¨ªa", a?ade. Adem¨¢s, sostiene, "es complicado dedicar recursos a la prevenci¨®n porque la atenci¨®n directa tira mucho".
Peiro explica, sin embargo, que m¨¢s que hablar de ahorro, cuando se menciona la prevenci¨®n se deber¨ªa hablar de una mejor utilizaci¨®n de los recursos. Y es aqu¨ª donde los gestores deber¨ªan tener en cuenta los beneficios futuros del bienestar, porque el beneficio es doble: humano y econ¨®mico.
Pero, ?qu¨¦ se puede hacer? ?Campa?as publicitarias? ?estrategias educativas? Y ?c¨®mo valorar los resultados de las acciones? En 2004, el Ministerio de Sanidad lanz¨® una campa?a para prevenir la obesidad infantil y fomentar entre los j¨®venes buenos h¨¢bitos de alimentaci¨®n y la pr¨¢ctica de ejercicio f¨ªsico. Invirti¨® 1,2 millones de euros. El resultado, para algunos, a¨²n no est¨¢ claro. O al menos no es visible. La obesidad ha aumentado.
"Los gastos de prevenci¨®n son alt¨ªsimos, pero los que conllevan no hacerla lo son mucho m¨¢s", dice Avelino Ferrero, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones Cient¨ªfico M¨¦dicas Espa?olas. Sin embargo, Ferrero alerta de que ese auge de la prevenci¨®n que se vive en la actualidad tambi¨¦n tiene su riesgo. Sobre todo para la salud y el bolsillo del ciudadano. "Hay que prevenir de manera ¨²til. No todo vale. Hay que promover una alimentaci¨®n sana, hacer ejercicio, que los chavales lleven una vida m¨¢s activa... Cosas que parecen muy obvias pero que ayudan much¨ªsimo. En cambio, otras, como todos estos productos que adelgazan sin esfuerzo o que eliminan el colesterol a base de zumos no s¨®lo no son ¨²tiles sino que encima son perjudiciales", afirma. Tambi¨¦n Rodr¨ªguez Send¨ªn pone el acento en la prevenci¨®n, pero sin exagerar. "Quiz¨¢ se hacen demasiadas pruebas que tambi¨¦n pueden resultar da?inas y muy caras. No se puede abusar de la prevenci¨®n. Tampoco el Estado se puede pasar de cuidadoso o paternalista", apunta. Una opini¨®n que comparte Freire: "La prevenci¨®n que de verdad sirve es la de ser cada uno nuestro propio doctor. Que la gente ande todos los d¨ªas 15 o 30 minutos, por ejemplo".
Pero al margen de ¨¦ste, que muchos incluyen en su lista de prop¨®sitos de a?o nuevo y que luego se queda en agua de borrajas, existen otros mecanismos m¨¢s creativos puestos en marcha desde las Administraciones. Como el que aplicar¨¢ Andaluc¨ªa. Esta comunidad informar¨¢ a los pacientes del coste econ¨®mico que haya supuesto su atenci¨®n. Una pol¨ªtica que la consejera de Sanidad andaluza, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, defini¨® como "la factura en la sombra" y que funciona de manera similar en otras regiones. Con ella se busca concienciar a los ciudadanos del valor de la atenci¨®n sanitaria para que hagan un uso racional de los servicios. Y es que no se puede olvidar que Espa?a es el pa¨ªs de Europa en el que los ciudadanos van m¨¢s veces al m¨¦dico. Y muchas de esas consultas se podr¨ªan evitar con una buena prevenci¨®n.
Anal¨ªcese el ejemplo de las enfermedades que causan m¨¢s bajas laborales. Las conocidas como reum¨¢ticas o musculoesquel¨¦ticas. La artrosis, la artritis o la fibromialgia. Los pacientes de estas patolog¨ªas suponen, seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Reumatolog¨ªa, "una gran carga monetaria al sistema nacional de salud". "Sobre todo porque se les realiza un n¨²mero desproporcionado de pruebas innecesarias para su diagn¨®stico y abordaje", dicen en un informe que eval¨²a los costes de estas enfermedades. El coste medio anual de la artrosis de rodilla y cadera asciende a unos 4.738 euros. El de la artritis reumatoide alcanza los 1.120 millones.
Los mecanismos preventivos y la "eficiencia de los reumat¨®logos, que permitir¨ªa realizar un menor n¨²mero de exploraciones y generar un menor n¨²mero de recursos malgastados" podr¨ªa reducir en gran medida estos gastos. As¨ª, efectivamente, una de las ¨²ltimas armas para cortar los costes en salud es el bienestar. La OMS lo tiene claro desde hace a?os y promueve que los pa¨ªses apliquen una serie de indicadores para fomentar la prevenci¨®n y medir el grado de bienestar. La Uni¨®n Europea tambi¨¦n lo tiene en cuenta. En un reciente informe en el que analiza el coste de determinadas enfermedades para los sistemas sanitarios de distintos pa¨ªses, habla de la importancia del impacto de patolog¨ªas como el tabaquismo, el alcoholismo, la obesidad o las enfermedades coronarias. No s¨®lo en costes humanos o econ¨®micos. Tambi¨¦n habla de que el impacto de la salud en el mercado laboral es "vital".
De esta manera y poco a poco, las nuevas regulaciones se van ali?ando tambi¨¦n con el componente de la prevenci¨®n. Hace un mes, la ministra de Sanidad, Trinidad Jim¨¦nez, lo explicaba en una entrevista en este diario. "La salud del siglo XXI va a estar centrada en la prevenci¨®n. Prevenci¨®n de la obesidad, pr¨¢ctica del ejercicio f¨ªsico, lucha contra el tabaquismo, alimentaci¨®n". La nueva Ley de Salud P¨²blica, dijo, girar¨¢ en torno a esto. Adem¨¢s, como novedad, el Gobierno pretende introducir en todas las pol¨ªticas que se hagan a partir de ahora un estudio de impacto para la salud.
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