Intimidad sanitaria en C¨¢diz

Hace poco m¨¢s de dos meses las habitaciones del Hospital Puerta del Mar de C¨¢diz presentaban la misma procesi¨®n de visitantes por la ma?ana y por la tarde. Por momentos llegaban a recibir a tanta gente que el descanso e intimidad de los pacientes y el trabajo de los sanitarios dejaba de estar garantizado. La directora, Dolores Alguacil, se marc¨® como prioritario reto contener las puertas en un centro que, durante 15 a?os, las hab¨ªa tenido abiertas sin restricciones. En noviembre puso en marcha un plan para restringir las visitas. Dos meses despu¨¦s las medidas impuestas han empezado a surtir efecto. Aunque sigue habiendo infractores, la direcci¨®n del hospital est¨¢ satisfecha porque no han surgido conflictos graves y porque los ciudadanos han entendido el proyecto.

Cada enfermo elige a un solo acompa?ante permanente

El 2 de febrero el centro sanitario ha convocado la comisi¨®n de participaci¨®n ciudadana, en la que est¨¢n representados varios colectivos, entre pacientes, vecinos y asociaciones de consumidores. En el orden del d¨ªa est¨¢ la creaci¨®n de un grupo que se encargar¨¢ de evaluar a medio plazo la eficacia de este plan, que empez¨® a aplicarse el 18 de noviembre de 2009. Hasta ese momento nadie controlaba las entradas y salidas en el Puerta del Mar. No exist¨ªa ning¨²n reglamento interno que limitase la presencia de acompa?antes y familiares en las habitaciones, m¨¢s all¨¢ de las normas habituales de convivencia. El libre acceso hab¨ªa sustituido en los a?os 80 a un riguroso sistema de pases, que tambi¨¦n provocaba quejas. De la m¨¢xima restricci¨®n se pas¨® a la masificaci¨®n.

Ahora las nuevas medidas permiten que cada paciente elija un solo acompa?ante permanente. Es la ¨²nica persona que puede estar durante todo el d¨ªa en la habitaci¨®n. El resto de familiares y amigos s¨®lo puede entrar en los pasillos de los cuartos para los ingresados en horario de tarde, de 16.00 a 20.00 en horario de tarde de lunes; y por la ma?ana, de 11.00 a 13.00, en fines de semana y festivos. Cada paciente cuenta con dos tarjetas para los acompa?antes alternativos, de forma que as¨ª se garantiza que no haya m¨¢s de tres visitantes por cama. Las nuevas normas recomiendan no permitir la entrada de ni?os menores de 12 a?os y proh¨ªben la comida y la bebida del exterior.

Los responsables del centro apelaban a la educaci¨®n y a la concienciaci¨®n para conseguir el ¨¦xito. A la espera de la primera evaluaci¨®n oficial, que se espera a mediados de a?o, hay satisfacci¨®n general. "Esto era una necesidad de hace mucho tiempo para los pacientes. Y la acogida ha sido muy positiva en global. La impresi¨®n es que los h¨¢bitos, las costumbres se han ido cambiando, aunque todav¨ªa hace falta algo m¨¢s de tiempo", detalla Sagrario Esteban, la encargada de participaci¨®n ciudadana en el centro sanitario. "El plan requiere de constancia en el mensaje, la explicaci¨®n de los profesionales y la comprensi¨®n de los ciudadanos".

Un simple paseo por el hospital permite comprobar que incumplir el plan es bastante sencillo. Apenas se ven tarjetas identificativas de los acompa?antes. El centro no contrat¨® m¨¢s seguridad para hacerlo cumplir ni tampoco estableci¨® sanciones para los infractores. "Ha habido casos puntuales de determinados servicios donde ha habido alguna discrepancia. Pero han sido casos m¨¢s aislados. Creo que terminaremos por conseguir que funcione en su totalidad". Sagrario Esteban se muestra optimista porque han sido los propios pacientes los que le han hecho llegar su agradecimiento. Sorprendentemente, una de las ¨¢reas m¨¢s masificadas antes, la de maternidad, ha sido una de las que mejor ha aplicado las nuevas medidas. "Una buena noticia hace que venga mucha m¨¢s gente. Pero, en cambio, todos coinciden en que el plan aqu¨ª ha funcionado muy bien". La responsable de participaci¨®n ciudadana lo atribuye a las madres. "Son ellas las primeras interesadas porque, despu¨¦s de haber parido, se encuentran con que tienen que atender a mucha gente".

Jes¨²s Yesa, portavoz de la asociaci¨®n de consumidores Facua, ya particip¨® en un plan similar en el Hospital de Jerez. All¨ª como aqu¨ª el plan requiere su tiempo. "En Jerez llevamos dos a?os y todav¨ªa estamos cambiando cosas".