La pel¨ªcula del cine catal¨¢n
La b¨²squeda de la paridad idiom¨¢tica provoca la huelga de los exhibidores
La gala de los premios Gaud¨ª que celebra ma?ana la flamante Academia del Cine Catal¨¢n tendr¨¢ chaparr¨®n. La fiesta se ver¨¢ aguada medi¨¢ticamente por la coincidencia, buscada, con la huelga de cines que ha convocado el gremio de exhibidores. Protestan por la Ley del Cine que promueve la Generalitat y que obliga a que en la mayor¨ªa de pel¨ªculas haya la mitad de copias en versi¨®n catalana, bien a trav¨¦s del doblaje o de la subtitulaci¨®n, una opci¨®n esta ¨²ltima que la ley potencia con ayudas especiales en otros apartados. Los empresarios aseguran que ser¨¢ la debacle porque el p¨²blico emigrar¨¢ de las salas. La Generalitat defiende que Catalu?a es biling¨¹e y se tiene que poder elegir entre ver cine en castellano o en catal¨¢n. En resumen, una aut¨¦ntica pel¨ªcula con un gui¨®n tan complejo como delicado
- 'Venenosa' lengua. La futura Ley del Cine consta de 54 art¨ªculos, de los cuales s¨®lo uno, el 18, aborda el tema de la lengua. Es, claro, el que ha acaparado toda la pol¨¦mica. Parte de la base de que las dos lenguas oficiales en Catalu?a son el castellano y el catal¨¢n y cuando una pel¨ªcula se ha rodado en otro idioma y se tiene que doblar o subtitular para su exhibici¨®n en Catalu?a tiene que haber paridad entre las dos lenguas. As¨ª, obliga a que la mitad de las copias que se distribuyan tienen que ser en catal¨¢n y la otra mitad en castellano. La excepci¨®n son las pel¨ªculas europeas para las que esta exigencia es v¨¢lida s¨®lo en los t¨ªtulos con m¨¢s de 15 copias. Por debajo de esta cifra podr¨¢n ser exhibidas con el doblaje o los subt¨ªtulos s¨®lo en castellano. Las pel¨ªculas de producci¨®n catalana o espa?ola que no est¨¦n rodadas en alguno de los idiomas oficiales tendr¨¢ consideraci¨®n de pel¨ªcula europea y tendr¨¢n que doblarse o subtitularse. Es, por ejemplo, el caso de ?gora o de Mapa de sonido de Tokio, que se rodaron en ingl¨¦s. Una pel¨ªcula suramericana en castellano, en cambio, no tiene obligaci¨®n de tener versi¨®n catalana. Los DVD distribuidos en Catalu?a deber¨¢n tener tambi¨¦n la versi¨®n catalana.
- S¨ª al catal¨¢n, pero no. Los exhibidores y distribuidores ofrecieron como alternativa a la ley la posibilidad de crear una red alternativa de cine en catal¨¢n con 53 pantallas para ir abriendo mercado. La Generalitat, a la que adem¨¢s se exig¨ªa que asumiera todos los costes, consider¨® insuficiente la oferta. Seg¨²n datos del ¨²ltimo Bar¨®metro de la Cultura de Catalu?a, el 82% de la poblaci¨®n est¨¢ de acuerdo en que las pel¨ªculas deber¨ªan estar disponibles en catal¨¢n y castellano, pero s¨®lo un 3,8% de los individuos que fueron al cine vieron la pel¨ªcula en catal¨¢n. Para distribuidores y exhibidores, es la demostraci¨®n de la demanda real de catal¨¢n en el cine; para la Generalitat, eso es fruto de la desigualdad del mercado: seg¨²n sus cifras de 2009, el 97,1% de las pel¨ªculas exhibidas en Catalu?a estaban dobladas o subtituladas en castellano frente a s¨®lo un 2,9% que lo estaban en catal¨¢n. ?Huevo o gallina?
- Dos bloques pol¨ªticos. La Ley del Cine ha dividido ya al parlamento catal¨¢n, eso s¨ª, con predominio de favorables a su causa gracias a CiU, que est¨¢ en todo de acuerdo con el tripartito excepto en la dureza de las sanciones, de hasta 75.000 euros, por lo que ha anunciado enmiendas. Por descontado, PP y Ciutadans se muestran contrarios y han anunciado ya sendas enmiendas a la totalidad. Iniciativa per Catalunya est¨¢ de acuerdo en todo, mientras que para Esquerra Republicana de Catalu?a la ley es la ¨²nica perla que les queda antes del fin de la legislatura y de ah¨ª que el consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, pidiera que el proyecto se tramitara por la v¨ªa de urgencia. A los nacionalistas les ha salido un aliado definitivo: los socialistas, a trav¨¦s del presidente Jos¨¦ Montilla, que defiende el proyecto de ley.
- Plazos y costes. Incluso en ERC se tiene asumido que, al final, el coste econ¨®mico de este proceso ser¨¢ de la Administraci¨®n. No es, afirman, una cuesti¨®n de dinero, algo en lo que coinciden con los distribuidores que se oponen para evitar precedentes y no porque esto les suponga un gasto excesivo. Saben, adem¨¢s, que tienen las puertas abiertas para conseguir ayudas para este concepto. Los exhibidores temen tanto el potencial boicot de las majors, frontalmente contrarias a la imposici¨®n de cuotas, como la p¨¦rdida de p¨²blico que pueda conllevar la obligaci¨®n de cine en catal¨¢n. Tambi¨¦n para ellos se preven ayudas compensatorias. Respecto a los plazos, el proyecto de ley establece que se aplicar¨¢ progresivamente en el plazo de cinco a?os, si bien puede ampliarse durante la tramitaci¨®n parlamentaria.
Las claves
- La pol¨¦mica de la ley. El aspecto ling¨¹¨ªstico es el m¨¢s discutido de la ley del cine catal¨¢n, actualmente en tramitaci¨®n parlamentaria. El art¨ªculo 18 obliga a que las pel¨ªculas que tengan que doblarse o subtitularse tengan la mitad de las copias en catal¨¢n. Para los filmes europeos esta obligaci¨®n es s¨®lo a partir de las 16 copias.
- La huelga. Ma?ana, lunes, al menos 74 salas catalanas cerrar¨¢n sus puertas en protesta por la ley. Son las que conforman el Gremio de Empresarios de Catalu?a (81% del sector, 525 pantallas), que para este paro cuentan con el apoyo de los sindicatos. Entre los cines que no se han sumado a la huelga figuran las del Grupo Lauren, con 10 multisalas en Catalu?a.
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