El Cabanyal: patrimonio y especulaci¨®n
La batalla en torno a la muy interesante barriada mar¨ªtima de Valencia, el barrio de El Cabanyal, se prolonga desde hace 10 a?os y se ha convertido en verdadero estandarte, a nivel estatal, de las iniciativas ciudadanas en defensa del patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico de sus ciudades frente a los especulativos proyectos de algunas administraciones municipales. En el caso de Valencia se trata de una ret¨ªcula viaria consolidada en el XVIII y ampliada en el XIX de largas manzanas paralelas al mar; ¨ªntimamente relacionada con algunos otros pocos ejemplos espa?oles igualmente relevantes (la Barceloneta, Ferrol, Mah¨®n). Originalmente se trataba de una construcci¨®n de barracas que desde finales del XIX se fueron sustituyendo por edificaciones residenciales de 2-3 plantas, incorporando interesantes elementos arquitect¨®nicos y decorativos (mosaicos) de filiaci¨®n modernista. En las d¨¦cadas del desarrollismo franquista una parte de esta edificaci¨®n fue sustituida por vulgares bloques de 5-6 plantas que romp¨ªan el tipo arquitect¨®nico y la escala de las calles. En todo caso el barrio conserva a d¨ªa de hoy un paisaje urbano muy espec¨ªfico y una identidad social marcadamente popular.
Est¨¢ clar¨ªsimo que las instituciones estatales lo ¨²nico que han hecho es cumplir con su obligaci¨®n
El valor del barrio fue reconocido por el propio Gobierno auton¨®mico, que lo declar¨® Bien de Inter¨¦s Cultural (con categor¨ªa de conjunto hist¨®rico) en 1993. Pero la situaci¨®n del barrio, inmediato a la playa de la Malva-rosa, cuyo paseo mar¨ªtimo se reurbaniz¨® por esos a?os, despertaba progresivamente intereses inmobiliarios de claro corte especulativo. La coartada la facilit¨® una iniciativa de tipo viario, la prolongaci¨®n del paseo de Blasco Ib¨¢?ez hasta el mar, atravesando el barrio y parti¨¦ndolo en dos. El proyecto afecta a una banda de entre 100 y 158 metros de ancho por 800 metros de longitud (la totalidad del espesor del tejido urbano). Un total de 11,5 hect¨¢reas que supone el derribo de 450 edificios y de unas 1.600 viviendas.
El instrumento elegido por el Ayuntamiento para llevar a cabo la operaci¨®n fue un Plan Especial aprobado en el 2000, falazmente denominado de Protecci¨®n y Reforma Interior. Cuando de hecho lo que ven¨ªa era a destruir una parte significativa del barrio rompiendo su unidad y su car¨¢cter y afectando a numerosos edificios catalogados.
Ante esta amenaza el barrio se organiza creando la Plataforma Salvem El Cabanyal y m¨¢s tarde el Instituto de Defensa de los Intereses Patrimoniales, Culturales y Art¨ªsticos de El Cabanyal-Canyamelar. Despu¨¦s de un proceloso recorrido legal, en el que el Ayuntamiento se ha enrocado en su iniciativa de destrucci¨®n y reconfiguraci¨®n social de la zona, ha sido una reciente orden del Ministerio de Cultura (29 de diciembre de 2009) la que ha determinado que el plan especial supone la expoliaci¨®n del conjunto hist¨®rico de El Cabanyal y ordenando la suspensi¨®n inmediata de dicho plan especial en tanto no se lleve a cabo una adaptaci¨®n del mismo que garantice la protecci¨®n de los valores hist¨®rico-art¨ªsticos. Con esta orden el ministerio no hace m¨¢s que cumplir una sentencia de mayo 2009 del Tribunal Supremo que expresaba la obligaci¨®n de aqu¨¦l de dictar resoluci¨®n motivada.
La reacci¨®n durante estos ¨²ltimos d¨ªas del Ayuntamiento de Rita Barber¨¢ y del Gobierno de Camps ha sido furibunda, llegando a calificar la orden ministerial de agresi¨®n masiva al autogobierno valenciano. Sin embargo, est¨¢ clar¨ªsimo -como han argumentado en diversos informes el Consejo Superior de Arquitectos de Espa?a, la Real Academia de Historia y significados profesionales del urbanismo- que las instituciones estatales lo ¨²nico que han hecho es cumplir con su obligaci¨®n. En este caso, proteger un valioso patrimonio arquitect¨®nico, urban¨ªstico y cultural (de acuerdo con la ley 6/1985 del Patrimonio Hist¨®rico Espa?ol) de las desfasadas pretensiones de intervenci¨®n urban¨ªstica agresiva sobre un tejido antiguo. Pretensiones ancladas en pleno siglo XIX, el siglo de las grandes v¨ªas trazadas sin respeto alguno sobre los cascos viejos. As¨ª como de las apenas encubiertas intenciones especulativas por apropiarse de un espacio especialmente atractivo para edificar viviendas de lujo frente al mar.
Ram¨®n L¨®pez de Lucio es arquitecto, catedr¨¢tico de Planeamiento Urban¨ªstico de la Escuela de Arquitectura de Madrid y firmante del dictamen sobre el PEPRI de El Cabanyal de febrero 2001.
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