El PP le paga el abogado a Luis B¨¢rcenas en el 'caso G¨¹rtel'
El ex tesorero es el ¨²nico imputado al que el partido financia la defensa
El ex tesorero del PP, Luis B¨¢rcenas, es el mejor tratado de la quincena de imputados que ha tenido ese partido en el caso G¨¹rtel. No s¨®lo mantiene su despacho en la calle G¨¦nova -aunque le han quitado el cartel de la puerta-, su secretaria, su puesto de senador y su militancia. Adem¨¢s, el PP se est¨¢ haciendo cargo de los voluminosos costes de su defensa, seg¨²n confirman varias fuentes de la formaci¨®n.
El PP paga la minuta del abogado de B¨¢rcenas, uno de los penalistas m¨¢s conocidos de Madrid, Miguel Bajo, pese a que el ex tesorero dispone de un importante patrimonio, valorado en unos tres millones de euros. Fuentes jur¨ªdicas se?alan que un abogado del nivel de Bajo cobra a m¨¢s de 300 euros la hora de asistencia legal y que sus provisiones de fondos -adelanto de gastos- por una imputaci¨®n ante el Tribunal Supremo como la que afronta B¨¢rcenas oscilan entre 25.000 y 35.000 euros.
El privilegio del ex tesorero se hace a¨²n m¨¢s evidente al compararlo con otros imputados. Seg¨²n fuentes del PP de Madrid, todos los implicados madrile?os en la trama G¨¹rtel -entre ellos tres diputados auton¨®micos, Alberto L¨®pez Viejo, Alfonso Bosch y Benjam¨ªn Mart¨ªn Vasco, y tres ex alcaldes, Jes¨²s Sep¨²lveda, Arturo Gonz¨¢lez Panero, Gin¨¦s L¨®pez- se pagan de su bolsillo sus abogados. "Lo contrario ser¨ªa una barbaridad, es gente que ha hecho da?o al PP, respetamos la presunci¨®n de inocencia pero no les vamos a pagar el abogado", se?alan las mismas fuentes. Todos ellos han sido suspendidos de militancia, pero B¨¢rcenas no, pese a que los cargos que caen sobre todos ellos son similares, o incluso m¨¢s graves en el caso del ex tesorero, cuya esposa, adem¨¢s, tambi¨¦n est¨¢ imputada por el mismo caso.
El propio Francisco Camps, seg¨²n fuentes cercanas al presidente de la Generalitat, tambi¨¦n se est¨¢ pagando de su bolsillo su abogado en el proceso por cohecho que ha sufrido en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, un asunto ahora recurrido al Supremo, que decidir¨¢ en las pr¨®ximas semanas si sienta a Camps en el banquillo. Su ex mano derecha, Ricardo Costa, que estuvo igualmente imputado por el asunto de los trajes supuestamente regalados por la red G¨¹rtel, tambi¨¦n se financia a sus abogados. Costa era secretario general del PP de esta comunidad, que es un cargo a¨²n de mayor confianza para un partido que el de tesorero de B¨¢rcenas.Incluso Jes¨²s Merino, el diputado nacional que acompa?a al ex tesorero porque ambos est¨¢n imputados en el Tribunal Supremo a la espera de que se confirme esa condici¨®n, se paga su abogado, seg¨²n las mismas fuentes.
Los cargos y las pruebas que figuran en el informe de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n contra el tesorero son de los m¨¢s relevantes de todo el sumario del caso G¨¹rtel. Las pruebas de su alto nivel de vida, trat¨¢ndose de un funcionario del partido que ha dedicado toda su vida profesional al PP, han generado malestar en la organizaci¨®n, especialmente desde que se conoci¨® la documentaci¨®n que le atribuye un regalo de la red G¨¹rtel de un safari de superlujo a Zimbabue. La versi¨®n que ¨¦l ofreci¨® sobre la retirada de 330.000 euros en met¨¢lico de un banco en 2003 -esto es: que pidi¨® un cr¨¦dito para comprar un cuadro, sac¨® el dinero, lo guard¨® en casa un mes y despu¨¦s lo reingres¨® para cancelar el cr¨¦dito porque la operaci¨®n se frustr¨®- tambi¨¦n ha generado suspicacias internas. El ambiente en la calle G¨¦nova es muy tenso desde la imputaci¨®n del ex tesorero, y su sustituto, el gerente, Crist¨®bal P¨¢ez, no lo ha resuelto y se ha enfrentado con casi todo el mundo.
B¨¢rcenas ha sido tratado siempre con un cuidado exquisito por la direcci¨®n del PP y especialmente por Mariano Rajoy. Tan deferente fue el trato, y tanto tard¨® el tesorero en dejar su puesto -lo hizo 24 horas antes de ser imputado por el Supremo, cuando Rajoy le cont¨® que la decisi¨®n era inminente- que en el partido se dispararon los temores de que estuviera chantajeando al l¨ªder con informaci¨®n delicada. No en vano, antes de que Rajoy lo nombrara tesorero en 2008, fue gerente durante 20 a?os y tiene toda la informaci¨®n sobre las finanzas del partido. De hecho, se llev¨® nueve cajas de documentaci¨®n pocas semanas antes de ser imputado.
Tambi¨¦n mantiene un trato privilegiado en el Senado, donde sigue acudiendo a las reuniones de la direcci¨®n del grupo parlamentario, de la que es miembro, e incluso sigue ostentando el cargo de tesorero del grupo, informa Pablo X. de Sandoval. Todos estos privilegios, in¨¦ditos en una persona imputada por delitos tan graves como el cohecho y el fraude fiscal, han generado un gran malestar entre los dirigentes, y m¨¢s ahora que se ha aprobado un nuevo C¨®digo ?tico en el PP, pero B¨¢rcenas, seg¨²n todos los consultados, sigue protegido al m¨¢ximo nivel en el partido.
De tesorero a imputado
El nombramiento. Tras 25 a?os en la contabilidad del PP, Luis B¨¢rcenas es ascendido a tesorero por Mariano Rajoy en el congreso de Valencia el 22 de junio de 2008.
El principio del 'caso G¨¹rtel'. El 16 de febrero de 2009, diez d¨ªas despu¨¦s de la detenci¨®n de Francisco Correa dentro de la operaci¨®n G¨¹rtel, se conoce que, en las grabaciones que sustentan la denuncia, Correa afirma que le ha dado a B¨¢rcenas en su casa "1.000 millones de pesetas" de comisiones de adjudicaciones de Fomento en la ¨¦poca de Francisco ?lvarez-Cascos.
En el centro de la trama. El 25 de febrero, el juez Garz¨®n implica de lleno a B¨¢rcenas. La contabilidad de los corruptos refleja pagos a "L.", "L. B." y "Luis el cabr¨®n". Garz¨®n entiende que se refiere al tesorero del PP. Rajoy lo defiende.
Indignaci¨®n en el PP. Durante marzo y abril,la investigaci¨®n va revelando detalles de posibles comisiones cobradas por B¨¢rcenas (m¨¢s de un mill¨®n de euros) y su alto nivel de vida. El senador evita a los medios mientras crece la presi¨®n interna en el PP para que dimita. Rajoy vuelve a darle su apoyo.
Ante el Supremo. Tras la Audiencia Nacional y el TSJ de Madrid, la parte del caso G¨¹rtel que afecta a B¨¢rcenas llega al Tribunal Supremo el 15 de junio. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y dos jueces distintos han visto suficientes indicios de delito. Rajoy vuelve a apoyar al tesorero.
Las amenazas. En julio, la presi¨®n en el PP contra B¨¢rcenas es insostenible. El tesorero deja correr la informaci¨®n de que se ha llevado a su casa cajas de informaci¨®n comprometida del partido. Esperanza Aguirre le reta p¨²blicamente. B¨¢rcenas y Rajoy callan. La situaci¨®n es tan extra?a que Rajoy tiene que desmentir en p¨²blico que B¨¢rcenas le est¨¦ chantajeando.
La declaraci¨®n. El 22 de julio, B¨¢rcenas comparece voluntariamente ante el Supremo. Aporta datos de su patrimonio e implica a un constructor en la trama.
La dimisi¨®n. El 28 de julio B¨¢rcenas dimite como tesorero bajo la f¨®rmula de "renuncia temporal" hasta que termine el juicio contra ¨¦l. El PP se reafirma en su apoyo.
La imputaci¨®n. Una semana despu¨¦s de escuchar las explicaciones de B¨¢rcenas, el Supremo env¨ªa el suplicatorio al Senado para investigarlo por cohecho y delito fiscal. En septiembre, el Senado concede el suplicatorio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
