Un Fortuny transgresor
"Quer¨ªa darme el gusto de pintar para m¨ª mismo", escribi¨® en una carta el pintor Mari¨¤ Fortuny (Reus, 1838-Roma, 1874) a un amigo. Y a tenor de la obra Carmen Basti¨¢n, el ¨®leo que muestra a una joven tumbada en un tarim¨®n con el vestido arremangado y desnuda de cintura para abajo, lo consigui¨®.
El cuadro, realizado durante la estancia del pintor en Granada alrededor de 1870, fue presentado ayer por el Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) tras ser adquirido por 300.000 euros a la galer¨ªa Oriol de Barcelona a finales del a?o pasado. Desde el pr¨®ximo lunes podr¨¢ verse en la sala donde cuelgan otras 12 pinturas del mismo autor y se sumar¨¢ a los fortunys que tiene el museo: 27 ¨®leos, 2.170 dibujos y 170 grabados, que constituye "la mejor colecci¨®n del mundo de obras de este autor", seg¨²n asegur¨® Narc¨ªs Serra, presidente del patronato del MNAC .La subdirectora del MNAC, Cristina Mendoza, explic¨® que Carmen Basti¨¢n, el cuadro que acaba de adquirir el museo, es"una obra absolutamente at¨ªpica en la producci¨®n de Fortuny, por tratarse de un retrato y por su indudable contenido er¨®tico". Para Mendoza, "la ausencia de decoro de la figura femenina puede responder a la intenci¨®n de Fortuny de transgredir los preceptos de la ¨¦poca", aunque no descarta que se trate de un "divertimento".
La pintura, de apenas medio metro cuadrado, incompleta y sin firma, se encontr¨® en el taller del pintor a su muerte. Por eso, lleva el sello de la testamentar¨ªa en el ¨¢ngulo inferior derecho. Sin embargo, explic¨® Mendoza, no se subast¨®, sino que permaneci¨® en manos de la familia de Fortuny hasta que se expuso por primera vez en Barcelona, en 1989. Despu¨¦s pas¨® a manos de coleccionistas particulares.
La modelo y Fortuny se conocieron cuando la mujer ten¨ªa 15 a?os, y pese a ser gitana, consigui¨® el permiso de su familia para posar en este y otros cuadros del artista, como Gitana bailando en un jard¨ªn, que pint¨® tambi¨¦n durante su estancia en Granada. Al parecer, a la muerte de Fortuny, la mujer viaj¨® a Madrid y luego a Roma, donde, dice Mendoza, "seg¨²n una historia no contrastada se suicid¨® tras ser rechazada por los suyos".
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