El crimen perfecto de Terenci Moix
BCNegra presenta las novelas negras que el escritor public¨® con seud¨®nimo
Paula muri¨® la primera noche de su luna de miel. El asesino le cort¨® las manos y la cabeza. Luego llor¨® junto a su cad¨¢ver. As¨ª empieza la trama de Besar¨¦ tu cad¨¢ver (1963), una de las dos novelas policiacas olvidadas de Terenci Moix. La otra es Han matado a una rubia, que apareci¨® al a?o siguiente, como la anterior, en una colecci¨®n para quiosco. BCNegra, como casi todas las citas literarias, se ha convertido en una caja de resonancia; por eso, editorial Planeta y Ana Mar¨ªa Moix, editora del texto y autora de la introducci¨®n, han elegido estas fechas para lanzarlas. Ambas novelas aparecen en un solo volumen, con pr¨®logo de Pere Gimferrer.
Terenci, que entonces se llamaba Ram¨®n, ten¨ªa poco m¨¢s de 20 a?os cuando las public¨® con el seud¨®nimo de Ray Sorel en homenaje a uno de sus personajes de ficci¨®n preferidos, Julien Sorel, de Rojo y negro (Stendhal). Ana se pregunta c¨®mo se le ocurri¨® a su hermano escribirlas, en cuadernos casi escolares, en una ¨¦poca en que le¨ªa apasionadamente a Henry James, Scott Fitzgerald o Shakespeare. Probablemente, se responde, por cuestiones monetarias. Cobr¨® 7.000 pesetas, una cifra nada desde?able para aquellos tiempos, y eso le permiti¨® independizarse alquilando un estudio en un s¨®tano en el barrio de Gr¨¤cia. Tambi¨¦n, por la ilusi¨®n de ver sus primeros textos en letra impresa.
El escritor ten¨ªa 20 a?os y firm¨® como Ray Sorel. Cobr¨® 7.000 pesetas
Ni Ram¨®n, ni luego Terenci desde?aban las novelas de g¨¦nero. Le gustaba Agatha Christie y ley¨® con pasi¨®n a Dashiell Hammett. "Pero, entre nosotros", explica Ana Mar¨ªa Moix, "el g¨¦nero no alcanz¨® categor¨ªa literaria hasta la aparici¨®n de las novelas de Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n". En catal¨¢n, la colecci¨®n La Cua de Palla empez¨® a publicarse en 1963. Era un g¨¦nero desprestigiado, dice Moix, en el que no se pod¨ªa hablar claramente. Terenci evit¨® el papel de la polic¨ªa. Eran sus protagonistas quienes intentaban desentra?ar el caso y adem¨¢s las situ¨® fuera de Espa?a.
Hay mucha acci¨®n y humor en ambas historias. Tambi¨¦n glamour. Besar¨¦ tu cad¨¢ver est¨¢ ambientada en Roma y aparecen personajes fascinantes. Carla, alegre, derrochadora, que parec¨ªa eternamente feliz, pero que guardaba un secreto. Horst, su marido, hijo de un oficial alem¨¢n, que tambi¨¦n ten¨ªa algo que ocultar, que creci¨® como un noble italiano y que es el principal sospechoso. Jean Paul Boyer, su primo y amigo que intenta ayudarle. Es una novela sin trampas. Primeros amores, primeros celos, primeros odios. Fiestas, drogas, persecuciones. Habla de Roma como si la hubiera conocido, pero a¨²n no la hab¨ªa visitado. Era el fruto de sus lecturas y de su pasi¨®n por el cine. Ya en las primeras p¨¢ginas se habla de Pais¨¤, de Roberto Rossellini.
Gimferrer la plantea como una derivaci¨®n policial de La dolce vita, de Fellini, y describe al joven escritor ya fascinado por Italia. Ana Mar¨ªa Moix la compara a novelas posteriores como Garras de astrac¨¢n o Mujerc¨ªsimas. Y eso vale tambi¨¦n para Han matado a una rubia. En ¨¦sta, el protagonista es Charles, un pintor bohemio pendiente de cobrar una suculenta herencia si consigue localizar a su prima Brigitte, condici¨®n indispensable para hacerse con la pasta. Aqu¨ª nos sumerge en los ambientes bohemios, en un recorrido enloquecido por los bares, fiestas y clubes de Par¨ªs, donde la trata de mujeres y la droga est¨¢n muy presentes.
Da la sensaci¨®n de que Terenci Moix se divirti¨® mucho escribiendo estas dos novelas que no sobrepasan las 150 p¨¢ginas cada una. Los personajes creados por Terenci, perd¨®n, por Ray Sorel tienen un punto de amoralidad muy contempor¨¢neo. Escribe Gimferrer: "Las mejores cualidades del narrador, las que en adelante le har¨ªan un escritor irrepetible, est¨¢n ya todas aqu¨ª".
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