"Yo hago lo que sea"
Andr¨¦s se conforma con la econom¨ªa sumergida
Andr¨¦s -nombre ficticio- naci¨® en el Callao (Per¨²) y empez¨® a trabajar a los 16 a?os porque se negaba a ponerse en fila con sus hermanos para recibir la propina que su padre les repart¨ªa todos los s¨¢bados. "Yo quer¨ªa tener el dinero que ganase yo, no el que me diese mi padre". Desde entonces, Andr¨¦s ha hecho de todo: conducir camiones, veh¨ªculos blindados, arreglar coches, aires acondicionados y todo lo que se le ha puesto por delante. "Yo hago lo que sea, en pa¨ªses como el m¨ªo la gente aprende a hacer de todo".
Aunque ten¨ªa un buen trabajo en Per¨² y ya rozaba los 50, hace tres a?os lo dej¨® todo, cruz¨® el Atl¨¢ntico y aterriz¨® en C¨¢diz por amor. La historia no sali¨® bien, aunque aclara que eso "no viene al caso". El caso es que Andr¨¦s lleg¨® a San Fernando con papeles y empez¨® a trabajar en una inmobiliaria. Pero a los tres meses la empresa quebr¨®: "La due?a estaba hipotecada, es el problema de aqu¨ª, se vive demasiado del pl¨¢stico [la tarjeta de cr¨¦dito]".
"No quiero ayuda, no me interesa, yo lo que quiero es trabajar"
Fue entonces cuando estall¨® la crisis y desde entonces le ha sido cada vez m¨¢s dif¨ªcil encontrar un contrato. Pas¨® por un taller de mec¨¢nica. "Trabajaba cada d¨ªa m¨¢s pero cada vez ganaba menos", asegura. Lo dej¨® y se fue a Madrid, a otro taller donde le prometieron papeles. "Pero no me los daban, tuve un peque?o accidente y me echaron".
Andr¨¦s volvi¨® entonces a C¨¢diz. Mec¨¢nica, fontaner¨ªa, pintura, reparaciones... Busca un contrato pero se conforma con la econom¨ªa sumergida. Consigue nuevos clientes de las recomendaciones que obtiene gracias a su buena mano. "Aqu¨ª no hay mec¨¢nicos, hay cambiapiezas. Porque nadie repara, s¨®lo se ponen piezas nuevas porque se demoran menos y te cobran m¨¢s", explica con vehemencia.
No hay cifras oficiales pero siempre C¨¢diz ha estado a la cabeza de la econom¨ªa sumergida en informes de expertos, sindicatos e instituciones. Con 171.000 parados, la Junta admite que el 30%, es decir, unos 51.000, ya no recibe ninguna prestaci¨®n por desempleo. Son antiguos parados que ya no tienen acceso a ning¨²n recurso econ¨®mico bajo el control p¨²blico. No obstante, los responsables auton¨®micos no creen que esta crisis haya favorecido el resurgimiento de la econom¨ªa sumergida. "Cuando las cosas van mal, van mal para todos los sectores, incluida la econom¨ªa sumergida", explica el delegado de Empleo de la Junta en C¨¢diz, Juan Bouza.
Una de las consecuencias de la crisis, seg¨²n Bouza, ha sido la salida a la luz de estos trabajadores sin contrato. "La crisis ha permitido que aflore la econom¨ªa sumergida y muchos de los que estaban en ella han decidido apuntarse al paro", opina Bouza. Andr¨¦s no es uno de ellos. Igual que las propinas de su padre, ha rechazado pedir la prestaci¨®n a la que ten¨ªa derecho: "Yo no quiero ayuda, no me interesa, yo lo que quiero es trabajar".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.