El consenso de Buenos Aires

Argentina se prepara para un experimento de banca central consistente en gastar y esperar. El ¨²ltimo presidente, Mart¨ªn Redrado, fue destituido porque era reacio a traspasarle al Gobierno 6.600 millones de d¨®lares de las reservas de moneda extranjera del Banco Central. Su sustituta, Mercedes Marco del Pont, est¨¢ dispuesta a cooperar con las pol¨ªticas de grandes gastos de la presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner.

Marco del Pont posee el legado familiar apropiado para la econom¨ªa de Kirchner. Es la sobrina del destacado economista y pol¨ªtico Rogelio Frigerio, quien orquest¨® la primera victoria electoral de N¨¦stor Kirchner como alcalde de Gallegos en 1987. Kirchner se convirti¨® m¨¢s tarde en presidente y su mujer es la actual mandataria.

Frigerio, que muri¨® en 2006, fue el fundador del movimiento desarrollista, dedicado a fomentar el crecimiento de Argentina mediante la inversi¨®n extranjera y las obras p¨²blicas. Fue un aliado clave de los presidentes de centro-izquierda de los a?os sesenta Arturo Frondizi y Arturo Illia, partidarios de los grandes gastos. No se deber¨ªa juzgar a una mujer por su t¨ªo, pero Marco del Pont se describe a s¨ª misma como una activista que "promueve ideas de desarrollo".

Fern¨¢ndez de Kirchner puede confiar en ella. Marco del Pont ha dicho que "cree en la autonom¨ªa operativa del Banco Central", pero que "no puede ser independiente". Como miembro del Parlamento de Argentina, respald¨® un proyecto de ley para ampliar las responsabilidades del Banco Central y que ¨¦ste, adem¨¢s de proteger la moneda, "se preocupase por el desarrollo del pa¨ªs".

El Gobierno, que se enfrenta a un agujero en la financiaci¨®n de la deuda que actualmente se calcula que rondar¨¢ los 15.000 millones en 2010, quiere la hucha de 48.000 millones de d¨®lares en moneda extranjera del Banco Central. El ministro de Econom¨ªa, Amado Boudou, ha dicho que la existencia del Fondo Bicentenario, al que se pagar¨¢n las reservas del Banco Central, "permitir¨¢ fijar unos tipos de inter¨¦s m¨¢s bajos". Parece que el Gobierno planea usar tanto el est¨ªmulo monetario como el econ¨®mico para impulsar la tasa de crecimiento de Argentina.

A los posibles inversores extranjeros en deuda o renta variable de Argentina no es probable que les entusiasme el experimento. Aun as¨ª, mientras los precios de las exportaciones de productos b¨¢sicos del pa¨ªs sigan altos y el peso siga bajo -y hasta que sus reservas de moneda extranjera se agoten- la fiesta argentina continuar¨¢. Pero, antes o despu¨¦s, la realidad econ¨®mica tiende a ser dura con los gobiernos despilfarradores. -