La crisis tumba la rentabilidad tur¨ªstica de los grandes eventos
La llegada de turistas cae a tasas previas a la celebraci¨®n de la Copa del Am¨¦rica
En 2007 Valencia vivi¨® lo que los expertos llaman efecto champ¨¢n. En toda regla. La celebraci¨®n de la 32 edici¨®n de la Copa del Am¨¦rica (que en realidad dur¨® tres a?os, no tres d¨ªas como la que empieza hoy en el puerto de Valencia) en la cima de una ¨¦poca de exuberancia econ¨®mica impuls¨® el turismo en la ciudad. El n¨²mero de visitantes creci¨® un 8,1%, y el n¨²mero de pernoctaciones (un indicador m¨¢s fiable del gasto de los turistas) un 15,2%. Pero dos a?os despu¨¦s ese efecto champ¨¢n (o inauguraci¨®n) pr¨¢cticamente se hab¨ªa disipado: En 2009 el n¨²mero de visitantes retrocedi¨® un 7% y el de pernoctaciones pr¨¢cticamente un 6%, devolviendo a la ciudad a par¨¢metros tur¨ªsticos similares, sobre todo en viajeros recibidos, a los de 2006.
El descenso ha sido menor en otras ciudades espa?olas comparables
"Lo que te permite mantenerte no son cuatro iconos", dice el 'lobby' Exceltur
?Qu¨¦ ha pasado? Los expertos consultados apuntan a una mala gesti¨®n del d¨ªa despu¨¦s. A la resaca que otras ciudades han vivido despu¨¦s de albergar grandes acontecimientos. Y al cambio de ciclo econ¨®mico. La crisis, sin embargo, deber¨ªa afectar a todos los destinos por igual. Y en 2009 los indicadores sufrieron mucho menos en Madrid (-1,23% en viajeros, -1,6% en pernoctaciones), Barcelona (-2,2% en viajeros y aumento del 5,9% en pernoctaciones) o Sevilla (-3,9% en viajeros, -4% en pernoctaciones), seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
Los datos cuestionan la rentabilidad tur¨ªstica de la pol¨ªtica de grandes eventos (hay que recordar que desde 2008 la ciudad acoge adem¨¢s el Gran Premio de F-1) m¨¢s all¨¢ del muy corto plazo. Y aconsejan observarla desde otras perspectivas.
La Generalitat present¨® en 2008 un informe sobre el impacto econ¨®mico de la Copa del Am¨¦rica. El IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas) lo cuantific¨® en 2.767,9 millones de euros. Una cantidad apabullante que en muchos casos, adem¨¢s, se tradujo como beneficio cuando seguramente hubiera sido m¨¢s apropiado definirlo como gasto. Y ello porque el 74% de ese importe se lo llevaron las inversiones, "principalmente en construcci¨®n de infraestructuras", se?alaba el informe. Joaqu¨ªn Maudos, profesor de An¨¢lisis Econ¨®mico en la Universitat de Val¨¨ncia y autor del estudio del IVIE admite que el impacto de las inversiones (en el puerto, red de metro, aeropuerto...) hubiera sido parecido si las obras se hubieran realizado por s¨ª mismas. La Copa fue la oportunidad para hacerlas. Pero lo adecuado, a continuaci¨®n, hubiera sido explotarlas (no dejar morir durante m¨¢s de dos a?os la nueva marina del puerto). Entre otras cosas, comenta Maudo, porque hay que devolver al Instituto de Cr¨¦dito Oficial el pr¨¦stamo de 450 millones de euros que sirvi¨® para construirlas.
El informe del IVIE no contempl¨® los "posibles beneficios" de "la proyecci¨®n internacional de Valencia a trav¨¦s de la difusi¨®n de las regatas en los medios de comunicaci¨®n". El an¨¢lisis de coste-beneficio de la Copa podr¨ªa realizarse. Pero nadie se lo ha pedido al IVIE. "Es un problema muy com¨²n: no hacer evaluaciones de los resultados de las iniciativas desde los presupuestos que se ten¨ªan antes de llevarla a cabo", afirma Emili Obiol, profesor de Geograf¨ªa de la Universitat de Val¨¨ncia especializado en turismo.
Jos¨¦ Luis Zorea, vicepresidente del lobby del sector Exceltur, pone a Valencia como "el mejor ejemplo de c¨®mo un pueblo grande se ha convertido en una gran ciudad". Zorea, defiende los grandes eventos, en la que incluye la Copa, la F-1 y la arquitectura espect¨¢culo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Todo ello, opina, permiti¨® a la ciudad reposicionarse en el mapa europeo de los viajes. "Pero esto no es pedalear hasta la cumbre y luego parar. Las grandes ciudades necesitan mantener el objeto del deseo. Par¨ªs no puede ser s¨®lo la Torre Eiffel y el Louvre. Los eventos te pueden poner en el mapa, pero no puedes esperar tener unas olimpiadas cada tarde. Al final lo que te permite mantenerte no son cuatro lugares ic¨®nicos, sino ofrecer vivencias". La reflexi¨®n conecta con la del soci¨®logo Jos¨¦ Miguel Iribas al afirmar que el turismo no es espacio, sino tiempo: ofrecer al visitante algo que hacer por la ma?ana, por la tarde y por la noche. ?Lo hace Valencia?
La Consejer¨ªa de Turismo defiende su pol¨ªtica. "Entre el 90% y el 85% de los asistentes a los eventos tienen intenci¨®n de repetir su visita", seg¨²n sus informes de demanda, lo que hace prever "¨®ptimas influencias a largo plazo sobre el turismo". El departamento que dirige Bel¨¦n Juste destaca el espectacular incremento de la oferta hotelera que corri¨® en paralelo a los eventos. Pero ese aspecto que la consejer¨ªa considera positivo es visto por el vicepresidente de Exceltur como la t¨ªpica "sobreinversi¨®n" que han padecido en momentos similares otras ciudades espa?olas y que "no es de esperar que se mantengan".
"Los grandes eventos han tenido una rentabilidad medi¨¢tica que el Gobierno valenciano ha sabido aprovechar", afirma la concejal socialista Ana Botella. "Pero desde el punto de vista de rentabilidad econ¨®mica y social, de mejora del posicionamiento de la ciudad, los objetivos no se han cumplido, si es que alguna vez los hubo, porque Valencia no tiene un plan estrat¨¦gico. La pregunta es: ?c¨®mo se puede embarcar una ciudad en un desarrollo tur¨ªstico tan costoso sin tener un plan?".
La venganza de Ryanair
La ca¨ªda de turistas en 2009, especialmente el desplome del 15,8% en los extranjeros, seg¨²n el INE ha hecho saltar una alarma bastante l¨®gica entre los empresarios del sector: De poco sirve celebrar grandes eventos si Valencia permanece casi aislada por v¨ªa a¨¦rea.
?Exagerado? En oto?o de 2008, tras m¨¢s que agr¨ªas discusiones con el Consell, Ryanair cerr¨® su base en Manises y elimin¨® gran parte de las conexiones con ciudades europeas. En septiembre de 2008 la compa?¨ªa volaba a 21 destinos desde Valencia; en abril de 2009 (que ya es temporada de verano para el sector a¨¦reo) volaba a 11. Tres meses antes, en enero, s¨®lo lo hac¨ªa a siete ciudades.
La retirada de la aerol¨ªnea de bajo coste tuvo efectos catastr¨®ficos para Manises. Durante los 12 meses siguientes el aeropuerto encaden¨® muchas ca¨ªdas del orden del 30% en el n¨²mero de pasajeros transportados. Un desplome que s¨®lo se mitig¨® a finales de 2009: para entonces las estad¨ªsticas de AENA tomaban como elemento de comparaci¨®n los ¨²ltimos meses de 2008, en los que la compa?¨ªa irlandesa apenas operaba en Valencia.
La marcha de Ryanair se produjo justo cuando la crisis global se envenenaba, lo que frustr¨® las esperanzas del Consell de sustituir una l¨ªnea de bajo coste por otra. El resultado es inapelable: en 2009 Manises perdi¨® un mill¨®n de viajeros, lo que representa una ca¨ªda del 17,8% (del 20% comparado con 2007). L'Altet, el aeropuerto de Alicante, sin tanto gran evento, aguantaba el tipo con una moderada ca¨ªda del 4,5%.
La ciudad de Valencia en 2009
- El n¨²mero de turistas cay¨® un 7%, y el retroceso entre los visitantes extranjeros fue del 15,8%. Las pernoctaciones lo hicieron casi un 6%.
- En ciudades espa?olas como Madrid y Barcelona el n¨²mero de turistas cay¨® un 1,23% y un 1,6%. En Sevilla, un 3,9%.
- El aeropuerto de Manises perdi¨® un mill¨®n de pasajeros.
- La compa?¨ªa de bajo coste Ryanair enlazaba con 11 destinos cuando en 2008 volaba a 21.
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