Intermedio

En la madrugada del domingo al lunes tuvo lugar lo que siempre es un momento televisivo de enorme magnitud. La final de la Super Bowl. Como comprender¨¢n, el deporte palidece ante todo lo que le rodea. Hace mucho tiempo que el deporte es una excusa para todo lo dem¨¢s. Y desde hace a?os la actuaci¨®n musical de 12 minutos que tiene lugar en el intermedio se convierte en un reto profesional. Algo parecido a escalar el Himalaya a toda prisa y cargado con las bolsas del supermercado. Se trata de un miniconcierto condensado, donde el elegido tiene que soltar una descarga de adrenalina de tal magnitud que deje boquiabierto al planeta. El a?o pasado Bruce Springsteen dio una especie de ba?o de intensidad con su concierto preciso y milim¨¦trico, y este a?o el reto no era menor para un grupo cl¨¢sico, los Who.

Desde que se anunci¨® su presencia, el l¨ªder del grupo, Pete Townshend, tuvo que luchar con los integristas online que lo persiguen por aquella acusaci¨®n en 2003 de conectarse con un enlace de pornograf¨ªa infantil por Internet. No es mala lecci¨®n haber superado un estigma as¨ª y seguir tocando. El tipo, con su barriga, su sombrerito y sus gafas de sol, se subi¨® al escenario circular del estadio de Miami y con sus 65 a?os a cuestas llev¨® la batuta del concierto. Puede que no sea la mayor demostraci¨®n de talento musical, pero la actuaci¨®n contuvo las dosis indicadas de espect¨¢culo y sudor. Los fuegos artificiales, las proyecciones cenitales y el ambientazo envolvieron el caramelo musical.

La descarga de un himno como Teenage wasteland supongo que significar¨¢ para sus incondicionales un momento para el recuerdo, como para los fan¨¢ticos de Michael Jackson su actuaci¨®n en el intermedio de 1993 es la cota insuperable de su genialidad. Para nosotros, el detalle que debemos retener es que el anuncio m¨¢s caro del a?o, ese que supuestamente ven cien millones de norteamericanos, lo pag¨® Google. Por si nos quedaba alguna duda sobre qui¨¦n es el gigante econ¨®mico de nuestros d¨ªas. El anuncio, Search stories, es una joya barata e ingeniosa sobre nuestra vida en la Red, amor en Par¨ªs incluido, aunque ausente la pederastia. Pero, h¨¢ganme caso, el futuro no es esto, s¨®lo estamos en el intermedio.