"Paesa est¨¢ protegido"

Francisco Paesa, de 75 a?os, ha salido del caso Rold¨¢n sin perder una sola pluma. Igual de impoluto que sus americanas cruzadas de seis botones, anchas solapas y pa?uelo de paramecios a juego. En enero de 1995, Juli¨¢n Sancrist¨®bal, ex secretario de Estado de Seguridad, le pidi¨® que ayudara al ex director de la Guardia Civil a salvar su bot¨ªn. Sus testaferros suizos hicieron desaparecer los 10 millones de euros que ocultaba en Ginebra y simularon la venta de sus casas de Par¨ªs y San Bartolom¨¦ (Antillas francesas). Le facilit¨® su fuga y 11 meses despu¨¦s le enga?¨® para que regresara y se entregara en Bangkok (Tailandia). Por este servicio el Ministerio de Justicia e Interior, entonces dirigido por Juan Albert Belloch, le pag¨® 1.800.000 euros a cargo de fondos reservados. Hoy vive tranquilo en su piso de Par¨ªs dedicado a controlar sus inversiones y negocios. Recientemente ha sufrido una dolencia de la que ya est¨¢ recuperado, seg¨²n asegura uno de sus amigos m¨¢s fieles y leales.

Nadie se explica c¨®mo Paesa escap¨® de las garras de la justicia. Antonio Asunci¨®n, el ex ministro del Interior socialista que ces¨® en su cargo en 1994 por la fuga de Rold¨¢n, tampoco. "Yo he declarado en muchos juzgados durante toda mi vida por temas menos importantes y trascendentes. Este se?or ni eso. No ha pisado un juzgado. Tiene un trato de protecci¨®n muy extra?o. Nadie le llama a declarar. ?Que le llamen y le pregunten d¨®nde est¨¢ el dinero! Que se lo pregunten para que nos enteremos todos. Porque esta persona lo sabe muy bien".

Asunci¨®n recuerda que Manuel Cobo del Rosal, abogado de Paesa, le anunci¨® hace a?os una querella por las insinuaciones que hizo su cliente. "Entonces me amenaz¨® con querellarse contra m¨ª y me ofrec¨ª a renunciar a mi inmunidad parlamentaria. Le tom¨¦ el guante. Me encantar¨ªa que se querellara contra m¨ª porque as¨ª nos enterar¨ªamos de muchas cosas. Paesa de pronto est¨¢ muerto, luego resucita y vuelve a aparecer. Y no pasa nada. Mientras tanto la mayor¨ªa de los mortales desfilamos por los juzgados para declarar sobre cualquier cosa. ?No le parece raro?".

Los fiscales anticorrupci¨®n Alejandro Luz¨®n y Daniel Campos, que investigaron el caso y siguieron la pista del dinero, achacan al C¨®digo Penal antiguo, el de 1973, la suerte de Paesa. "Supuestamente, Paesa manej¨® todo el dinero de Rold¨¢n cuando ¨¦ste intent¨® salvarlo. Actu¨® como un blanqueador y su actividad fue impune porque el delito de blanqueo no se contempl¨® para casos relacionados con corrupci¨®n hasta mayo de 1996 y esas conductas eran de los a?os 1993 y 1994. Se le llam¨® a declarar y compareci¨® en los juzgados de la plaza de Castilla, pero no le pudimos imputar por ese motivo". "Est¨¢ demostrado que Paesa se encarg¨® de moverle el dinero y que luego colabor¨® en su entrega", apostilla Luz¨®n.

Durante el juicio de Rold¨¢n las partes llamaron a declarar a Paesa, pero el escurridizo ex agente del Ministerio del Interior durante la etapa socialista no compareci¨®. Envi¨® un fax desde Nueva York en el que aseguraba que no es residente en Espa?a desde 1968 y que le resultaba "imposible" acudir a testificar por estar "en permanente observaci¨®n m¨¦dico-cl¨ªnica". M¨¢s tarde el tribunal recibi¨® un certificado de un m¨¦dico del hospital Americano de Par¨ªs, en Neuilly, en el que un doctor aseguraba que Paesa se encontraba "grave y con riesgo de suicidio", por lo que hab¨ªa ingresado en la cl¨ªnica francesa Ville de Bouzin. Ese mismo d¨ªa este peri¨®dico comprob¨® que Paesa no se encontraba ingresado en el centro.

En julio de 1998, Paesa se super¨® a s¨ª mismo y escenific¨® su propia muerte. Su hermana Mar¨ªa, funcionaria del Congreso de los Diputados, insert¨® una esquela en EL PA?S en la que se anunciaba el fallecimiento e incineraci¨®n de los restos de su familiar en Tailandia. La polic¨ªa certific¨® que se trataba de otra representaci¨®n teatral del hombre que hab¨ªa puesto a salvo el patrimonio robado por Rold¨¢n.

La nueva desaparici¨®n de Paesa no era balad¨ª. Una juez acababa de imputarle por encubrimiento del dinero de Rold¨¢n y estaba en b¨²squeda y captura. Su fotograf¨ªa aparec¨ªa en los archivos de Interpol. Ten¨ªa que esfumarse si no quer¨ªa acabar en la c¨¢rcel junto a su cliente. Paloma Garc¨ªa, titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 17 de Madrid, le embarg¨® 522.800 euros depositados en una de sus cuentas suizas bloqueada anteriormente por el juez Paul Perraudin, el magistrado que colabor¨® con las autoridades espa?olas en el esclarecimiento del caso Rold¨¢n. El dinero figuraba a nombre de la sociedad Finser Investment Ltd. y en la misma ten¨ªan firma sus sobrinos Alfonso y Beatriz Garc¨ªa Paesa. La cantidad bloqueada hab¨ªa llegado hasta Suiza mediante dos cheques nominativos procedentes del Aresbank de Madrid, en junio de 1994, meses despu¨¦s de que Rold¨¢n escondiera en esta entidad sus 10 millones de euros ocultos en Ginebra y desaparecidos finalmente en Singapur. La Fiscal¨ªa interpret¨® que ¨¦se era el pago del ex jefe de la Guardia Civil a Paesa por sus servicios, pero Luz¨®n destac¨® en su escrito que no se le pod¨ªa imputar por blanqueo porque los hechos eran anteriores a 1995 y hasta entonces ese delito s¨®lo se contemplaba para los casos de tr¨¢fico de drogas.

Entonces pareci¨® que la suerte de Paesa se acababa. Pero desde 1999, en que Interpol lo incluy¨® en la lista de los buscados, hasta marzo de 2004, en que su caso prescribi¨®, se lo trag¨® la tierra. Cinco a?os sin caer en las garras policiales, sin un tropiezo en controles, fronteras o aeropuertos. Viviendo en Par¨ªs, su primera mujer era francesa y es la ciudad de sus sue?os, sin cometer errores ni exponerse demasiado. Utilizando cualquiera de las m¨²ltiples identidades que ha usado en su agitada vida de vendedor de armas, representante consular de pa¨ªses africanos, banquero frustrado en Ginebra con su quebrado Alpha Bank y amante de se?oras de post¨ªn como Dewi Sukarno, la viuda del ex presidente de Indonesia.

"No se le localiz¨®", recuerda el fiscal Campos. "No se le pudo capturar cuando estaba en b¨²squeda y captura", asegura el comisario Rafael Bermejo, el hombre que negoci¨® con ¨¦l en Par¨ªs la entrega de Rold¨¢n cuando ¨¦ste se dio a la fuga.