Una noche de premios y sorpresas

Fue una noche de amigos, felicidad y optimismo, en la que el n¨²mero de premios se reparti¨® entre los dos grandes t¨ªtulos favoritos, aunque con un claro vencedor, Celda 211, esa incursi¨®n en el cruel mundo carcelario dirigida por Daniel Monz¨®n, que se alz¨® con ocho premios Goya, entre ellos el de mejor pel¨ªcula, director, gui¨®n adaptado y actor protagonista.

Frente a esta pel¨ªcula peque?a que se ha convertido en la sorpresa del a?o, uno de los t¨ªtulos m¨¢s caros de la historia del cine espa?ol, ?gora, el alegato de la raz¨®n por encima de la violencia, de Alejandro Amen¨¢bar, que gan¨® siete estatuillas, en su mayor¨ªa t¨¦cnicas y la de mejor gui¨®n. Fue tambi¨¦n una noche de sorpresas: la de la aparici¨®n en p¨²blico por primera vez en Espa?a de la pareja formada por Pen¨¦lope Cruz y Javier Bardem, y la de la reconciliaci¨®n inesperada de Pedro Almod¨®var con la Academia de Cine.

"Estoy aqu¨ª porque ten¨¦is un presidente muy pesado", dijo el director manchego

"Este a?o nos hemos sentido m¨¢s vivos que nunca", afirm¨® De la Iglesia

S¨®lo ?lex de la Iglesia pod¨ªa lograrlo... Almod¨®var, oculto durante toda la noche, apareci¨® al final para entregar el Goya a la mejor pel¨ªcula. "Estoy aqu¨ª porque ten¨¦is un presidente muy pesado que ha insistido hasta la saciedad", dijo Almod¨®var, ante el aplauso de sus compa?eros.

El entusiasmo fue una de las notas que defini¨® la fiesta del cine espa?ol, a lo que contribuy¨® no s¨®lo la buena cosecha de taquilla en 2009 tras a?os de desencuentros con el p¨²blico, sino tambi¨¦n la excelente, sorprendente y ¨¢gil ceremonia conducida por Andreu Buenafuente.

"He visto con cu¨¢nto amor se puede trabajar en el cine". La frase de un reci¨¦n llegado a esta industria, Alberto Ammann, que recogi¨® el premio a mejor actor revelaci¨®n por Celda 211, resume como nadie lo vivido ayer en el Palacio Municipal de Congresos,en Madrid. Ya lo hab¨ªa advertido el presidente de la Academia, ?lex de la Iglesia, a su llegada a la gala. "Quiero elevar la moral y que la gente disfrute con nosotros".

Todo apuntaba al ¨¦xito de Celda 211, que se fue confirmando seg¨²n transcurr¨ªa la ceremonia, un ¨¦xito de equipo, como apunt¨® Daniel Monz¨®n al recoge la estatuilla a mejor director. "Subo a recoger este galard¨®n en nombre de todo el equipo, esta pel¨ªcula es de todos. El Goya lo tendr¨ªa que cortar en pedacitos y repartirlos". Juan Gordon, el productor de Celda 211, record¨® los valores de la ambici¨®n y la sensatez que tienen que prevalecer en la producci¨®n cinematogr¨¢fica: "Esta es nuestra mejor pel¨ªcula, pero el a?o que viene tenemos que hacer m¨¢s y todav¨ªa mejores", a?adi¨®. Si hab¨ªa un premio cantado era el de Luis Tosar, que recibi¨® el Goya a mejor actor de manos de su gran amigo Javier Bardem, por su interpretaci¨®n de Malamadre, un preso tierno y duro en Celda 211. "?Qu¨¦ emoci¨®n?, Malamadre es un personaje que es un bomb¨®n, pero tengo que decir aqu¨ª que los actores hacemos buenos trabajos cuando tenemos buenos personajes. Somos una familia que nos dedicamos al mejor oficio del mundo".

El ¨²nico que recibi¨® el premio en casa fue Antonio Mercero. Enfermo de Alzheimer y rodeado de su mujer y sus hijos, el director y guionista no pudo asistir a la gala, as¨ª que fue la Academia la que viaj¨® a su encuentro y all¨ª, delante de las c¨¢maras y en presencia del presidente de la instituci¨®n, ?lex de la Iglesia, recogi¨® la estatuilla muy emocionado.

Retransmitida en directo por Televisi¨®n Espa?ola y por primera vez sin cortes publicitarios, la de ayer fue una ceremonia ¨¢gil presentada por un sensacional Andreu Buenafuente, al m¨¢s puro estilo de Hollywood, siempre muy cerca de los asistentes a la ceremonia y paseando entre ellos. El comienzo con un v¨ªdeo divertido en el que participaron muchos rostros conocidos dio el tono humor¨ªstico que nunca perdi¨® el gui¨®n plagado de humor y bromas.

El m¨¢s entusiasta de todos fue el propio ?lex de la Iglesia, que se estren¨® ayer en la gala de los Goya como presidente de la Academia, con 35 kilos menos que el a?o pasado y con un discurso claro y directo en torno a la humildad, el agradecimiento, la ilusi¨®n y el orgullo.

De la Iglesia comenz¨® pidiendo humildad a sus colegas -"nos miramos al ombligo, nos encanta nuestro ombligo"- y perd¨®n a los espectadores por haber fallado muchas veces, pero no olvid¨® la alegr¨ªa del sector por un a?o plagado de ¨¦xitos en taquilla. "Este a?o nos hemos sentido m¨¢s vivos que nunca".