Ucrania, la tortuga europea y la liebre rusa
Ucrania no est¨¢ perdida todav¨ªa. No hay duda de que es un vuelco asombroso el hecho de que V¨ªctor Yanuk¨®vich, cuyo fraude en las elecciones presidenciales ucranianas de 2004 desat¨® la revoluci¨®n naranja, haya sido elegido ahora presidente; pero no es el triunfo de una contrarrevoluci¨®n azul. En todo caso, confirma que Ucrania est¨¢ convirti¨¦ndose en una democracia seria, en vez de la democracia virtual de tipo ruso que era antes de la revoluci¨®n naranja.
A diferencia de muchas supuestas elecciones en reg¨ªmenes autoritarios, no hemos sido capaces de saber este resultado de antemano. Experimentados observadores internacionales han dicho que han sido unas elecciones libres y limpias. La princesa derrotada, Yulia Timo-shenko, no debe impugnar el resultado; lo que debe hacer es comenzar su campa?a para ganar en 2015.
La elecci¨®n de Yanuk¨®vich es un giro hist¨®rico sorprendente, pero a¨²n hay partido
Yanuk¨®vich buscar¨¢ una relaci¨®n m¨¢s estrecha con Rusia, pero no existen indicios de que los oligarcas que le respaldan quieran que Ucrania deje de ser un pa¨ªs independiente. Les interesa jugar a dos bandas, con Rusia y con la Uni¨®n Europea. El propio Yanuk¨®vich dice ahora que la integraci¨®n en la UE es "nuestro objetivo estrat¨¦gico". A los amigos de la libertad en Ucrania les esperan cinco a?os dif¨ªciles. Siguen existiendo verdaderas amenazas contra la soberan¨ªa del pa¨ªs, entre ellas la utilizaci¨®n rusa del gas como arma y la posibilidad de un conflicto por la pen¨ªnsula de Crimea, en la que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es rusa y la flota rusa del Mar Negro tiene el control de Sebastopol.
Ahora bien, si se capean estos posibles temporales y la elecci¨®n presidencial de 2015 arrebata el poder a Yanuk¨®vich, los futuros historiadores quiz¨¢ juzguen la situaci¨®n actual como un peque?o desv¨ªo en el camino hacia la consolidaci¨®n de la Ucrania independiente. Pero para eso ser¨¢ necesario que haya valent¨ªa en Kiev, contenci¨®n en Mosc¨² y pensamiento estrat¨¦gico en Bruselas; unas cualidades que faltan bastante hoy en las tres capitales.
Yo, que fui testigo de la revoluci¨®n naranja en Kiev y le di una acogida entusiasta, debo reconocer que despu¨¦s me decepcion¨®. V¨ªctor Y¨²shenko result¨® ser un presidente bastante impotente, ya antes de tener las manos atadas en nudos de reparto de poder por el compromiso constitucional que puso fin a la revoluci¨®n negociada.
Si leen el ep¨ªlogo a la ¨²ltima edici¨®n de la excelente historia de los ucranianos escrita por Andrew Wilson, se encontrar¨¢n en un mundo m¨¢s pr¨®ximo a Los Soprano que a El Ala Oeste de la Casa Blanca. Los oligarcas se pelean entre bastidores de la pol¨ªtica ucraniana como aut¨¦nticos g¨¢nsteres; la corrupci¨®n esend¨¦mica; el pa¨ªs ha ca¨ªdo en el ¨ªndice de libertad econ¨®mica; la econom¨ªa se contrajo m¨¢s de un 14% el a?o pasado. Los ucranianos pueden hablar con libertad y escoger entre los diversos candidatos -la participaci¨®n en los ¨²ltimos comicios fue casi del 70%-, pero tienen buenos motivos para sentirse decepcionados por la falta de mejoras materiales, seguridad legal y justicia social.
Tambi¨¦n es cierto que, durante los ¨²ltimos cinco a?os, Ucrania ha recibido menos apoyo del que deber¨ªa de la UE. Los l¨ªderes europeos se han mostrado demasiado comedidos sobre la perspectiva de que Ucrania se incorpore a la Uni¨®n. Pero hasta los m¨¢s firmes partidarios del pa¨ªs, como el ex presidente polaco Aleksander Kwasniewski, tienen que reconocer que los ucranianos han sido, muchas veces, sus peores enemigos. Europa no puede hacer por Ucrania lo que Ucrania no haga por s¨ª misma.
En este sentido, y pese a todos sus defectos, la derrotada Timoshenko habr¨ªa sido mejor opci¨®n. Incluso en comparaci¨®n con el escaso nivel de la pol¨ªtica postcomunista, Yanuk¨®vich es un ejemplo de lumpen. Durante su candidatura a la presidencia en 2004 o¨ª en Kiev este chiste: "?Sabes que Yanuk¨®vich quiere obtener un tercer periodo?". Los dos primeros periodos fueron de c¨¢rcel, cuando era joven, por robo, lesiones corporales graves y agresi¨®n sexual. Pues bien, ahora ha obtenido ese tercer periodo. A pesar de todo lo que ha renovado su estilo el din¨¢mico asesor pol¨ªtico estadounidense Paul Manafort, sus discursos son infumables.
Me encanta la an¨¦cdota de que mencion¨® a la gran poeta rusa Anna Akhmatova llam¨¢ndola Anna Akhmetova (el gran oligarca padrino de Yanuk¨®vich se llama Rinat Akhmetov). Lo ¨²nico bueno es que, como tantos otros dirigentes pl¨²mbeos y poco elocuentes del mundo postcomunista, seguramente conseguir¨¢ que se movilicen los j¨®venes ucranianos, llenos de verg¨¹enza, repugnancia y sensaci¨®n de rid¨ªculo.
Adem¨¢s, en cualquier caso, Yanuk¨®vich es el presidente ucraniano que hay. Tenemos que trabajar con ¨¦l. Lo importante ahora es qu¨¦ puede hacer la Uni¨®n Europea para ayudar a Ucrania a encaminarse hacia un futuro m¨¢s libre, pr¨®spero y europeo. ?sta es una pregunta dirigida en especial a una dirigente que casualmente ha sido elegida para el mismo periodo que Yanuk¨®vich y cuyas declaraciones, hasta el momento, han sido de una soser¨ªa verdaderamente digna del presidente ucraniano. Me refiero, por supuesto, a la Alta Representante para la Pol¨ªtica Exterior, Catherine Ashton.
La UE deber¨ªa superar su lenguaje enga?oso actual ("reconocemos las aspiraciones europeas de Ucrania y damos la bienvenida a su opci¨®n europea") para decir que "queremos que sea miembro de la UE cuando satisfaga todos los requisitos para la integraci¨®n. Eso beneficiar¨¢ nuestros intereses y los suyos". Ser¨¢ dif¨ªcil que todos los l¨ªderes nacionales de la UE se adhieran a esa postura, pero Ashton tiene que empezar a intentarlo ya. En la pol¨ªtica europea, cinco a?os son mucho tiempo.
Mientras tanto, hay cosas que ya puede empezar a hacer. A medida que construya el nuevo servicio exterior de la UE, debe decidir d¨®nde concentrar los recursos diplom¨¢ticos y econ¨®micos. Los sitios en los que m¨¢s impacto puede tener la UE son nuestros vecinos inmediatos, y hay pocos m¨¢s importantes que Ucrania.
En la actualidad, la delegaci¨®n de la UE en Kiev es un lugar siniestro, burocr¨¢tico y de poca importancia, con la p¨¢gina web tal vez m¨¢s aburrida del mundo. En menos de un a?o, Ashton deber¨ªa convertirla en un s¨®lido ejemplo de lo que puede ser una embajada de la UE, con un embajador de primera categor¨ªa, pol¨ªticamente astuto, un equipo cuidadosamente escogido de lo mejor de Bruselas y de los servicios diplom¨¢ticos de los Estados miembros, gente que hable bien ucraniano para aparecer en los medios de comunicaci¨®n de aquel pa¨ªs y una coordinaci¨®n ejemplar con las embajadas bilaterales de los Estados miembros.
La Iniciativa Mixta de Cooperaci¨®n creada recientemente por la UE en Crimea debe tener una presencia permanente y muy visible en la conflictiva pen¨ªnsula. Sus funcionarios deben ayudar a todos los grupos de poblaci¨®n de la zona (rusos, ucranianos, t¨¢rtaros de Crimea y otros) a conseguir mejorar en los aspectos m¨¢s necesarios: mejores carreteras e infraestructuras, v¨ªnculos educativos y culturales. Y, por cierto, si est¨¢ coci¨¦ndose alg¨²n problema serio all¨ª, debemos poder enterarnos con mucha anticipaci¨®n.
Aunque Yanuk¨®vich seguramente tratar¨¢ de conseguir un acuerdo especial sobre el gas con Mosc¨², Bruselas debe seguir dejando clara la necesidad de que el pa¨ªs cuente con unos precios m¨¢s realistas para el gas, mayor eficiencia energ¨¦tica y redes de suministro m¨¢s diversificadas e integradas. Es algo que interesa enormemente a Europa. Recordemos que, cuando Rusia cort¨® el suministro de gas a Ucrania en enero de 2009, la mitad oriental de la UE se resfri¨®. El pr¨®ximo a?o, las presidencias de turno h¨²ngara y polaca apoyar¨¢n sin duda a Ashton y los comisarios en este intento.
En cuanto a los ucranianos corrientes, lo que m¨¢s impacto tendr¨ªa ser¨ªa la relajaci¨®n de las restricciones para el visado. Cualquiera que viese el efecto psicol¨®gico que tuvo el pasado mes de diciembre en Serbia el anuncio de la exenci¨®n de visado para viajar a la UE sabe lo que quiero decir.
Es una tarea aburrida, lenta, nada espectacular, pero eso es lo que se le da bien a la UE. Una tortuga debe hacer lo que sabe. Seg¨²n dicen, a veces incluso puede ganar a una liebre rusa.
Timothy Garton Ash, catedr¨¢tico de Estudios Europeos, ocupa la c¨¢tedra Isaiah Berlin en St. Antony's College, Oxford, y es profesor titular de la Hoover Institution, Stanford. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.