Ruido de desag¨¹es

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, tiene raz¨®n. Todo lo relacionado con el caso G¨¹rtel es "ruido exterior". Al menos, en las Cortes Valencianas. El problema es que ese ruido exterior suena a desag¨¹e y tuber¨ªa y el sonido se cuela dentro del Parlamento y crea ecos en los corredores de la C¨¢mara y en el hemiciclo.

El PP hizo caso omiso de que la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n haya solicitado en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid que se investiguen las cuentas de la direcci¨®n regional del partido en diez entidades bancarias. Un asunto que hubiese provocado el p¨¢nico hace s¨®lo un a?o y que hoy los populares asumen como si de una r¨¦plica de terremoto se tratase. El argumento lo facilit¨® dentro del hemiciclo el portavoz adjunto popular C¨¦sar Augusto Asencio, ef¨ªmero secretario general en funciones del PP entre la ca¨ªda de Ricardo Costa y el advenimiento de Antonio Clemente. "No me preocupa la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Me preocupan los jueces que por ahora dicen que no hay nada".

El temple de Asencio, que suele tener problemas para acertar la clave en la que debe tocar la canci¨®n, acab¨® por provocar la hilaridad del portavoz socialista, ?ngel Luna, que sali¨® a los pasillos a batir la mand¨ªbula a gusto y a decir la suya sobre el hecho de que Anticorrupci¨®n quiera investigar las cuentas del PP valenciano.

"Me parece razonable que lo pida la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y supongo que el juez Pedreira aceptar¨¢ esas diligencias y, por tanto, permitir¨¢ que la investigaci¨®n vaya hacia adelante", continu¨® ?ngel Luna, "porque frente a lo que algunos se creen, ni la querella nuestra, ni el asunto, ha ido a la papelera, ni se ha archivado y todav¨ªa vamos a tener que hablar durante mucho tiempo de estos temas".

Para Luna, "es normal que se est¨¦n realizando diligencias para averiguar en toda su profundidad los hechos que se describen en el informe de la brigada de blanqueo de capitales".

Y en medio de ese ruido, Ricardo Costa, que sigue siendo la ¨²nica v¨ªctima pol¨ªtica del caso G¨¹rtel en la Comunidad Valenciana, deambulaba por los pasillos de la C¨¢mara a la espera de que la direcci¨®n nacional del PP lo rehabilite y le devuelva la condici¨®n de militante. Una condici¨®n que, seg¨²n se desprende del sonido que emiten las tuber¨ªas del PP, permitir¨¢ a Costa obtener, en un futuro pr¨®ximo, la condici¨®n de consejero de Camps. Pero de momento, quien fue mano derecha del presidente se limita mirar al tendido.