Resurrecci¨®n zombi en los Luna
Cuatro amigos inauguran una sesi¨®n mensual de pel¨ªculas de terror de serie B cinco a?os despu¨¦s del cierre de los c¨¦ntricos cines
La verdad es que visitar un cine fantasma da un poco de yuyu. Los cines Luna, en la plaza de Mar¨ªa Soledad Torres Acosta, llevan desde 2005 en estado de letargo, ajenos a todo lo que en las calles aleda?as suele llenar p¨¢ginas como ¨¦sta: prostituci¨®n, menudeo de droga, reformas urban¨ªsticas o planes para recuperar la zona a golpe de dise?ador. Detr¨¢s de las puertas repletas de cola reseca y carteles de conciertos hay trastos viejos, polvo y un silencio sepulcral. "S¨®lo faltan las telara?as, eso nos encantar¨ªa", dice Popy Blasco, periodista y bloguero, uno de los responsables de que ma?ana, a las 22.30, ese silencio se rompa y llegue el verdadero terror: el Festival Cineshock, que una vez al mes pretende recuperar los cines para proyectar pel¨ªculas de serie B. Ya saben: monstruos de pega, gritos quebrando la noche, zombies, v¨ªsceras y mucho ketchup. Todo gratis.
"Queremos que sea como un cineclub", dicen los organizadores
S¨®lo una de las cuatro salas conserva la pantalla de proyecci¨®n
"Queremos proyectar pel¨ªculas desconocidas para el p¨²blico, que fracasaron en su momento pero que han perdurado. Adem¨¢s, as¨ª la juventud descubrir¨¢ por qu¨¦ viste como viste", bromea Miguel Agnes, otro de los que est¨¢n en el ajo (junto con Julio Prieto y Andr¨¦s Aberasturi P¨¢ez, promotor de Ego Cibeles). Dice que elegir¨¢n filmes de todos los subg¨¦neros: vampiros, zombies, gore, todo tendr¨¢ cabida.
Eso s¨ª, por el momento prefieren mantener la emoci¨®n sobre las pr¨®ximas convocatorias y no revelar los t¨ªtulos. Mientras, en la sala 4, que se utilizar¨¢ por ser la ¨²nica que conserva la pantalla -las dem¨¢s est¨¢n rotas-, se afanan las trabajadoras de una compa?¨ªa de limpieza industrial. Hay restos de la semana de okupaci¨®n del verano pasado que llev¨® a cabo el colectivo de activistas sociales Rompamos el silencio, pancartas combativas, carteles, rollos de viejas pel¨ªculas revueltos por el suelo e incluso se conservan todav¨ªa los folletos de las ¨²ltimas proyecciones. "Da pena verlo as¨ª", suspira Blasco.
Aunque queda algo de magia. Tardar¨¢n dos d¨ªas en rascar la suciedad del suelo, adecentar las butacas, limpiar los ba?os, en ponerlo todo a punto.
"Son pel¨ªculas que no tienen cabida en ning¨²n sitio, ni siquiera en la Filmoteca", apunta Julio Prieto, sentado en uno de los desvencijados sof¨¢s. Los organizadores probaron en otras salas, entre ellas las s¨®rdidas X, pero s¨®lo llegaron a un acuerdo con el propietario de los cines Luna a trav¨¦s de Triball, la asociaci¨®n comercial que pretende la rehabilitaci¨®n de la zona. "Nos pusimos en contacto con la propiedad porque quer¨ªamos darle vida a ese espacio", explica Rafael de Aza, de Triball, "y a su vez lo ofrecimos a los promotores". EL PA?S intent¨® ayer sin ¨¦xito contactar con el propietario.
Por lo dem¨¢s, la financiaci¨®n -el alquiler del proyector, los carteles, la limpieza, unos 1.000 euros- corre a cargo de los bolsillos de estos cuatro amigos cin¨¦filos e inquietos que idearon el proyecto en las barras de los bares. "Est¨¢bamos cansados de hacer cosas en la noche, que se hab¨ªa vuelto demasiado aburrida", dice Miguel Agnes. "Queremos que esto tenga continuidad, en plan cineclub, encontrar un patrocinador y seguir ofreciendo todas estas pel¨ªculas de forma gratuita, las pel¨ªculas que nos gustan", dice Popy Blasco.
Las luces de ne¨®n brillar¨¢n de nuevo ma?ana, como una estampa de tiempos pret¨¦ritos. El primer plato se presenta, m¨¢s que fr¨ªo, escalofriante: Demons, un filme de Lamberto Bava, con gui¨®n de Dario Argento, en el que, curiosamente, los protagonistas acuden a un cine donde tendr¨¢n algunos problemillas con monstruos y zombies. As¨ª que se trata del escenario perfecto: "Va a dar mucho miedo ir al ba?o durante la peli", dicen los organizadores. Despu¨¦s, para calmar los nervios y recuperar el aliento, habr¨¢ un c¨®ctel con m¨²sica de Silvia Superstar. Una noche para pasarlo de miedo.
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