Bruselas sentencia la exportaci¨®n de at¨²n rojo a Jap¨®n

Alberto de M¨®naco est¨¢ a punto de salirse con la suya. El pr¨®ximo mes en Doha (Qatar), el at¨²n rojo quedar¨¢ incluido en el anexo I de Cites, el convenio internacional que regula el comercio de especies en extinci¨®n. La Comisi¨®n Europea anunci¨® ayer que apoyar¨¢, con condiciones, la propuesta de M¨®naco para restringir dr¨¢sticamente la exportaci¨®n a Jap¨®n, con lo que, previsiblemente, saldr¨¢ adelante. ?sta es la primera vez que una pesquer¨ªa se regula por este sistema y afectar¨¢ enormemente a Espa?a, el pa¨ªs de la UE con m¨¢s cuota pesquera, en el que unas 1.500 personas viven del at¨²n y que exporta un 80% de sus capturas a Jap¨®n para el sushi.

El auge de este alimento en todo el mundo amenaza el at¨²n rojo. Un ejemplar es pescado en el Mediterr¨¢neo, engordado en Tarragona hasta pesar m¨¢s de 200 kilos. De all¨ª viaja en barco hasta Par¨ªs, donde es enviado a Jap¨®n rodeado de hielo. En la lonja de Tokio se vende por unos 6.000 euros.

Los ecologistas llevan a?os intentando que la Comisi¨®n Internacional para la Conservaci¨®n del At¨²n Atl¨¢ntico (ICCAT) cerrara la pesquer¨ªa. Pero los pa¨ªses ah¨ª reunidos sol¨ªan asignar cada a?o m¨¢s cuota de la que recomendaban sus informes cient¨ªficos. En 2008, los cient¨ªficos recomendaron pescar 15.000 toneladas en el Mediterr¨¢neo, pero el ICCAT aprob¨® 22.000, de las que 4.000 iban para Espa?a.

Por eso los ecologistas buscaron una v¨ªa alternativa. Convencieron a M¨®naco, un pa¨ªs sin m¨¢s flota que los yates, de que presentara en Cites la inclusi¨®n del at¨²n rojo en el anexo I, el m¨¢s restrictivo. En esa lista est¨¢n especies en peligro como tigres, elefantes...

El secretario general del Mar, Juan Carlos Mart¨ªn Fragueiro, afirm¨® que Espa?a no tiene postura tomada y que esperar¨¢ a ver la propuesta de la Comisi¨®n, pero quiso tranquilizar al sector: "El Parlamento Europeo ya apoy¨® la inclusi¨®n en Cites siempre que se tuviera en cuenta las artes tradicionales, que hubiera apoyo socioecon¨®mico al sector y a que se modificase el reglamento europeo para permitir el comercio dentro de la UE".

Aunque la postura de la Comisi¨®n ser¨¢ oficial el lunes, fuentes comunitarias explicaron que habr¨ªa medidas para paliar el impacto en las pesquer¨ªas tradicionales. Con la postura de la Comisi¨®n y de la Euroc¨¢mara, favorables a proteger el at¨²n, Espa?a deber¨¢ consensuar la postura que la Uni¨®n Europea lleve a Doha. Y aunque el Gobierno no quer¨ªa incluir la especie en Cites, no podr¨¢ ignorar estas opiniones. Ahora busca f¨®rmulas que mitiguen el impacto de esta protecci¨®n.

Espa?a vive la paradoja de ser de los pa¨ªses con m¨¢s cuota y con la industria m¨¢s potente de engorde en granjas en el mar. Sin embargo, s¨®lo tiene seis barcos de cerco -con base en Tarragona- mientras que Francia tiene m¨¢s de 30. Los ecologistas consideran que son los grandes cerqueros del Mediterr¨¢neo, equipados con s¨®nar y que hasta hace unos a?os localizaban a los atunes con avionetas, los que han esquilmado la poblaci¨®n.

El des¨¢nimo cundi¨® en el sector del at¨²n. Diego Crespo, de la Organizaci¨®n de Productores Pesqueros de Almadraba, que engloba a las cuatro almadrabas de C¨¢diz, calific¨® la decisi¨®n como "un suicidio": "No hay ninguna especie que haya entrado en Cites y luego haya salido. Y detr¨¢s del at¨²n vendr¨¢n m¨¢s especies".

Ra¨²l Garc¨ªa, de WWF, una de las organizaciones que m¨¢s ha impulsado la inclusi¨®n como especie protegida, se mostr¨® optimista: "Esto era impensable hace un a?o, aunque a¨²n no est¨¢ todo decidido. Jap¨®n est¨¢ haciendo una campa?a enorme en contra de que entre en Cites y hay muchos pa¨ªses que temen el precedente de que este convenio regule especies pesqueras". Los ecologistas acusan al Gobierno de ser demasiado blando en la protecci¨®n de la especie, y los pescadores de haberles vendido y de haber cambiado el discurso.

EE UU a¨²n no ha anunciado su postura y Jap¨®n se ha mostrado partidario de mantener el actual sistema de control. Hasta el secretariado del convenio Cites ha apoyado la protecci¨®n de la especie. El comercio del sushi toca a su fin.