Universidad y econom¨ªa sostenible
El primer Consejo de Ministros de 2010 acaba de acordar la remisi¨®n del anteproyecto de la Ley de Econom¨ªa Sostenible al Consejo de Estado y otros ¨®rganos consultivos como la Comisi¨®n Nacional de la Competencia, el Consejo Econ¨®mico y Social, la Comisi¨®n del Mercado de Valores, el Banco de Espa?a o el Consejo General del Poder Judicial. Pero tan importante como el dictamen de cada uno de estos organismos ser¨ªa el que elevase el Consejo de Coordinaci¨®n Universitaria. Porque despu¨¦s de le¨ªdo este extenso anteproyecto, e independientemente de la suerte parlamentaria que le espera, podemos adelantar ya que probablemente despu¨¦s de la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983 ning¨²n otro texto legal podr¨ªa tener mayor influencia que ¨¦ste en el desarrollo futuro de nuestras universidades.
Por fin los poderes se toman en serio la relaci¨®n entre ciencia y cambio de modelo productivo
En su t¨ªtulo preliminar se define la econom¨ªa sostenible como aquella que concilie el desarrollo econ¨®mico, social y ambiental en una econom¨ªa productiva y competitiva, que favorezca el empleo de calidad, la igualdad de oportunidades y la cohesi¨®n social, y que garantice el respeto ambiental y el uso racional de los recursos naturales. Y entre los ocho principios fundamentales que enumera para regir la acci¨®n de los poderes p¨²blicos, se menciona expresamente el fomento de la capacidad innovadora de las empresas, pero tambi¨¦n la extensi¨®n y mejora de la calidad de la educaci¨®n y el impulso de la formaci¨®n continua.
En este sentido, varios cap¨ªtulos del segundo de los tres t¨ªtulos de la Ley, dedicado a la competitividad, tratan expresamente de la Universidad, la investigaci¨®n y la transferencia de resultados de la actividad investigadora. ?Aleluya!: por fin nuestros poderes ejecutivo y legislativo, tras tanta palabrer¨ªa previa al "fuese y no hubo nada", parecen tomar en serio la relaci¨®n entre la ciencia y la investigaci¨®n y el cambio del modelo productivo. Ser¨ªa una triste paradoja que en la Sociedad del Conocimiento hacia la que nos encaminamos, las universidades, que son aut¨¦nticas "factor¨ªas de conocimiento", quedasen al margen, ensimismadas, sin transmitirlo a la sociedad para enriquecerla (no s¨®lo materialmente). Pero tampoco olvida este anteproyecto otro cap¨ªtulo dedicado a la ense?anza superior integrada y la movilidad entre la formaci¨®n profesional superior y la universitaria.
A estas alturas del partido, nadie es tan ingenuo como para pensar que una mera Ley, por extensa y ambiciosa que nos parezca, vaya a ser capaz de transformar la realidad precaria en jauja. Del dicho al hecho va mucho trecho, y todos, por caso, recordamos que la LRU establec¨ªa hace la friolera de veintisiete a?os que las universidades deber¨ªan "disponer de recursos suficientes para el desempe?o de las funciones que se les hayan atribuido", cuando la verdad es que hoy est¨¢n como quien dice a la luna de Valencia.
Dichas funciones, seg¨²n el resumen ejecutivo el documento Estrategia Universidad 2015 del Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa, se cifran en tres: formaci¨®n, investigaci¨®n y transferencia de conocimiento y tecnolog¨ªa, a las que no debe dejar de a?adirse la cl¨¢sica misi¨®n universitaria de la creaci¨®n y transmisi¨®n de la cultura. Pues bien: lo que en la LRU era el t¨ªmido pero decisivo avance concretado en el famoso art¨ªculo 11, por el que se autorizaba a los departamentos e institutos universitarios para contratar con entidades p¨²blicas o privadas la realizaci¨®n de trabajos de car¨¢cter cient¨ªfico, t¨¦cnico o art¨ªstico, encuentra ahora en este nuevo anteproyecto de Ley su cabal desarrollo como uno de los pilares de la econom¨ªa sostenible que se propugna.
Si esta nueva Ley en ciernes est¨¢ llamada a construir un futuro que todos desear¨ªamos que no se quedase en papel mojado, obligado es reconocer tambi¨¦n que responde a experiencias previas realizadas en algunas universidades. Entre ellas, la Universidad de Santiago se distingui¨®, desde hace ya tres lustros, por desarrollar un entramado institucional al servicio de una transferencia de conocimiento para una econom¨ªa sostenible a base de su Centro de Innovaci¨®n y Transferencia de Tecnolog¨ªa (CITT), su sociedad gestora de intereses Unixest, su incubadora de empresas Uninova, su plan de emprendimiento Uniemprende y su Sociedad de Capital Riesgo Unirisco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.