A?o Santo para la escena 'indie'
Tri¨¢ngulo de Amor Bizarro ultima el lanzamiento de su segundo disco, concebido en una aldea de Boiro y grabado en Granada en una semana
La parroquia de Abanqueiro se encuentra en la pen¨ªnsula de Boiro, a tres kil¨®metros del bar m¨¢s cercano y con las casas ocultas tras vericuetos en forma de curvas. En una de las m¨¢s aisladas, con Rianxo al frente y la playa a apenas cien metros, naci¨® uno de los discos m¨¢s impactantes de los ¨²ltimos a?os y se ha gestado otro de los m¨¢s esperados. Aqu¨ª viven dos de los miembros de Tri¨¢ngulo de Amor Bizarro, Rodrigo Caama?o e Isa Cea, alejados de los t¨®picos urbanistas y cool sobre el underground. En una aldea se pueden escribir las canciones oscuras y sucias como las que en 2007 encandilaron a la cr¨ªtica, que situ¨® su debut hom¨®nimo entre los mejores discos del a?o.
Tras el lanzamiento del disco comenzaron una gira por toda Espa?a y ciudades como Londres o M¨¦xico DF que deterior¨® sus relaciones internas hasta el punto de que el bater¨ªa Juli¨¢n Ulpiano abandon¨® el grupo. "No sab¨ªamos si ¨ªbamos a seguir. No encontr¨¢bamos las ganas, pero hemos vuelto a encontrarlas", comenta Isa Cea en la cocina de su casa. "Aqu¨ª mismo es donde grabamos el primer disco", se r¨ªe Rodrigo apoyado sobre la encimera.
El disco saldr¨¢ a la venta a finales de marzo o principios de abril
La catarsis se consum¨® en agosto del a?o pasado cuando al grupo se incorporaron dos viejos amigos del Taller Electr¨®nico, un centro de experimentaci¨®n musical montado en A Coru?a. Rafa Mallo, a la bater¨ªa, y ?scar Vilari?o, a los teclados, se sumaron al proyecto. "Ahora estamos m¨¢s cerca del esp¨ªritu original", asegura Rodrigo.
Esta sensaci¨®n se plasma en el sonido de los nueve temas que componen A?o Santo, un gui?o inconsciente al Xacobeo y que pretende celebrar que han recuperado la motivaci¨®n.
Las nueve canciones del disco saldr¨¢n a la venta a finales de marzo o principios de abril, aunque esta noche las presentan en la sala Le Club de A Coru?a. Las diferencias son notables respecto al anterior trabajo, que sonaba muy contenido en comparaci¨®n con la fiereza de su directo. "Hemos crecido como grupo y nos alejamos del principio para no encasillarnos ni repetir lo que ya no nos sale", explica Isa Cea, que canta tres temas del nuevo trabajo.
Para la grabaci¨®n optaron por cambiar su casa por la de Paco Loco en su estudio de Granada, uno de los centros de referencia de la escena independiente estatal. "Nos dijo que ¨¦ste no era el t¨ªpico segundo disco de un grupo", recuerda Rodrigo. All¨ª se enfrentaron por primera vez al reto de grabar con un productor y abandonar la atm¨®sfera casera. "Pens¨¢bamos que pod¨ªa afectar al sonido, pero estuvimos muy c¨®modos y lo grabamos del tir¨®n en una semana", apunta Isa Cea.
En Abanqueiro, el contraste resulta evidente entre el entorno y la furia que emana del local de ensayo de un grupo que remite a sonidos de My Bloody Valentine, The Jesus and Mary Chain o Joy Division. Rodrigo, sin embargo, matiza el id¨ªlico paraje en que han parido sus canciones. "Hay m¨¢s ruido que en A Coru?a. Casi no podemos dormir entre los gallos o la gente que sale a cortar con la motosierra". El ruido que generan ellos, sin embargo, ha sido bien recibido. "A la gente de la aldea le gusta que venga gente joven a vivir aqu¨ª", dice.
Pese a la expectaci¨®n que gener¨® el primer disco y que provoc¨® la edici¨®n de El hombre del siglo V con grabaciones in¨¦ditas, no han sentido presi¨®n para editar su nuevo trabajo. "Hasta ahora no ten¨ªamos nada interesante que decir", argumenta Isa. En Boiro las cosas tienen su propio ritmo.
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