El Ej¨¦rcito recluta al futuro
Las 850 empresas que trabajan con Defensa sostienen 18.000 empleos directos y 50.000 indirectos
En julio ¨²ltimo, los investigadores de la empresa espa?ola Micromag hicieron invisible al radar una patrullera de la Armada de 45 metros de eslora fondeada en la r¨ªa de Vigo. La t¨¦cnica, pionera en el mundo, se sustenta en nanohilos repelentes al radar que mezclados en una pintura convencional permiten hacer desaparecer cualquier elemento. El invento va a ser presentado en marzo en el Pent¨¢gono norteamericano, como paso previo a su comercializaci¨®n entre los pa¨ªses de la OTAN. "It is truly the best simulator in the world" ("es el mejor simulador del mundo"), dec¨ªan los oficiales de Marines norteamericanos, hace ya una d¨¦cada, en la revista especializada The Society of Experimental Test Pilots, a prop¨®sito de los sistemas creados por la empresa Indra. No eran anuncios comerciales; eran comentarios que los pilotos de los Harrier estadounidenses vert¨ªan espont¨¢neamente elogiando la precisi¨®n y capacidad de aleccionamiento que aportan los simuladores de vuelo de esa multinacional espa?ola, presente en m¨¢s de cuarenta pa¨ªses.
La investigaci¨®n militar espa?ola sigue envuelta en el silencio, m¨¢s que en el secreto, atacada por la sospecha y los prejuicios f¨®bicos. En el cuarto pa¨ªs europeo que m¨¢s invierte en I+D+i militar, nadie parece al tanto de las actividades que tienen lugar en los gigantescos centros tecnol¨®gicos del Ej¨¦rcito, nada se sabe de sus proyectos estrella, no se discute si ese dinero est¨¢ bien invertido y hasta qu¨¦ punto se justifica que los fondos p¨²blicos alimenten la creciente industria de Defensa.
Espa?a exporta alta tecnolog¨ªa militar, cuando, hasta hace bien poco, el ¨²nico made in Spain militar que se conoc¨ªa en el extranjero era el impreso en las armas cortas, la munici¨®n o los morteros, poco m¨¢s. Las 850 empresas del sector que capitanean firmas como Navantia, Indra, Santa B¨¢rbara-General Dynamics, GMV, Tecnobit, EADS-CASA, Sener, Amper, IT-Rolls Royce... sostienen 18.000 empleos directos y 50.000 m¨¢s indirectos, y facturan unos 3.600 millones de euros anuales, el 40% de los cuales procede de la exportaci¨®n, a Europa, en su gran mayor¨ªa. "La cosa funciona", asegura el catedr¨¢tico de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid Vicente Ortega. "Somos uno de los pa¨ªses que m¨¢s retornos financieros obtiene de su participaci¨®n en los proyectos de la EDA (Agencia Europea de Defensa). Los indicadores de eficiencia del INE (Instituto Nacional de Estad¨ªstica) muestran que los consorcios vinculados a Defensa son, hoy, tras la industria farmac¨¦utica, los que m¨¢s tiran de la econom¨ªa. Hay un buen plantel de ingenieros y empleos de calidad", se?ala.
Hablar de I+D+i militar est¨¢, sin embargo, mal visto en la sociedad espa?ola; es casi tab¨² en ambientes acad¨¦micos que tienden a reducir esas actividades al "matar m¨¢s y mejor" y a obviar el problema de la seguridad. El hecho de que una docena de universidades y 2.600 investigadores, encabezados por el ex director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, se hayan declarado objetores a la colaboraci¨®n con el Ej¨¦rcito parece probar que la aplicaci¨®n de la ciencia a lo militar sigue generando sentimientos de verg¨¹enza. Y es que una parte nada desde?able de la opini¨®n p¨²blica ve en eso una aberraci¨®n o un desprop¨®sito. "La I+D militar constituye una aut¨¦ntica anticiencia" (...). "Queremos que se conozca qu¨¦ grupos de investigaci¨®n se dedican a la I+D militar y acabar con el secretismo", proclamaba la Fundaci¨® per la Pau en una de sus pasadas campa?as.
"Seg¨²n el c¨®digo ¨¦tico que rige en mi universidad, resultar¨ªa que estoy haciendo algo prohibido o, al menos, no recomendable, aunque calculo que s¨®lo el 4% o el 5% de mis experimentos puede tener aplicaci¨®n militar", indica, a su vez, Antonio Hernando, director del IMA (Instituto de Magnetismo Aplicado de la Complutense de Madrid). "Tambi¨¦n nosotros estamos en contra de las guerras y nos gustar¨ªa imaginarnos, como John Lennon, un mundo fraternal, sin violencia, pero la cuesti¨®n es si quieres tener un Ej¨¦rcito o no. Si la respuesta es s¨ª, tendr¨¢s que dotarlo de la tecnolog¨ªa necesaria porque disponer de I+D es hoy vital para la seguridad", indica F¨¦lix Yndur¨¢in, catedr¨¢tico de F¨ªsica de la Materia Condensada en la Aut¨®noma de Madrid. "Como entidad, no hemos llegado a decir que debe desaparecer la I+D militar al ciento por ciento, pero s¨ª pensamos que para salvaguardar la seguridad hay aspectos m¨¢s determinantes sobre los que intervenir", matiza Jordi Armadans, responsable de la Fundaci¨® per la Pau.
La imagen de la investigaci¨®n militar acusa severamente el desafecto que el uniforme verde oliva suscita en una parte de la sociedad. Da igual que la empresa p¨²blica Navantia venda fragatas a Australia y Noruega; que gracias a sus sat¨¦lites, el Ej¨¦rcito disponga de cobertura para la transmisi¨®n de datos y voz desde Denver (Estados Unidos) a Singapur; que la Armada est¨¦ ensayando un revolucionario sistema de propulsi¨®n energ¨¦tico independiente de la atm¨®sfera para sus nuevos submarinos S-80, ingenios a medio camino entre lo at¨®mico y lo convencional. Suiza y varios pa¨ªses del Este se muestran interesados en el complejo de radares electromagn¨¦ticos y visores ¨®pticos del SIVE (Sistema Integral de Vigilancia del Estrecho), mientras el sistema radar Lanza 3D, piedra angular de la red de defensa a¨¦rea espa?ola, est¨¢ siendo exportado preferentemente a Latinoam¨¦rica.
A la creencia, err¨®nea, de que la investigaci¨®n militar es a la investigaci¨®n lo que la m¨²sica militar a la m¨²sica, se a?ade, en nuestro pa¨ªs, el agravio de los cient¨ªficos civiles por el reparto del dinero del I+D+i en un pasado de grandes penurias presupuestarias. Aunque ha transcurrido una d¨¦cada desde la "rebeli¨®n de las batas blancas" -justificada en el esc¨¢ndalo de 1999, a?o en el que el presupuesto de I+D+i militar ascendi¨® al 54% del total dedicado a la investigaci¨®n-, no ha habido un debate medianamente franco y serio. Es como si unos y otros caminaran por sendas paralelas, un imposible a todos los efectos, puesto que la tecnolog¨ªa es dual, y cada vez m¨¢s dual. La I+D de Defensa, que se encuentra en el origen de gran parte de los inventos: el radar, el bol¨ªgrafo, el microondas, la sart¨¦n de tefl¨®n de la NASA, la transmisi¨®n por ordenador, la fibra ¨®ptica, el GPS, Internet (ideado para comunicar los diferentes silos de misiles)..., est¨¢ perdiendo, a favor de la investigaci¨®n civil, el car¨¢cter puntero que acredit¨® en el pasado. De hecho, desde la aparici¨®n de Internet, hace ya dos d¨¦cadas; esto es: una eternidad, no puede hablarse de un descubrimiento notable atribuible al I+D militar porque los revolucionarios sistemas de comunicaci¨®n, como la aplicaci¨®n de la voz sobre Internet en el Skay, han sido fruto de algoritmos surgidos de la investigaci¨®n civil.
"Lo ¨²nico que distingue a la I+D civil de la militar es el car¨¢cter finalista, ya que ambas comparten la misma tecnolog¨ªa. La dicotom¨ªa carece de sentido", subraya el teniente general Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Sieiro, director general de Armamento y Materiales. Es lo mismo que con similares palabras repiten muchos cient¨ªficos. "Las tecnolog¨ªas civil y militar tienden a confundirse", dice Vicente Ortega. Los propios simuladores de Indra aportan un ejemplo de utilizaci¨®n dual. Creados originalmente para el Ej¨¦rcito, han dado paso a los simuladores de ambulancias, de autobuses urbanos, de camiones de bomberos, de coches polic¨ªa, de helic¨®pteros... El mayor centro de formaci¨®n de pilotos civiles del sureste asi¨¢tico, ubicado en la isla china de Hainan, se rige por el sistema de la empresa espa?ola.
"Lo imperdonable es que no haya coordinaci¨®n, cuando ya la hubo en el pasado", subraya el ex ministro Eduardo Serra. "La gente que trabaja en ¨¢reas de aplicaci¨®n militar act¨²a con mucha discreci¨®n, pero no por secretismo oficial, sino por temor a la reacci¨®n de quienes se oponen a todo lo que tenga que ver con el Ej¨¦rcito", indica Jordi Molas, profesor de Investigaci¨®n del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas). "El principal obst¨¢culo es la polarizaci¨®n pol¨ªtica. He vivido en Gran Breta?a y all¨ª el ambiente es bien distinto porque, pese a las discrepancias, todo el mundo reconoce al otro como parte de la comunidad cient¨ªfica. El ¨²nico enfrentamiento que se daba entre partidarios y detractores era el partido de f¨²tbol que disputaban anualmente", subraya.
Seg¨²n Joan Guinovart, presidente de la Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a (COSCE), "estamos pagando el precio de la identificaci¨®n de lo militar y el franquismo", y tambi¨¦n, "un segundo pecado que fue servirse del I+D como pantalla para fabricar o comprar armas o hacer aplicaciones sin casi valor investigador a?adido". Ese "segundo pecado" explicar¨ªa muchas de las actitudes refractarias porque, en efecto, hubo un tiempo en el que, por temor al d¨¦ficit presupuestario, el Gobierno pag¨® el equipamiento y modernizaci¨®n del Ej¨¦rcito con dinero te¨®ricamente destinado al I+D. "Por culpa de esas conductas, Espa?a figur¨® injustamente entre los pa¨ªses de la OCDE de menor eficiencia en I+D p¨²blico", reprocha Joan Mulet, director general de la fundaci¨®n COTEC para la Innovaci¨®n Tecnol¨®gica.
Aunque en menor medida, los Gobiernos posteriores han seguido utilizando profusamente el cap¨ªtulo 8 presupuestario que habilita cr¨¦ditos blandos a la innovaci¨®n con inter¨¦s cero, reembolsable a partir de 20 a?os. "La i peque?a de innovaci¨®n es un poco tramposa porque es un caj¨®n de sastre que posibilita cr¨¦ditos utilizables, incluso para la producci¨®n de armamento, el utillaje o las cadenas de montaje", admite Jordi Molas. "Lo importante es que se fabrica, se vende, se exporta y se aprende. Todos los pa¨ªses apoyan a sus industrias militares y no s¨¦ por qu¨¦ nosotros vamos a ser m¨¢s tontos o m¨¢s ortodoxos que los dem¨¢s", indica Vicente Ortega. El porcentaje del I+D +i militar respecto al civil ha ido descendiendo progresivamente a lo largo de la d¨¦cada hasta situarse en la actualidad en el 12,96%, aunque el fuerte incremento presupuestario global de los ¨²ltimos a?os le hab¨ªa permitido mantener y hasta superar sus cifras absolutas. Los 1.182 millones de euros fijados para este a?o suponen un recorte del 19,1%.
Al teniente general Jos¨¦ Manuel Sieiro no le cabe duda de que el nivel tecnol¨®gico de las fuerzas armadas espa?olas es "muy bueno" y se corresponde con el cuarto lugar que Espa?a ocupa en Europa en volumen de inversi¨®n en I+D militar, inmediatamente despu¨¦s del Reino Unido, Francia y Alemania. "Formamos parte del reducido club de pa¨ªses autosuficientes en la transmisi¨®n de datos por sat¨¦lite y, a falta de los submarinos S-80, que nos situar¨¢n en la ¨¦lite de los sumergibles con una tecnolog¨ªa original, somos ya la tercera flota europea, detr¨¢s del Reino Unido y Francia que, por su fuerza nuclear, tienen otra dimensi¨®n. El portaaviones Juan Carlos I de tecnolog¨ªa aeroespacial y las fragatas F-1 nos dan un alt¨ªsimo nivel", asegura. Es un juicio que Eduardo Serra comparte plenamente. "Tenemos un Ej¨¦rcito muy bien dotado tecnol¨®gicamente, pese a que el presupuesto militar es dos, tres y hasta cuatro veces menor que el del Reino Unido, Francia y Alemania. Con 130.000 efectivos, puede resultar peque?o de tama?o, si se quiere, pero es altamente disuasorio porque dispone de una gran capacidad militar", afirma.
"Los espa?oles no necesitamos grandes flotas, no queremos un Ej¨¦rcito para dominar el mundo", indica el teniente general Garc¨ªa Sieiro. "Los escenarios previsibles para nuestras fuerzas armadas son operaciones de mantenimiento de la paz en sitios como Afganist¨¢n, L¨ªbano, Somalia y en el conjunto del continente africano donde debemos ser capaces de enfrentarnos a cualquier reto. No trabajamos en la perspectiva de las batallas de masas, como en la Segunda Guerra Mundial, sino en la lucha contra la insurgencia. Se trata de poseer la iniciativa, saber manejar muchas y complejas variables para la soluci¨®n de un problema, tener organizaci¨®n y comunicaci¨®n permanente. El I+D es vital para la milicia porque ninguna guerra se gana con los procedimientos de la guerra anterior y de lo que se trata es de anticiparse al futuro".
?No habr¨ªa que ser m¨¢s exigentes en la eficiencia y competitividad de la I+D+i militar y reclamarle tambi¨¦n la obtenci¨®n de patentes como se hace con la investigaci¨®n civil? ?Est¨¢n plenamente justificados los cr¨¦ditos a la industria militar teniendo en cuenta que las empresas vinculadas a Defensa acumulan ya cr¨¦ditos por valor de 14.205 millones de euros, de los cuales no se ha llegado a devolver ni el 1%? ?A qu¨¦ responde que EADS Espa?a sea la divisi¨®n con la tasa de beneficio anual m¨¢s baja de ese conglomerado europeo? ?No ser¨ªa m¨¢s provechoso, y econ¨®mico, que la UE estableciera el mapa continental de la I+D+i militar para evitar las duplicidades?
De acuerdo con su experiencia, como secretario de Estado en el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez y ministro con Aznar, Eduardo Serra dibuja un panorama poco ideal de la actitud cooperativa de los socios europeos. "Cuando empezamos a asomar la cabeza en los programas comunes, el Reino Unido, Francia y Alemania trataron de cerrarnos el paso con el argumento de que la industria europea de Defensa era cosa suya. Y no han cambiado demasiado", advierte. "Los franceses y alemanes nos ningunean en EADS-Casa (consorcio en el que Espa?a tiene un 6,5% del capital). Los primeros prefieren vender productos franceses fuera de EADS antes que productos de EADS que no sean franceses".
El ex ministro se muestra cr¨ªtico con el desarrollo de los grandes proyectos a¨¦reos europeos. "El A-400 (avi¨®n de transporte que ser¨¢ ensamblado en Sevilla) tiene problemas de construcci¨®n y sobrecoste, pese a que fue proyectado hace 20 a?os; la fabricaci¨®n del Eurofighter (prototipo de avi¨®n de combate europeo) la aprobamos en 1986 y me temo que va a costar 2,5 veces lo del equivalente americano", explica. Su propuesta es aumentar la eficiencia, registrar patentes, rentabilizar las inversiones, asegurarse los elementos b¨¢sicos del I+D que dan autonom¨ªa a las fuerzas armadas espa?olas -en realidad, s¨®lo Estados Unidos puede hablar de soberan¨ªa tecnol¨®gica-, y comprar el resto, sin intentar hacer de todo.
"Visto que la I+D civil est¨¢ tomando la delantera, creo que los militares deber¨ªan poner el ¨¦nfasis en la defensa bacteriol¨®gica y nuclear, adem¨¢s de asegurarse un conocimiento tecnol¨®gico suficiente para poder comprar inteligentemente. Eso ¨²ltimo es tambi¨¦n muy importante porque si no sabes lo que compras te venden lo quieren y no vislumbras el futuro", dice Vicente Ortega. "La may¨²scula hay que ponerla en la I de investigaci¨®n y no en la m de militar, pero ser¨ªa interesante saber en qu¨¦ se gastan el dinero de la I+D y qu¨¦ proyectos est¨¢ desarrollando el Ej¨¦rcito", indica Joan Guinovart. ?No es significativo del desencuentro existente que el m¨¢ximo representante de los cient¨ªficos desconozca los trabajos de investigaci¨®n militar y no haya visitado nunca complejos tecnol¨®gicos del Ej¨¦rcito, como La Mara?osa (800 empleados), el INTA (Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial) -un monstruo organizativo de 1.600 trabajadores y 270 edificios con 130 millones de presupuesto anual- o el canal de pr¨¢cticas hidrodin¨¢micas de El Pardo?
Esperar que el Ej¨¦rcito publicite sus investigaciones secretas parece un ejercicio in¨²til, pero esas reservas no impiden desplegar una panor¨¢mica gen¨¦rica de sus trabajos. El largo listado de investigaciones en marcha incluye t¨¦cnicas de cifrado y fusi¨®n de datos, barridos electr¨®nicos y sistemas para el combate infrarrojo, redes de sensores desplegables, desarrollo de esc¨¢neres activos y pasivos de milim¨¦tricas y terahercios, munici¨®n inteligente y medios no letales, sistemas defensivos de detecci¨®n y neutralizaci¨®n de misiles, sustituci¨®n de los agentes descontaminantes, aplicaci¨®n de la biotecnolog¨ªa para la protecci¨®n individual...
"Somos muy buenos en ¨®ptica espacial y ac¨²stica submarina, en nanotecnolog¨ªa, en ensayo armament¨ªstico, blindajes, materiales explosivos y electr¨®nica; tenemos el operador de comunicaciones por sat¨¦lite Indesat, que es un ejemplo de ¨¦xito industrial espa?ol; progresamos en transmisi¨®n por ordenador, fibra ¨®ptica, armamento, blindajes, aviones de observaci¨®n no tripulados, lanzadores de misiles con pilas de combustible de energ¨ªas renovables y en equipamiento del combatiente futuro", indica el general Jos¨¦ Luis Ors, director del complejo de La Mara?osa.
El catedr¨¢tico Vicente Ortega comenta que, entre otras cosas, los militares est¨¢n experimentando con un material textil "inteligente", camisetas con sensores que mantienen al soldado localizado en todo momento y registran y transmiten sus par¨¢metros vitales: palpitaciones, sudoraci¨®n, hasta el punto de que puede detect¨¢rsele la ansiedad o el miedo e interpretarse su estado psicol¨®gico. "Tambi¨¦n se est¨¢ estudiando la transmisi¨®n de ¨®rdenes a trav¨¦s de sensores cerebrales para poder acelerar las reacciones del combatiente. Parecen cosas de la ciencia-ficci¨®n cinematogr¨¢fica, pero ya hemos visto que estas cosas terminan haci¨¦ndose realidad", dice.
La doctora en F¨ªsica Marina D¨ªaz Michelena es uno de los centenares de cient¨ªficos civiles que trabaja en proyectos de utilidad dual auspiciados por Defensa. Investiga en el INTA calificando sensores magn¨¦ticos miniaturizados para misiones espaciales, un campo de investigaci¨®n pr¨¢cticamente virgen en nuestro pa¨ªs. "Sabemos que el sensor del futuro vendr¨¢ de la mano de la micro y nanotecnolog¨ªa, y nos proponemos ser los m¨¢s ¨¢giles en la validaci¨®n de ese sensor. Tambi¨¦n nos ocupamos de la planificaci¨®n magn¨¦tica de las misiones y la explotaci¨®n de los datos en ¨®rbita", se?ala. En su opini¨®n, el problema m¨¢s acusado es la falta de estrategia a medio y largo plazo en los temas cient¨ªfico-t¨¦cnicos.
La opini¨®n general entre los cient¨ªficos es que Espa?a cuenta hoy con un gran potencial de conocimiento y que los versos de Machado - "Castilla miserable, envuelta en sus harapos, desprecia cuanto ignora"- son, definitivamente, agua pasada. Eduardo Serra cree que, tras las hornadas de buenos escritores, buenos cineastas y buenos deportistas, debe llegar ahora el tiempo de los buenos inventores. Dice que lo que le sobra a este pa¨ªs es el papanatismo y lo que le falta es, simplemente, seguridad en s¨ª mismo.
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