"Estamos regalando cerebros a otros pa¨ªses con nuestros impuestos"
Hay milagros que suceden en un laboratorio y que siguen emocionando a investigadores con m¨¢s de treinta a?os de experiencia, como la profesora Lina Badim¨®n; se siembra un pu?ado de c¨¦lulas musculares lisas en una placa de cultivo, pr¨®xima a otro de c¨¦lulas endoteliales, de la clase que forra el interior de nuestros vasos sangu¨ªneos. Transcurridas cuatro horas, los dos grupos celulares se aproximan, atra¨ªdos por un extra?o im¨¢n, y se engarzan en un curioso acto de amor en el que uno se acopla al otro. Las endoteliales son las que se colocan en el interior, y las musculares las cubren. Si cortamos una arteria o una vena, vemos que las c¨¦lulas se disponen del mismo modo. "Llevan una informaci¨®n que les da una orientaci¨®n precisa, una se coloca dentro, y la otra, fuera", dice Badim¨®n. "Forman estructuras tubulares, vasos. Es maravilloso. Y es algo que me asombra, como cuando era peque?a y ve¨ªa despegar los aviones". ?Cu¨¢les son las conversaciones que establecen las c¨¦lulas entre s¨ª? El misterio galvaniza el brillo de los ojos verdes de esta cient¨ªfica catalana. Habla con la misma pasi¨®n del arque¨®logo que topa con una c¨¢mara secreta o descifra un jerogl¨ªfico para encontrar un pedazo de historia perdida. S¨®lo que aqu¨ª hablamos de un dialecto celular esculpido por millones de a?os de evoluci¨®n, de grupos de c¨¦lulas intercambi¨¢ndose mensajes criptogr¨¢ficos de capital importancia. Tanto, que un error puede iniciar una cadena de instrucciones equivocadas y desembocar en una cat¨¢strofe: una lesi¨®n, un co¨¢gulo dentro de una arteria, un ictus cerebral o un infarto fulminante. Descifrar esa Piedra Rosseta del sistema circulatorio humano podr¨ªa ofrecer a la medicina el segundo gran triunfo de su historia, despu¨¦s de doblegar al demonio de las enfermedades infecciosas. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha dado la se?al de alarma. Las enfermedades cardiovasculares (ECV) matan ya m¨¢s que cualquier otra enfermedad en todo el mundo. Pero Badim¨®n, que dirige el Centro de Investigaciones Cardiovasculares del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en Barcelona, dice que la pandemia ya est¨¢ aqu¨ª. "En 2007 hubo alrededor de 17 millones de muertes por este motivo".
En su periplo estadounidense, Badim¨®n dirigi¨® el Laboratorio de Investigaci¨®n en Cardiolog¨ªa del reputado hospital Monte Sina¨ª en Nueva York durante ocho a?os, al aceptar la invitaci¨®n del cardi¨®logo espa?ol Valent¨ªn Fuster, una leyenda viva en el campo de las enfermedades del coraz¨®n y uno de sus padrinos cient¨ªficos. "Al hacer el posdoctorado, decid¨ª marcharme al extranjero, incorpor¨¢ndome en un grupo de cardiolog¨ªa en el que estaba Fuster. Tiene gran capacidad de s¨ªntesis y est¨¢ en contacto con los pacientes. Sabe d¨®nde hay que investigar". Monte Sina¨ª se ha convertido en una de las vacas sagradas de la cardiolog¨ªa. Y en la cronolog¨ªa de sus hitos hay una fecha, 1983, en la que la doctora Badim¨®n, junto con su hermano, Juan Jos¨¦ Badim¨®n, llevaron a cabo "complejos experimentos para demostrar la relaci¨®n entre los co¨¢gulos sangu¨ªneos en las arterias y las perturbaciones del flujo de la sangre, que dan lugar a la angina de pecho, el infarto y la muerte s¨²bita".
?Qu¨¦ clase de experimentos?
Tuve que dise?ar una c¨¢mara de perfusi¨®n, un artefacto especialmente dise?ado para bombear sangre a un trozo de arteria o vena en condiciones controladas de flujo. B¨¢sicamente es un reactor de flujo que permite estudiar las interacciones de la pared de los vasos con las c¨¦lulas de la sangre, y el rozamiento que tiene la sangre y sus componentes con la pared vascular. Nos permite modelar si en una arteria coronaria hay arterioesclerosis. Se le llam¨® C¨¢mara de Badim¨®n. Muchos laboratorios lo utilizan para probar f¨¢rmacos y ver qu¨¦ efectos producen.
El p¨²blico ha captado la siguiente foto fija: las grasas se acumulan dentro de las arterias, las atascan, y sobreviene el infarto. Pero el asunto dista de ser tan sencillo. ?Por qu¨¦?
Una arteria es algo que est¨¢ vivo. Entender el sistema circulatorio es un desaf¨ªo monstruoso. Ahora tenemos una descripci¨®n de lo que sucede. Pero no sabemos cu¨¢l es ese lenguaje, las interacciones c¨¦lula a c¨¦lula, que en un momento permite que todo funcione bien, a nivel fisiol¨®gico, y que en otro se descontrola. Es el nivel que nos falta. La sangre habla con el interior de las arterias. ?se es el gran misterio.
El enemigo p¨²blico n¨²mero uno es el colesterol. Tienes el colesterol muy alto, por tanto, morir¨¢s antes. A pesar de ello, algunas personas llegan a viejas. ?Por qu¨¦?
El colesterol es un agente causal en la arterioesclerosis, pero para evaluar el riesgo de un paciente hay que abordar el control global de los factores de riesgo. No es lo mismo tener s¨®lo niveles elevados de colesterol, que ser, adem¨¢s, hipertenso. Hay una escala y unas tablas de riesgo: colesterol, presi¨®n sangu¨ªnea, tabaquismo, edad... Si has sufrido un episodio cl¨ªnico de manifestaci¨®n de arteriosclerosis, entonces tienes que controlar a¨²n m¨¢s tus niveles de l¨ªpidos. Esas personas est¨¢n en un riesgo m¨¢ximo y hay que controlar el colesterol llevando las LDL a niveles por debajo de cien. Para evaluar el riesgo de un paciente no se tiene en cuenta s¨®lo un factor de riesgo. Hay que verlo de forma global.
Otro estereotipo presenta siempre a las personas gordas con las arterias cargadas de colesterol.
Es algo complicado. No tiene nada que ver la gordura con el colesterol en la sangre. Pero muchos de los que tienen sobrepeso y obesidad s¨ª que tienen el colesterol alto. Y hay personas muy delgadas que tienen el colesterol alto y deben controlarlo. En otros casos es la herencia gen¨¦tica la que cuenta, como la hipercolesterolemia familiar. Hay un rasgo, una mutaci¨®n en los receptores de las lipoprote¨ªnas LDL (el llamado mal colesterol) en el h¨ªgado. Esa mutaci¨®n hace que no se aclare el colesterol en sangre y deja niveles circulantes muy altos. Estas personas presentan la enfermedad vascular unos diez o quince a?os antes de lo normal. Y muchos son delgados.
?Podemos controlar cu¨¢ndo se encienden o apagan nuestros genes para nuestro beneficio, o es ciencia-ficci¨®n?
En algunos casos, la enfermedad surge por herencia. Pero en la inmensa mayor¨ªa es la interacci¨®n del ambiente con tus genes. Hay un tercer grupo en el que es el ambiente el que regula la expresi¨®n de tus genes en un momento determinado. Nuestro organismo est¨¢ en una situaci¨®n de equilibrio, pero est¨¢ regulado por lo que comes y lo que bebes. La frase 'eres lo que comes' nunca ha dejado de ser tan cierta. O tambi¨¦n 'eres lo que fumas'. Hay ejemplos extremos. Winston Churchill fumaba puros y vivi¨® m¨¢s de 90 a?os, pero seguramente llevaba unos genes protectores que no ten¨ªa el vecino de al lado.
Pero se habla de alimentos "milagro" para tener los niveles adecuados del colesterol: frutos secos, verduras, aceite de pescado... Es un mensaje insistente. ?Puede la dieta encender o apagar los genes adecuados?
S¨ª, la dieta contribuye, pero no basta. Cada grupo alimentario tiene unos compuestos beneficiosos espec¨ªficos. La verdura tiene fibras y antioxidantes, los frutos secos tienen ¨¢cidos grasos poliinsaturados, el aceite de oliva tiene antioxidantes y ¨¢cidos grasos monoinsaturados, y est¨¢n los antioxidantes del vino... Pero la palabra importante es el equilibrio. Equilibrio emocional, equilibrio diet¨¦tico, equilibrio en el ejercicio. Un factor de riesgo tremendo para la enfermedad cardiovascular es perder el trabajo y no llegar a fin de mes. Antes se llamaba el estr¨¦s del ejecutivo, ahora se ha visto que se trata del estr¨¦s del trabajador que tiene un problema econ¨®mico importante. Tambi¨¦n hay problemas psicosom¨¢ticos que hacen que se manifieste la enfermedad.
Hablemos de una pel¨ªcula titulada 'Historia de una placa'. Usted ha remarcado el papel de los procesos inflamatorios en su investigaci¨®n.
En los ¨²ltimos a?os se ha visto que las placas, adem¨¢s de l¨ªpidos, contienen c¨¦lulas inflamatorias, las cuales se han pegado a estos dep¨®sitos que no deber¨ªan estar ah¨ª. Acuden para limpiarlos, pero se transforman en c¨¦lulas residentes, y entonces complican la placa. Es una desregulaci¨®n de una funci¨®n fisiol¨®gica. La placa crece de forma m¨¢s r¨¢pida. Estas c¨¦lulas inflamatorias son los monocitos, los linfocitos, y pertenecen al sistema inmune. ?C¨®mo se forma una placa? Las lipoprote¨ªnas LDL, que son las que transportan el colesterol, entran en la pared interna del vaso, bien porque hay alguna anormalidad o est¨¢n en exceso, se pegan, y en vez de marcharse, lo que ser¨ªa normal despu¨¦s de proporcionar el colesterol que las c¨¦lulas necesitan, son retenidas, y modificadas. Entonces atraen a los monocitos. Los monocitos se transforman en macr¨®fagos. Quieren comerse esa grasa depositada. Y en vez de irse, se llenan de grasa, y se transforman en c¨¦lulas espumosas que se quedan ah¨ª, en la pared, hasta que mueren. Es como una indigesti¨®n, segregan productos que contribuyen al empeoramiento del nicho donde est¨¢ depositado el colesterol. Estas c¨¦lulas se dise?aron para limpiar, pero al final se comportan como unos p¨¦simos fontaneros.
El bell¨ªsimo hospital de la Santa Creu i Sant Pau, declarado patrimonio mundial por la Unesco, result¨® de la uni¨®n de varios hospitales construidos en el siglo XV. Hay t¨²neles subterr¨¢neos que conectan los distintos pabellones para evitar el contagio entre enfermos; historias sobre hallazgos de registros m¨¦dicos de pacientes de hace m¨¢s de cien a?os surgidos tras derrumbar una pared por unas obras. En el pabell¨®n que constituye el centro de investigaci¨®n de Badim¨®n a¨²n se conserva parte de una escalera de madera que conduce a un p¨²lpito, donde sol¨ªan rezar las monjas de las Hermanas Hospitalarias de la Santa Cruz. En su despacho, entre pilas de revistas cient¨ªficas y los pesados tomos de biolog¨ªa molecular, destacan varias figuritas de cerdos, huchas de barro, peluches y mu?ecos. "Usamos cerdos como animales experimentales, en cirug¨ªa del coraz¨®n. Son inteligentes y muy limpios. Conocen a los investigadores, y nos hemos acostumbrado a ellos. Son el mejor modelo de los humanos para el sistema cardiovascular", comenta la profesora. El equipo de Badim¨®n ha descubierto que a los cerdos les encanta la cerveza, el vino y el aceite de oliva, en los estudios para ver el efecto de sus dietas sobre sus vasos sangu¨ªneos.
?Cu¨¢ndo decidi¨® convertirse en investigadora?
Me marc¨® un libro, Madame Bovary. Lo le¨ª cuando ten¨ªa 14 a?os, a una edad en la que no se recomendaba. Se me qued¨® la idea de que no quer¨ªa tener una vida como la suya, aburrida, restringida, viviendo junto a otros que se dedicaban a decidir por ella. Yo atravesaba una edad en la que me preguntaba qu¨¦ har¨ªa con mi vida, y al leerlo, me dije: "Eso es lo que no quiero ser". Me gustaba mucho la idea de descubrir, contribuir al conocimiento, a mejorar las cosas. Madame Bovary representa el tema de la mujer y su insatisfacci¨®n en el mundo en que le toc¨® vivir, que la oprim¨ªa para su realizaci¨®n personal, a pesar de que en su casa pod¨ªa ser la reina. Eso me despert¨®. He le¨ªdo todos los libros de Jane Austen. Describen una cr¨ªtica social absoluta al papel de la mujer en la sociedad victoriana.
?No cree que hist¨®ricamente la ciencia ha discriminado a las mujeres? Los trabajos de Rosalind Franklin para desvelar estructuras de prote¨ªna mediante rayos X permitieron a Watson y Crick describir la doble h¨¦lice del ADN, pero ella no recibi¨® reconocimiento.
S¨ª, es un caso tremendo. El hecho de que fuera jud¨ªa jug¨® un papel, ya que no pod¨ªa entrar en las reuniones exclusivas para los anglosajones. Por ser mujer tuvo un trato discriminatorio total. La historia, afortunadamente, la est¨¢ poniendo en su lugar.
?Han cambiado las cosas?
Soy m¨¢s positiva y optimista. Las mujeres van a alcanzar cotas que hasta ahora no estaban abiertas para ellas. Hay m¨¢s mujeres estudiando, y tienen una aportaci¨®n semejante a los hombres. Cuando escribes un art¨ªculo nadie ve si eres hombre o mujer. Hay m¨¢s igualdad. Si hablamos de escala o promoci¨®n dentro de las universidades, o del propio CSIC, todav¨ªa hay una diferencia brutal entre hombres y mujeres. Poco a poco, ese techo de cristal ir¨¢ desapareciendo. Me considero feminista, aunque no pertenezco a ninguna organizaci¨®n. Y en las comisiones de investigaci¨®n quienes toman las decisiones habitualmente son hombres. Muchas veces, la mujer que es muy buena llega al mismo nivel de un hombre no tan bueno. Ella tiene que demostrar continuamente su talento para conseguir una posici¨®n, mientras que a ¨¦l se le da por sentado. ?sa es la diferencia en este momento.
?Le sorprenden los ¨²ltimos resultados epidemiol¨®gicos que contradicen el t¨®pico de que ellas estaban m¨¢s protegidas contra los accidentes cardiacos que los hombres?
En Espa?a, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, el 32,4 % de las muertes se deben a enfermedades cardiovasculares. En hombres, la primera causa es la enfermedad coronaria; la segunda, el c¨¢ncer de pulm¨®n, y la tercera es de tipo cerebrovascular. En la mujer, la proporci¨®n es algo mayor que en el hombre, y las dolencias cerebrovasculares est¨¢n en primer lugar; las cardiacas, en segundo, y en tercer lugar, la insuficiencia cardiaca. Y sin embargo, hasta hace poco se consideraba que las mujeres estaban protegidas. Mucho de ello se debe al hecho de que las mujeres no estaban incluidas en los ensayos cl¨ªnicos y faltaban datos. No se reclutaban mujeres para estos estudios porque se consideraba que eran m¨¢s complejas, por culpa de las hormonas en el periodo f¨¦rtil de la vida. Y eso hizo que se retrasara realmente el conocimiento. En 1991, Bernadine Healy, la primera mujer que lleg¨® a la direcci¨®n de los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU, dijo que hab¨ªa que incluir a las mujeres en los estudios cl¨ªnicos para investigar nuevos f¨¢rmacos. A partir de entonces empez¨® lo que se llam¨® el "nuevo despertar". Lo llamativo es que, respecto a las tablas de riesgo, en muchos casos, la mujer con un nivel de riesgo similar al hombre no se trata por culpa de ese conocimiento generalista que dice que la mujer est¨¢ protegida.
?Por qu¨¦ a Espa?a le cuesta tanto recuperar los talentos cient¨ªficos que exporta al extranjero?
A lugares como Estados Unidos o el Reino Unido estamos regalando cerebros cuya formaci¨®n es sufragada por nuestros impuestos. Yo me march¨¦ en 1980, pero en las dos d¨¦cadas siguientes muchos se han ido y son pocos los que han vuelto. Depende tambi¨¦n de la especialidad. En el ¨¢rea biom¨¦dica Espa?a ha dado un salto y, por ejemplo, Catalu?a ha hecho una inversi¨®n importante. Lo que sucede es que la conciencia de que nosotros somos capaces de crear ciencia no est¨¢ todav¨ªa arraigada en la sociedad espa?ola. Somos conscientes de que podemos tener genios en literatura, pintura y humanidades. Pero tradicionalmente no fuimos pioneros en ciencia. Y eso se traduce en falta de estabilidad.
?Cu¨¢l es el sue?o que le gustar¨ªa ver realizado como investigadora?
Dise?ar un f¨¢rmaco que modifique la historia natural de la enfermedad. La investigaci¨®n es algo que se va montando poco a poco, una cosa peque?a encima de la otra. Pero en los ¨²ltimos a?os pensar¨¦ en cambiar el chip para ver si, en vez de proporcionar conocimiento, producimos alguna innovaci¨®n en forma de f¨¢rmaco. No quedarme s¨®lo en una publicaci¨®n para que otros la cojan y traduzcan.?
Un talento rescatado para Espa?a
Resumir en unas pocas l¨ªneas tres d¨¦cadas de ¨¦xitos es una tarea casi imposible. Desde su centro del CSIC dirige fascinantes estudios de campo en los que sus colegas recogen muestras de sangre para estudiar las enfermedades cardiovasculares.
Lina Badim¨®n (Barcelona, 1953) es uno de los talentos espa?oles felizmente recuperados para Espa?a tras 15 a?os en EE UU. Ha publicado m¨¢s de 240 art¨ªculos en revistas especializadas, con m¨¢s de 12.000 citas cient¨ªficas. Adem¨¢s, ha presidido algunas de las organizaciones m¨¢s importantes, entre ellas, la Sociedad Europea de Investigaci¨®n Cl¨ªnica, la Sociedad Espa?ola de Arterioesclerosis y el Comit¨¦ Ejecutivo de la Sociedad Europea. Entre sus premios, el de la Fundaci¨®n Lilly y la medalla de la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat.
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