La cuenta atr¨¢s de Mikel Carrera
El nuevo jefe de ETA dej¨® su empresa de piezas mec¨¢nicas con un descubierto de 200.000 euros - Est¨¢ implicado en cinco asesinatos
Lo que cualquier jefe militar de ETA sabe es que en el momento en que asciende a ese puesto asesino, un mecanismo de relojer¨ªa se pone en marcha. Una cuenta atr¨¢s entre ese instante y el d¨ªa en que ser¨¢ sorprendido e ir¨¢ a la c¨¢rcel. Esa cuenta ya est¨¢ en marcha para Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, al que la polic¨ªa y la Guardia Civil sit¨²an ahora en la jefatura militar etarra, como jefe de los pistoleros, como organizador de los planes criminales de la banda, y al que se supone que particip¨® de forma directa en el asesinato de cinco personas.
No se sabe muy bien por qu¨¦ este terrorista, listo, estudioso, con una profesi¨®n estable, puso pies en polvorosa en octubre de 2003, casi a la vez que su amigo Ohian Barandaia. Lo que s¨ª se sabe es que poco antes de que se fuese, hubo varios atentados con cinco muertos a¨²n sin aclarar en Navarra y Zaragoza, en los que se sospecha que estuvo la mano criminal de Carrera, el ni?o rebelde que pas¨® su infancia y adolescencia en Alfaro (La Rioja) y se revel¨® unos a?os como empresario del metal, con compa?¨ªa propia.
El camino del hoy jefe de los pistoleros ha discurrido paralelo al de Txeroki
La historia de Carrera Sarobe, nacido en Pamplona, de 36 a?os, se construye a retazos hasta su ascenso criminal. Se sabe que pas¨® su infancia y su adolescencia en Alfaro, adonde se traslad¨® su padre, Mart¨ªn, quien fue l¨ªder sindical agrario en La Rioja Baja, donde fue objeto de extorsi¨®n por la que tuvo que pagar medio mill¨®n de pesetas de los a?os 80. Tiempo despu¨¦s, ya divorciado, el padre se instal¨® en Tolosa (Guip¨²zcoa), mientras su hijo se fue a Navarra con su madre, Ana Mar¨ªa, profesora.
La madre siempre estuvo en la senda abertzale. Fue suplente en la lista que encabez¨® Pernando Barrena de la Agrupaci¨®n Electoral Nafarroako Abertzale Sozialistak para las elecciones al Parlamento navarro de 2007. Su t¨ªo ya fue condenado en el proceso de Burgos de 1970 por "rebeli¨®n militar" a 12 a?os y un d¨ªa de c¨¢rcel, pero sali¨® en libertad en 1976 con la Ley de Amnist¨ªa. A?os despu¨¦s se convertir¨ªa en miembro del Parlamento vasco.
Pero ¨¦l, hasta que abandon¨® la localidad de Alfaro, a finales de los 80 o primeros de los 90, apenas hab¨ªa dado signos de radicalismo. Era incluso buen estudiante en el instituto Gonzalo de Berceo. Su idea siempre fue cursar una ingenier¨ªa. Se traslad¨® para ello a Navarra. Pero en Pamplona acab¨® montando en septiembre de 1995 una empresa de fabricaci¨®n de herramientas, piezas y troquelados mec¨¢nicos, Fabricados Gurpegui, de la que fue administrador. No debi¨® irle especialmente bien porque dej¨® un pufo con la Seguridad Social de casi 200.000 euros, un cr¨¦dito incobrable.
Su rastro es d¨¦bil desde que dej¨® ese descubierto. Hasta hace apenas un par de a?os. Las investigaciones y documentos incautados en Francia han permitido que los servicios de Informaci¨®n de la Guardia Civil y de la polic¨ªa hayan situado a Carrera en el n¨²mero uno del aparato militar. Incluso fuentes del instituto armado aseguran que siempre tuvo un papel predominante sobre Jurdan Martitegi, quien fue reputado al ser detenido como ¨²ltimo jefe militar de la banda.
Lo dicen por la sencilla raz¨®n de que Carrera pas¨® al otro lado en 2003 mientras Martitegi lleg¨® en 2007. "Y en ETA la experiencia cuenta a la hora de mandar", explican. Adem¨¢s, el camino del hoy jefe de los pistoleros ha discurrido paralelo al de Garikoitz Aspiazu, Txeroki, el terrorista con apodo de indio del que fue amigo y apoyo, incluso en los momentos dif¨ªciles, seg¨²n las fuentes.
Carrera se sum¨® a Txeroki en el frente duro en la pelea interna que se mantuvo en ETA durante la ¨²ltima tregua (la del Gobierno de Zapatero) entre los que quer¨ªan seguir dando lo m¨¢s duro posible, atentando con sa?a (como se vio en la T-4) y los que quer¨ªan atenuar la actividad criminal. Txeroki y Carrera estaban en el bando m¨¢s malo y Francisco Javier L¨®pez Pe?a, Thierry, en el menos malo. Ganaron los primeros. Su colega Barandiaia (el que se fug¨® con ¨¦l en 2003) fue uno de los autores del robo de 350 pistolas y 10.000 balas en una armer¨ªa de Nimes (Francia) en plena tregua, el primer s¨ªntoma de que el llamado proceso de di¨¢logo no iba bien.
Esta sinton¨ªa con Txeroki y su experiencia hace que se le considere el heredero del indio. La experiencia criminal la habr¨ªa adquirido Carrera entre 2001 y 2003. Tres atentados perpetrados en su ¨¢rea de influencia (Navarra y sus provincias perif¨¦ricas) est¨¢n sin aclarar y, de hecho, los investigadores est¨¢n pr¨¢cticamente seguros de que fue ¨¦l quien los ejecut¨®.
"La hip¨®tesis es que ¨¦l formaba parte de un comando legal e hizo todo eso", aseguran las fuentes. Y todo eso son el asesinato a tiros del presidente del PP de Arag¨®n, Manuel Gim¨¦nez Abad, en presencia de su hijo, el 6 de mayo de 2001; el del cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro Montes en Leitza (Navarra), con una bomba oculta en una pancarta, el 24 de septiembre de 2002; los de los agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa Juli¨¢n Embid Luna y Bonifacio Mart¨ªn Hernando con una bomba lapa en Sang¨¹esa (Navarra), el 30 de mayo de 2003.
Es poco despu¨¦s, en octubre de 2003, cuando se pasa a la clandestinidad, "seguramente al sentirse quemado", dejando su coche tirado y mal aparcado en Pamplona. Pr¨¢cticamente hasta ese momento su vida es normal. Lo t¨ªpico de un miembro legal (no fichado) de ETA. Los investigadores est¨¢n seguros de que fue ¨¦l quien orden¨® a Andoni Zengotitabengoa y Oier G¨®mez (en fuga) montar la base log¨ªstica de Portugal que ha quedado desbaratada en ?bidos. ?l dio instrucciones de "dinamizar" tres comandos en el Pa¨ªs Vasco a Ibai Behobide, el etarra de la bici detenido en Guip¨²zcoa. ?l mand¨® en tren a Catalu?a a Faustino Marcos para que crease otra base log¨ªstica en Girona. Y pr¨¢cticamente todo est¨¢ probado.
Carrera alquil¨® el 7 de enero en Besanc¨®n (Francia) la furgoneta Citro¨ºn Berlingo en la que dos etarras intentaron meter un taller de bombas en Portugal pero fueron interceptados en Bermillo de Sayago (Zamora). Tambi¨¦n su mano est¨¢ tras el alquiler del veh¨ªculo hallado en el polvor¨ªn de ?bidos. Y lo hizo de una manera fina, presentando papeles falsos, y con frialdad. Tambi¨¦n le dio el abrazo final a Faustino Marcos y Beobide antes de que entrasen a Espa?a, una especie de rito de macabra despedida que los jefes etarras tienen establecido.
La suerte y la acci¨®n combinada de las fuerzas de seguridad han querido que sus planes criminales, la oleada de atentados que hab¨ªa previsto y la diversificaci¨®n del aparato log¨ªstico no le haya salido bien. "S¨ª, pero el verano pasado, con los atentados de Palma de Mallorca, nos sorprendi¨®", aseguran en la Guardia Civil. Carlos S¨¢ez de Tejada y Diego Salv¨¢ Leza¨²n, guardias civiles, fueron sus v¨ªctimas mortales. "Es de los m¨¢s listos, s¨ª, pero caer¨¢ pronto". La cuenta atr¨¢s est¨¢ en marcha.
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